lunes, 7 de diciembre de 2020

...SOLEDAD, divino tesoro...


...aunque no fuera más que porque visité su tumba, ahí la foto, en la catedral de León, Nicaragua, y que llegué en bicicleta, el luminoso Rubén Darío, príncipe de las letras castellanas, me permitiría parafrasear en el título de esta página su famoso verso Juventud, divino tesoro...
  
...es esta una página que tenía 
desde hace tiempo aplazada en borrador, en buena parte porque no sabía cómo meterle mano. Ahora le llega el momento de salir a la luz a raíz de un wasap recibido ha poco...Una buena, y más bien reciente amiga, me escribió uno que copio literalmente... y estoy saboreando por primera vez en mi vida el dulce placer de la soledad; seguido, tras mi contestación, de otro...pues sí, con quien mejor me encuentro es conmigo misma. Antes todo era buscar amistad... 


Por esos mismos días, no recuerdo dónde, leí una reseña comentando la correspondencia entre el pintor y escritor Ramón Gaya y la filósofa María Zambrano, recogida en el libro "Y ASÍ NOS ENTENDIMOS"(editorial Pre-Textos); Gaya le contaba a Juan Gil-Albert el tiempo que compartió con ella en Florencia...
...lo pasamos bien, pues hacíamos vida aparte, viéndonos únicamente para comer y cenar; este régimen nos permitió acompañarnos sin quitarnos soledad, la soledad que se necesita para hacer lo que uno quiere hacer...


La soledad, eso tan temido por tantísimos, tan incierto y tenebroso para muchos, amado por no pocos, anhelado por más de uno, doloroso para tantos, imprescindible para unos, vital para otros...
Siendo joven recuerdo escuchar una vez a mi padre decir, seguro que recogido del habla popular, "solo se vea quien solo se desea" sentencia con una nada velada amenaza, y en los años de maestro en El Hierro alguna persona mayor me dijo "en compaña me mate Dios"...
Compañía/soledad: dualidad, disyuntiva, dilema... acepciones contrarias o, mejor, complementarias...no pocas veces se busca la compañía no tanto por amor a ella sino para huir de una soledad que no sabemos cómo llenar...
Nuestra soledad viene de lejos, puede que desde que el ser humano aterrizó por estos parajes, pero me parece que nunca hubo tanta soledad estando tanto en compañía...tanta gente sola (asolada, desolada) habiendo hoy tanta compañía...  
Se da hoy la paradoja, ampliamente estudiada, divulgada, del contraste entre el altísimo nivel de los medios de comunicación que disponemos, supuestamente para acercarnos más, y los no menos elevados de soledad, es como si nos evidenciaran que ese no es el camino, que cuanto más nos rodeáramos y huyéramos de ella más nos cercara...ansiedad, depresión, incertidumbre, angustia, zozobra... la utopía, la ilusión, la quimera de empeñarse en buscar fuera lo que de fuera no puede venir...



No estoy seguro de este recuerdo pero me parece que fue en el seminario, tal vez en boca del padre espiritual, o puede que muchos más tarde y sabe Dios dónde, escuché lo que es un pensamiento de Aristóteles "El hombre solitario es una bestia o un dios"...
No hay apenas proverbios que inciten a la compañía, que canten sus excelencias, sus bondades, puede que dando por sobreentendido que es un estado natural en el hombre esa tendencia a ella, su querencia...Sin embargo no son pocas las que ensalzan o sencillamente defienden la otra opción... 
Recuerdo una de las veces que pasé por Vinci leer un sentencia del gran Leonardo, Si estás solo serás tu propio dueño...que en buena medida emparenta con la de Buda de Busca refugio en ti y prende tu propia lámpara o con aquella otra En la soledad hallarás tu plenitud...y la imbatible "a mayor soledad mayor libertad"..


Esa misma querencia natural que nos tira hacia los demás no se olvida de recordarnos que venimos a este mundo solos y solos nos vamos, por más acompañados físicamente que estemos en nuestros particulares alfa y omega...Quizá la mayor o la única soledad, al respecto, estribe en no saber de dónde venimos ni a dónde vamos (como el mismo Darío remata su poema Lo fatal 
...y no saber adónde vamos, ¡ni de donde venimos!...(si es que existen tales lugares, y cómo serán dichos emplazamientos caso de haberlos...
Y cuántas soledades no emergen en la búsqueda de consuelos a la soledad, al estilo de las necesidades que surgen para paliar necesidades que antes no existían...

Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...
...empieza así el poema que de Luis Cernuda que concluye tras un brillante repaso cuajado de evocadoras imágenes con...  
...Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?
Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.
El infierno son los demás, escribió en un momento tal vez de existencial clarividencia Jean Paul Sartre  .Yo me adhiero a la hondura de este pensamiento, reconociendo la obviedad de que yo soy los demás para los demás...

Un necesitado de soledad para no sentirse solo (...aunque, qué puedo saber yo...), Fernando Pessoa, tiene lúcidas y profundas reflexiones sobre la soledad en la escritura de su heterónimo Bernardo Soares en El Libro del Desasosiego, libro citado en la página que precede a esta... 

…me cuesta siempre admitir sinceridad en las cosas colectivas, visto que es el individuo, a solas, consigo mismo, el único ser que siente……La soledad me asola, la compañía me oprime. La presencia de otra persona me descamina los pensamientos…

...¡Qué bien estar solos a nuestras anchas! Por un momento somos pensionistas del universo...…Mis hábitos son de la soledad, que no de los hombres……He vivido siempre aislado, y cada vez más aislado cuanto más consciente he sido de mí mismo…...La presencia de los otros cada día me resulta más dolorosa y angustiadora…

…Soy como alguien que viese pasar por la calle mucha gente y simultáneamente sintiese dentro las almas de todos…

 …No huimos, por más que queramos, de la fraternidad universal. Todos nos amamos los unos a los otros, y la mentira es el beso que cambiamos……Hay que cultivar la agilidad contra las intromisiones de la vida; un cuidado debe protegernos contra el sentir de las opiniones ajenas, y una indolente indiferencia arroparnos el alma contra los golpes sordos de la coexistencia con los demás… …Caridad para con todos, intimidad con ninguno. Recomienda el evangelio amor al prójimo: no dice amor al hombre o a la humanidad, de la que verdaderamente nadie puede preocuparse…

No se trata de alentar la misantropía ni el anacoretismo o dar alas al lobo estepario que en mayor o menor medida todos llevamos dentro...sino en incitar a asomarse a los adentros, observar las texturas de la soledad, sin rehuirla, tratando de darle el sentido que tiene, su mensaje, y afrontarla sin derrumbe, ponernos ocasionales dosis de recuerdo de ella para que nos encuentre debidamente inmunizados cuando llegue en su forma más cruda...todo ello ayudaría a desenmascararla, ahuyentaría el miedo y podríamos mirar a la cara a quien mira directamente a la nuestra... ensayos de soledad para la soledad universal que de todas formas nos ampara...
Los tiros en la sociedad actual no van evidentemente por ahí, todo parece orquestado para tenernos aprensados en el miedo,  temorosos y vulnerables, inmaduros...cuánto mejor sería una multitud de personas formadas e informadas en su individualidad antes que una multitud de clones sujetos a los normas, no escritas, de que la soledad es un pozo lóbrego, que hay que amargarse cuando te abandonan, llorar cuando se muere o gastar ansiedad cuando tenemos delante un panorama solitario... 

...Aunque fuera en otros ámbitos, ya Albert Camus acuñó el solitario/solidario, que también cuenta Antonio Gala...quizá por ahí vayan o deberían ir los tiros...

¿Por qué en general se rehúye la soledad?  Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.(Carlo Dossi)  

Cuento algo personal...Yo no debía ser muy normal, o al menor dejémoslo en poco corriente; con gusto relato este recuerdo  de mis años de Seminario, tendría 11 o 12 años...por dos veces me las ingenié,  para no ir a aquellos viajes que de tanto en tanto hacíamos al pantano de los Bermejales o a otros lugares, y lo hacía por el puro placer de quedarme a solas por aquellos anchos pasillos, aquella alameda, el frontón... comer solo en el gran comedor y subir la comida a los pocos que estaban enfermos, cosa que hacía de mil amores pues nunca me eligieron para el puesto de enfermero (como para cualquier otro cargo)...excede de este formato el contar cómo me las ingeniaba para conseguir quedarme...
D. Antonio Machado y F. Niestzche vienen a aportar sus granos no pequeños de sabiduría con...
 Tengo a mis amigos en mi soledad,
cuando estoy con ellos
qué lejos están.

Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de gente; por el contrario, detesto a los que roban mi soledad sin a cambio ofrecerme verdadera compañía.    
...para completar con un contundente, sin rebozo alguno:
La vida de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar.

...y esta devastadora reflexión de Ramón de Campoamor, que pinta un cuadro en el que raramente no nos habremos visto en más de una ocasión:     
Es todavía más espantosa la soledad de dos en compañía 
 

La soledad, (la soledad sonora, que decía san Juan de la Cruz) es una valor en alza, un don caro pero de precio asequible por más que muchos no la quieran ni regalada...
Bendice a quien te abandona porque te devuelve a ti mismo
escribe Jodorowsky...Decía Bécquer...¡qué solos se quedan los muertos! ¿los muertos?, qué solos se quedan los vivos...
y el desgarro con que concluye la rima LII ...tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas...

...solo podemos construir algo sólido, con nosotros, con los demás, a partir de la aceptación de la soledad, como de la muerte...de grado o a la fuerza es con nosotros mismos, a solas, con quien tenemos que estar hasta el final lo mismo que estuvimos desde el principio...



 La soledad es peligrosa. Es adictiva. Una vez que te das cuenta de cuanta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente.
(Carl Jung, psicólogo, 1875-1961)

Se sabe que el que vuelve no se fue,
y así la vida anduve y desanduve
mudándome de traje y de planeta,
acostumbrándome a la compañía,
a la gran muchedumbre del destierro,
a la gran soledad de las campanas.
(Pablo Neruda)

...SOLEDAD, DIVINO TESORO...

12 comentarios:

  1. Amigo José Antonio, señor maestro, voy a meter la pata como casi siempre, pero empleando pocas palabras, yo creo que cuando una persona llega a un nivel de conocimiento y de autoconfianza en dichos conocimientos, ya está harto de aguantar las memeces de los demás, es entonces cuando aprecia realmente la soledad, para poder seguir avanzando como persona, lo cual le lleva a arrojar el lastre por la borda, o dicho de otra forma a las personas huecas, qué representan el 95% de la sociedad, o tal vez un porcentaje superior. SALUD Y UN ABRAZO, COÑO... SE ME OLVIDABA, MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TUS APORTACIONES.

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    1. ...una persona, cuando llega a un nivel de conocimiento...se da cuenta cada vez más de la ignorancia...qué paradoja...Por lo demás, salvaguardando las distancias y la soledad, todas y cada una de las personas que vamos encontrando por la vida guardan un mensaje para nosotros...amigo ,un abrazo desde El Hierro...

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    2. No lo puse bien, para seguir avanzando como persona, y poder aumentar su nivel de ignorancia. SALUD Y UN ABRAZO

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    3. Amigo César, reviso a ver si hay algún comentario sin contestar y ya de paso leo todos los que hay expresados. Acabo de escribir en mi diario una serie de palabras, conceptos, de los que me he hecho en los días pasado y de los que no tenía ni la menor idea...y vuelvo a sentir el mismo, inevitable vértigo, de sentir la descomunal ignorancia que me acompaña...También Antonio Machado viene a echar una mano,,,,"Si me tengo que morir poco me importa aprender. Y si no puedo saber, poco me importa vivir".un abrazo

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  2. Somos tan diferentes los hombres, y sin embargo tan parecidos. Todos necesitamos la soledad y la compañía. Sin duda la mejor soledad, o la mejor compañía, es esa de la que habla María Zambrano. Los “demás” de Sartre, es otra cosa, es verdad que hay inevitables que son un infierno, pero muchas veces podemos escoger y, cuando el infierno surge, colgarnos la mochila a la espalda y buscar el remanso en otra parte. Asímismo podemos, muchas veces, buscar en compañía la magia o el duende, o el “espíritu de Montenegro”… Pasado ese triunfo social nos hace desear otros momentos de soledad, círculo del que difícilmente podemos escapar.

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    1. ...imagino, amigo Pepe, que Sócrates, Séneca... y cualquier ser humano habrá pensado esto que hablamos, y pensarán, y sabrán lo que supieron y sabemos: una aproximación de no saber nada...y cada cual viene a este proceloso mundo con su porción de compañía y soledad a gastar...un abrazo y a ver si nos vemos en Granada, por más que el calendario es cada vez más incierto...

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  3. Si preguntas a alguien que te pinte la imagen de SU paraíso, las personas van a describir lugares aislados, islas deshabitadas, el desierto, los llanos vacíos en Asia etc. Es la soledad la que están anhelando. Ella es un lujo hoy en nuestro ritmo de la vida, en la que estamos rodeados de demasiada gente, en la estimulación exagerada cada día. Como los ángeles caídos somos los expulsados del paraíso. Es nuestra tarea encontrar nuestra soledad, nuestro paraíso aprovechando también la compañía..
    "Vio primeramente en la Tierra a nuestros primeros padres, los dos únicos seres de la especie humana, colocados en el jardín de las delicias, gustando frutos inmortales de gozo y amor; gozo no interrumpido, amor sin rival, en una dichosa soledad."
    (John Milton, El Paraíso Perdido, libro III)
    Un abrazo

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  4. ...me recuerdas, agradecido, que todavía tengo que leer este clásico de la literatura mundial, cuyo título me acompaña desde que estaba en el seminario...hablando de paraíso, de soledades etc...EL PARAÍSO ES DONDE ESTAMOS O NO ESTÁ...Gracias por esta valiosa aportación para mi...

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  5. Profundos pensamientos... He recordado la película "Lost in Translation", la soledad en medio de una sociedad tan repleta de medios, con tanta gente alrededor,... Estoy de acuerdo en que no se nos educa para la soledad y, cuando llega, suele ir acompañada de la vejez, de la enfermedad, ... porque lo que buscamos suelen ser momentos donde disfrutar de ella y eso no puede considerarse realmente soledad.
    Gracias por estos momentos de reflexión.
    Un abrazo grande.

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  6. ...ni para la soledad ni para la muerte ni para cosas que serían vitales...Cada cual deberá arrostrar su propia vivencia con todo lo que venga...no me gusta que se llame SOLEDAD al estado de estar uno solo y en la gloria, tal vez sea la soledad sonora que permite todas las compañías...un abrazo y salud desde el Hierro...

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  7. Amigo José Antonio, he aquí una página un tanto diferente por su exclusivo contenido ¿filosófico?, de profundo conocimiento y cultura, documentada como todas con citas precisas y presiosas. La soledad... un estado que cuando se busca es tu mundo y te hace feliz, pero cuando se impone puede pesar como una losa. Pienso que el hombre, como dijo el filósofo es "zoon politikon" (perdón por si meto la pata, pero creo que fue Aristóteles), pero son muchas las ocasiones en que apetece huir del "mundanal ruido" y vivir con "mi dolor a solas", lo que por otra parte temía Bécquer. Lo tuyo pienso, como la mayoría que es un equilibrio entre ambos estados pero no temes la soledad sino que en ella disfrutas de sus posibilidades. Un ejemplo de vida para mí es lo que eres y te admiro. Un abrazo.

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  8. ...nacimos, amigo Juan, sacados de un molde que una vez fuera de él se rompía para que no hubiera otro igual...y cada uno desarrolló como supo,pudo o le dejaron. Por unos motivos,por otros, no hay quien no tenga algo de modelo que nos sirva...
    Agradezco tu comentario y me alegro hasta tenido su hueco en tu vida..
    Un abrazo saliendo de Tenerife...
    Salud

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