...Biografía de un AÑO (2023)...

Todo está bien: el verde en la pradera,

el aire con su silbo de diamante

y en el aire la rama dibujante

y por la luz arriba la palmera.

La primera luz del nuevo año me llegó tardía y pura, literaria y esperanzada. Me explico: estaba en Göteborg, se abría otro capítulo de vida, año, por escribir, y constataba que en aquella plaza junto a la estación de tren estaba el parque, el Brunsparken, el mismo que cita en su libro Martín Alfàs (Atardecer en Brunsparken) este año releído, con igual disfrute que la primera vez, libro que versa sobre la azarosa vida, se puede decir atormentada, de un granadino de pro: Ángel Ganivet (tengo en borrador, relegada, que no olvidada, una página sobre él). Este libro lo conocí hace muchos años gracias a mi hermana Paz y fue mi regalo a la amiga Loli cuando su doctorado, a cuya exposición, invitado, asistí...Göteborg, allí empezaba el año, el mismo cuyo último suspiro me encontró hace unas semanas en Nova Sintra, capital de ese encanto de isla que es Brava, la menor de las que conforman Cabo Verde.

...Göteborg y Nova Sintra, ambientes físicos y sociales tan distantes, supusieron mi alfa y omega geográficos de este 2023; entre ellos se apretaron como buenamente pudieron el montón de vivencias que me tocó vivir: hacer un resumen es labor compleja, solo es cuestión de intentarlo, dejando al albur su mayor o menor acierto.

La palabra clave, quizá como siempre, puede ser VIAJAR, esa sensación tan sentida que arrincona a la propia palabra "viaje"... palabra viajar acompañada de soledades, libros, filosofías, arte y naturas...en fin, la parte de vida que la VIDA me asignó, como a cada hijo de vecino...

...sigue arraigada en el pueblo español, ya como tantas en vías de desaparecer, la expresión tan popular de "viajas más que el baúl de la Piquer" que se aplica/aplicaba a una persona que viaja mucho, algo que en aquellos tiempos del siglo pasado no era tan usual como ahora, ahora que la palabra viaje, en la acepción de cada cual, se ha popularizado... Digo yo que cada idioma tendrá un dicho particular que equivalga a decir que viajas mucho, que no paras, aunque Piquer, doña Concha solo haya, hubo, una...No sé cuánto tiempo se mantendrá en la dicción popular antes de pasar a la reserva, a lenguaje desusado, de culto incluso... 

Sea como sea, aseguro que ese baúl es el auténtico, no metafórico, de la Piquer, uno de los muchos que llevaba doña Concha, que se encuentra depositado en el museo de la Dolores ubicado en su mesón de, cómo no, Calatayud, provincia de Zaragoza.

Pasé por allí allá por marzo dentro del plan de ir a Belmonte de Gracián, un viaje literario, a rendir visita a la patria chica de don Baltasar, cuyo libro, El Criticón, tenía entre manos esos días...

El baúl de la Piquer puede ser, es, un excelente punto de partida, por aquello del viajar, para meter en él, cierto que harto resumidamente, con presura y apretura, los viajes, mis movimientos de este año que ya pasó a la historia, a la historia de mi vida, pasto de tiempo y olvido...¡Sea!

Todo ya en el baúl, se agita y este es el cóctel...

Ahí van, con más concierto y empeño que orden, un centenar de fotos, representativas de las miles que se quedan y que formaron la banda visual del año...

...mi amado, las montañas...este año no hubo Mulhacén pero no faltó Trevenque ni monte Athos, ni Gratal y Mujer Muerta, ni Igara y Sombrerito...cumbres en feliz hora y compaña...cumbres de Suiza, islas griegas y al fin la altura mayor de Creta...etc.

...y al fin, casi 40 años después, pude contemplar el Cervino...

...y lo vi con la "nueva visión", ausente de cataratas...no sin pena dejé las "antiparras", llevaba toda la vida con gafas y y casi treinta años con las mismas... 

 

...así, sin niebla, vi esas montañas suizas que son patrimonio UNESCO, del que también forman parte el mudéjar aragonés, Bari, Matera, Alberobello, Rodas, Bellinzona, Colonia, Cidade Velha, Chíos, Praga, Athos, Bérgamo, Kutna Hora, Córdoba, Bergen, Aquisgrán, Berna, Vergina, Sant Gallen... un largo etcétera de lugares...

...piedra, piedras, por doquier venerables piedras, piedras ancestrales pulidas por pasos de siglos...como estas de Cidade Velha, en Cabo Verde, un nuevo país al que me asomé, una habitación más (recordando a Borges)...un mes por siete de las nueve islas caboverdianas...

Piedras y caminos, caminos como escalas menores del camino resumidor que es la propia Vida...

...cada camino tuvo su propia historia, su propio sentimiento, su propia pasión, aunque forzado me veo a destacar este del monte Athos y aquel de los 4444 escalones a la vista del fiordo noruego...

...aunque sería el camino junto al río Martín en Teruel y Zaragoza, al que llevaría a un amigo si me lo pidiera...

...a un amigo ideal, normalmente siempre ausente, que toma intensa presencia en tantos rostros de cuando en cuando...

...se fue don Antonio Gala, pero sigue tan presente como siempre...en Córdoba, en su casa de La Baltasara y en el cotidiano recuerdo...

...escribiendo un fragmento del Quijote en la biblioteca de Órgiva...Precisamente, uno de los logros de este año que me obligan a sentirme orgulloso es haber conseguido dos nuevos lectores: logré que a una amiga muy allegada, le llegara el momento de embarcarse en su lectura...y de rebote su marido....Ad major gloria Cervantes y de las letras hispanas...

...no faltó una nueva cita con La Mancha...

...molinos parientes de aquellos otros en mis queridas y siempre añoradas islas griegas... 

...y en Creta, el olivo más viejo de la Tierra, la tumba de Theodorakis, el lugar donde nació El Greco.......

...y al fin, tantos años en mente, llegué a Folegandros ...y extendí mi saco al amparo de esta ermita que hace décadas vi en una revista...

...seguí creyendo que aun tengo una geografía corporal resistente a todo suelo y, así, seguir optando al regalo de valiosos dormitorios sin precio...

...hablando de dormitorios...no faltaron cementerios, descollantes por un motivo u otro...

...y las tumbas, sencillas, emotivas, de los perros de Antonio Gala...

...mis otros muchos amigos...

...y NERO...

                                                 ...¡y SALLY!...  

...y me parece, y sin parecérmelo, que ha sido el año que más cuadros he visto...

 

...y lo mismo digo de exposiciones, nunca tantas... 

...y tantos pueblos por tanta España...Anento, Obón, Anna, Pelegrina, Alcaine, Algodonales...

 ...por todos los sitios pasé, y siguiendo con vida seguiré pasando, gastando botas, animado y consciente, con el espíritu justo y ajustado que emana de los versos de Jorge Luis Borges...   

De estas calles que ahondan el poniente,

una habrá (no sé cuál) que he recorrido

ya por última vez, indiferente

y sin adivinarlo, sometido

 

a quien prefija omnipotentes normas

y una secreta y rígida medida

a las sombras, los sueños y las formas

que destejen y tejen esta vida.

 

Si para todo hay término y hay tasa

y última vez y nunca más y olvido

¿Quién nos dirá de quién, en esta casa,

sin saberlo, nos hemos despedido?

Hay, entre todas tus memorias, una

que se ha perdido irreparablemente;

no te verán bajar a aquella fuente

ni el blanco sol ni la amarilla luna.

Creo en el alba oír un atareado

rumor de multitudes que se alejan;

son lo que me ha querido y olvidado;

espacio, tiempo y Borges ya me dejan.

...Baltasar Graciàn, Luis Buñuel y María Moliner en Aragón, Juan Ramón en Huelva, James Joyce, Ovidi Montllor, Pitágoras, Munch, Richard Wagner, Homero, Miguel Hernández, Joaquín Sorolla, Theodorakis, El Greco, E. Grieg, Vingeland, Antonio Gala, Rafael Chirbes, Javier Marías...un larguísimo y sentido etc...todos, y más, aportando nivel y sentido a la vida...

...y así fue cómo hubo un poco bastante de casi todo...

“Cuando los ojos ven lo que nunca vieron, el corazón siente lo que nunca sintió.”

(Baltasar Gracián)

Motivos no faltaron para cumplir la vida en cualquier rincón, en cualquier recodo, arropado en la gloria del momento...pero también sobraron motivos para seguir siguiendo...me veo en la encrucijada de ambos, aceptando lo que vino y lo que no vendrá, con encuentros, reencuentros y desencuentros...los versos de Eduardo Carranza, poeta colombiano, con los que abro esta página, me acompañaron muchos días, muchos momentos, a veces cuando contemplaba la belleza de un mundo a mis ojos perecedero...   

Todo está bien: el verde en la pradera,

el aire con su silbo de diamante

y en el aire la rama dibujante

y por la luz arriba la palmera.

Todo está bien: la frente que me espera,

el azul con su cielo caminante,

el rojo húmedo en la boca amante

y el viento de la patria en la bandera.

Bien que sea entre sueños el infante,

que sea enero azul y que yo cante.

Bien la rosa en su claro palafrén.

Bien está que se viva y que se muera.

El Sol, la Luna, la creación entera,

salvo mi corazón, todo está bien.

...quedan muchas islas griegas, debajo de cada piedra sale un nuevo camino, patrimonios de la humanidad ni te cuento, los amigos siempre aguardan, no tendré ojos para tantos libros, son legión los pueblos de la España dormida que me reclaman, no alcanzaré a abrir tantas habitaciones (países) como me quedan, siguen quedándome asuntos pendientes por arreglar: tarea no falta, ilusión y esperanza no pueden, o no deben, faltar, encontrando fortaleza en la propia precariedad...y seguir aprendiendo que vivir es la mejor manera de aprender a morir...