martes, 3 de abril de 2018

…SEMANA SANTA en GRECIA…



MEGALI  EVDOMÁDA, Semana Grande, en griego.

…Aunque a veces coinciden  semana santa católica y ortodoxa, lo más frecuente es que se den en fechas distintas por ser diferentes los calendarios con que se rigen. Así, este año del Señor en el que estamos, el domingo de Resurrección, la Pascua católica, coincide con el que sería, es, domingo de Ramos por estos lares. Pensaba en el pobre Jesucristo, recién salido de una semana de pasión y dolor para meterse en otra de lo mismo, perdón por la irreverencia…Y pensaba  en esto y más durante la larga y profunda liturgia del domingo de Ramos, en la iglesia de Evangelismos, una ceremonia adobada de incienso, velas, santiguaciones, de Kyrie Eleyson, de AGIOS O THEOS, AGIOS ATANATHOS, ELEYSON IMAS (para algo estuve en el seminario), con el permanente canto de los clérigos y acompañantes …Al arrullo de estos cantos y su efecto mántrico me vinieron a la mente cantidad de situaciones y pensamientos de mi vida relacionados con el aquí y ahora en el que estaba… Pensaba en las liturgias, en los rituales de cada religión, los signos externos de cada una, y tirando del hilo me fui hacia atrás, hacia donde daba el ovillo, al tiempo hasta nuestros orígenes, cuando no había sino una Religión, por llamarlo de alguna forma (la etimología de religión nos lleva a "acción y efecto de ligar fuertemente" ), y que la componía, supongo, todo aquello que nos ligaba con la propia vida, con todo aquello que en definitiva nos sustentaba: el aire, el agua, el sol, la tierra y sus  frutos, la Natura, vamos, de ahí salimos…Servidor, simple aficionado a pensar, al potente y grave son de los cantos, pensaba que en qué momento de la historia común fueron irrumpiendo las religiones, haciendo su interpretación de la una sola que había...y cómo se fueron revistiendo de creencias, de edificios, de ritos...hasta llegar a los tiempos que corren, a este babel de religiones que anchamente colabora en el manicomio global que tenemos…también recordaba aquellos años de seminarista y la pasión con que vivía aquellos días, tanto por la propia fe, como por la puesta en escena de los oficios de cada día, como por la certeza de que al término de ella nos iríamos de vacaciones a nuestras casas…pasión en la que se hacía hueco la duda, la pregunta… sintiendo los sufrimiento de Jesucristo pensaba yo si no habría, dentro del todopoderoso poder de su padre, otra forma de redimirnos que fuera incruenta…Era cuestión de fe, esa fe que, como bien nos dijo un superior de entonces, “el que la fe no se pueda razonar no quiere decir que sea irrazonable”… seguir por ahí sería meterse en un berenjenal que excedería, con mucho, los megas de este post (qué remate…).   

Sincrético y vividor de todo, aunque obviamente entendiendo algo más de aquello que desde chico mamé, con perdón, igualmente vivo, siempre con el resto de pena de no entender casi nada, los rituales litúrgicos de los lugares por donde paso, sin mirar la marca religiosa que llevan, sea mezquita, sea sinagoga, sea iglesia en cualquier rama de ellas, y las tomo como un regalo, uno más, de la prodigalidad del viaje, del camino, como supone entrar en un mercado, en cualquier cementerio, en cualquier museo, barrio, callejuela, casas de gente, cafés, parques… la pródiga prodigalidad del camino en el que estamos. Tal vez un día desaparezca todo esto, al fin y al cabo producto humano, y vuelva todo a su prístino principio:  mirando al mar (soñé…), en medio de un bosque, las flores, mi amado las montañas, un manantial brotando de las rocas…en definitiva, la Natura tan mudable como eterna… lo cerca que estamos de la fuente y lo lejísimos que nos empeñamos en ir a buscar el agua



Evangelismos, la iglesia donde fui el domingo de Ramos y escenario de estas reflexiones...


...adornos de hoja de palma pendiendo de lámparas...





...la comunión y el primoroso hatillo de hierbas (el equivalente a  nuestras palmas y olivos)...romero, cantueso y olivo primorosamente amarrados con una labor de hoja de palma...  









1 comentario:

  1. Christós anésti ek nekrón,
    thanáto thánaton patísas,
    ké tís en tís mnímasi,
    zoín charisámenos!

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