martes, 21 de junio de 2022

...Postales desde GEORGIA...

¡Viajar!, ¡perder países!
¡Ser otro constantemente,
por el alma no tener raíces
y vivir viendo solamente!.
¡No pertenecer ni a mí!
¡ir al frente, ir siguiendo
la ausencia de tener un fin, 
y el ansia de conseguirlo!.
Viajar así es viaje.
Pero lo hago sin tener mío
más que el sueño del pasaje.
El resto es solo tierra y cielo.
(Fernando Pessoa)



...hace un par de meses visité la Expo mundial de Dubai. Gratuita para los jubilados, gratuito el trasporte desde tan lejos como se encontraba del centro, el interés de tener a mano algo de todo el mundo...era natural que lo incluyera entre los tampoco muchos objetivos de mi paso por los Emiratos. Confieso que me encontraba mal físicamente, poco animado y tirando de voluntad que tiraba de mi. Entonces, y ahora, me alegré de haber ido, por supuesto... Aquello, ciertamente, era grandioso. Recordaba aquella otra de Sevilla, aquella de Lisboa y, por supuesto, la del AGUA, en Zaragoza (2008)...Con paso vacilante, con una perniciosa gana de tumbarme en cualquier rincón, entre tanta gente yo veía solo bancos donde sentarme; fui paseando sin objeto mayor, viendo algún espectáculo al paso y visitando pabellones en los que no había cola para entrar...Bolivia, Macedonia, Nicaragua (allí me encontré con Darío, don Rubén, todo un detalle), Andorra, Mali, Turkmenistán, Somalia...por supuesto España, Grecia...y Georgia...En la mayoría de los pabellones que visité su contenido lo conformaban unas cuantas buenas fotos de lugares estrella del país, algo de artesanía...poco más. Entrar en el de Georgia supuso una dosis de refuerzo para un plan que ya tenía desde hace tiempo. Aunque en ese momento no me encontraba para hacer planes cierto que me propuse ir al país a lo ancho de este año...las imágenes que allí vi y que ya conocía de mis búsquedas, me concitaron al plan del que ahora, meses después, doy fe...gracias de nuevo a la vida (vidorra, según un amigo, no sin razón...)...
...hablando de postales...(la de miles que habré enviado, y todavía)...parece que me estoy viendo hace una década explicando a alguno de mis alumnos gomeros qué era, o qué es, una postal...Valgan estas postales, imagen más letra, como botón de muestra, personal, muy personal, de estos días en Georgia...

             AQUEL MONTÓN DE LETRAS




...esta librería de lance, este almacén de letras viejas, este festival del libro abandonado, fue la primera imagen que me impactó apenas llegué a Kutaisi, poco después de aterrizar. Iba con el austriaco Bean camino de comprar una tarjeta SIM para el teléfono, cuando unas obras en la calle obligaban a pasar por estos bajos de edificio. En buena hora. Me pareció una alucinación...días después regresé notando cómo me costaba salir del efecto hipnotizador que aquel caos librero ejercía sobre mí, y la imagen de las mujeres que parecían emerger del maremágnum, hadas madrinas escapadas de las páginas...un postal interior georgiana de las más perdurables...
               
PERROS CALLEJEROS 


...casualmente había leído acerca de los perros del aeropuerto de Kutaisi, que al parecer tienen un estatus particular...no puede decirse que sea frecuente ver perros sin amo merodeando en torno a un aeropuerto...pero comprobé que es común por las ciudades georgianas, siempre vagando o tumbados a la bartola sin importar lugar, repantingados en las aceras, en la puerta de lujosos comercios, indiferentes al trasiego de la gente, sin conocer la prisa ni aún en los días de fiesta...




Ya en Kutaisi, camino de mi hospedaje, encontré a tres de ellos haciendo la digestión, en plena siesta, o tal vez digiriendo las sesudas palabras de  Boris Gaponov (escritor, traductor del georgiano y ruso al hebreo) a la puerta de la sinagoga...
 
...a veces los veía caminar y de pronto cambiar de rumbo como si les hubiera venido el recuerdo de una cita...siempre en solitario, de todo pelaje, todos o casi todos con su placa de plástico en una oreja...
La última tarde subí de nuevo a la catedral de Bagrati, a contemplar la ciudad, Kutaisi, desde arriba. Al rato llegó este perrillo y se enroscó a mis pies. Yo diría que vino a despedirse en nombre de todos...(y pensar que una vez una buena amiga me dijo que no me gustaban los animales...es obvio que se referiría a que por la vida que llevo es imposible tener a mi cargo animal alguno, sea de pelo, pluma, escama...y tenga las patas que tenga, incluso aunque hable ...)

  MONASTERIOS  

 

...al venir a Georgia lo menos que pensaba era en libros, al menos de esa manera, y en perros. Pensaba mayormente en sus monasterios, sus construcciones fruto del devenir de su historia, lugares patrimonio de la Humanidad y lugares señeros de su espléndida, tan generosa, Naturaleza...



...no tuve que esforzarme: fue penetrar al recinto y acordarme de tantos monasterios del Agion Oros, el Monte Athos, en aquella mi patria de Grecia...Hablo del de Gelati...como él, muchos en lugares escogidos en plena naturaleza: rematando un monte, en el escarpe de un cañón, engastado en roca o coronándola...siempre llamativos, impresionantes...profundos fragmentos de espiritualidad, de arte, de recogimiento...de historia, todos en entornos admirables, tal y como también era en Armenia...


                                                               
 TORRES SVAN



...en la región de Svanetia, noroeste de Georgia, encajada entre las montañas del Cáucaso, la gran Rusia queda al otro lado. Son un caso singular que da carácter a dicha región...Su construcción se remonta desde la la alta edad media hasta aproximadamente el siglo XVII/XVIII. 
Llegué con la intención de hacer una caminata en el renombrado sendero que va de Mestia a Usghuli (el pueblo más alto de Europa) y admirar de cerca aquellas colosales montañas. Y allí estaban estas torres, enseñoreando el paisaje en los valles...Las había por todas las aldeas que pasé. Al fin, la dueña del hospedaje donde me quedé (Irina, en Chvabiani) propició que pudiera visitar una. Llamó a un vecino y listo...



Se usaban como vivienda pero privando su carácter netamente defensivo. De planta cuadrada, tienen una altura en torno a los 25 metros y suelen estar divididas en cuatro o cinco  plantas, accediéndose de una a otra por medio de escaleras de madera portátiles y un hueco cuadrado en una de las esquinas; en caso de peligro se retiraban aquellas y los huecos se taponaban con piedras a medida. En los muros apenas hay vanos, algunos y de mínimo tamaño, hasta llegar a la planta alta abierta en ventanucos en todas las direcciones. Todo esto y más me explicaba el buen muchacho en inglés comprensible para mí. Bien me ayudó con sus grandes manos a ir trepando de una planta a otra, tarea  ciertamente laboriosa facilitada por ser delgado (secarruto, que decía aquel padre serrano) y patilargo...El chico me dijo que unos amigo suyos estaban boxeando en Madrid... 


 
 



EL VIEJO TBILISI

...guardaba la imagen de una foto semejante a esta en la expo de Dubai. Dejar la mochila en el hospedaje, hacerme con un mapa en recepción, cruzar el puente de la Paz sobre el Mdtvari y llegar al lugar todo fue casi uno...el callejeo por el vericueto de cuestas, los edificios antiguos, el cónico remate de iglesias, la mezquita, la calle que sube al jardín botánico, las casas colgadas sobre el abismo (sí, tipo Cuenca)...rematado todo ello por las ruinas de la fortaleza Narikala...




...un conjunto admirable que pide ser rematado con un paseo a la cascada...y un helado con sabor a vino, el reputado vino georgiano.

   DE CINE

...No faltan en Kutaisi estatuas, bustos, cabezas...monumentos a sus hijos ilustres por un motivo u otro, todos con su leyenda en georgiano e inglés; de casi todos busqué su historia para por un rato alentarme en saber algo más, y por mucho más rato asomarme a la vastedad de tanto por saber, de tanta ignorancia que llevo, paliada, soportada, eso sí, por la mucha curiosidad...dejo aquí constancia de estas personas que dieron fama al cine georgiano...Ahí estoy, mirando igual de embobado que el niño, la cinta que muestra Ipolite Khvichia, grupo escultórico a un lado del palacio de la Ópera y que me recordó fielmente a Cinema Paradiso...



...A unos minutos de allí, en el peatonal White Bridge, el puente Blanco, el más popular de los que cruzan el impetuoso río Rioni, como haciendo equilibrio en la barandilla, se encuentra el llamado "Picasso boy", sin duda la figura metálica más fotografiada de Kutaisi (parece que queda mejor eso de "uno de los iconos de la ciudad")...Al otro lado del puente, un panel habla del aún en vida director de cine georgiano Eldar Shengelaia y de su reconocida película de 1968 "Una exposición inusual" en cuya búsqueda estoy a través de mis piratas...Causó incomodidad a las autoridades rusas de entonces...Habla la película, leo, de un artista, de sus sueños por ser famoso y un día ser el protagonista de una gran exposición de sus obras...Llega el amor, llega la cotidianidad, pasa el tiempo...se gana la vida esculpiendo lápidas para el cementerio. Un día se encuentra en él, y viendo sus obras se da cuenta que esa es la única exposición que ha podido hacer...

LA FUENTE COLCHIS


En pleno centro de Kutaisi, en medio de la espaciosa plaza por donde gira la vida de la ciudad, escoltada por el palacio de la ópera y el parque, se alza esta vistosa fuente, llena de agua y símbolos durante el día y de cambiantes luces cuando atardece. No me costó nada acordarme de la fuente del Triunfo en Granada, cuando en aquellos años 60 y como novedad íbamos de los pueblos a ver cómo los chorros cambiaban de luz...
Un buen compañero del seminario, erudito en materia clásica, entre otras, me dijo literalmente que un servidor tenía suerte de haber llegado a esos lugares donde me encontraba, tierra de antiguos reinos...Cólquida e Iberia, ligados tanto a historia como a mitología, y que han devenido en la actual Georgia...Colchis es eso, Cólquida...

  

                                     ...y...ISOLDA...

...Isolda solo sabía decir una palabra en un idioma que ya casi todo el mundo conoce. Y la decía cada vez que creía necesario, y me la dijo repetidamente a la hora de despedirnos tras darnos en la mejilla izquierda, como ya había visto que se hace aquí, un sonoro, repetido beso, beso de abuela, o de madre, porque en ese momento yo era un niño... Aconteció todo ello en el hospedaje de Mestia, el popular pueblo encajado entre las montañas del Cáucaso. Cada casa puede darse por un hospedaje, tal es la popularidad del lugar. En booking, entre la amplia oferta, yo me fijé en el de Bárbara...Bárbara es, no me enteré bien, creo que la nieta de Isolda y a la sazón estaba en Tbilisi, según me infirmó ella misma por un wasap. Y allí dejó al frente del negocio, sin más armas que las del cariño y la hospitalidad a la buena de Isolda (poderoso nombre donde los haya).   

Recuerdo, durante las presentaciones, cómo Isolda fue a por una libreta de pastas rojas, a estrenar, la abrió y con la dedicación propia de quien no está seguro al enfrentarse con la letra se aplicó a escribir unos números...yo la dejé hacer, expectante...puso primero 2002 y debajo 1951 y se empezó a restar...pero los números que salían no cuadraban con su edad...le corregí el 2002, le puse 2022 y cuando se dio cuenta no sabia si reír o llorar.  71 años...me puso té, me preparó un par de huevos, me picó pepino y tomate y con un cuchillo me iba abriendo nueces, y no faltó una copita de chacha...y lo mismo a la mañana siguiente. A la hora de la foto fue a quitarse el gorro que tenía, se peinó y con qué cariño decía AntonioEjemplificamos cómo fluye una comunicación cuando no hay lenguaje verbal, aunque a veces echaba mano del teléfono...Le enseñaba lo que ponía el traductor georgiano y ella se colocaba unas gafas a las que faltaba una patilla y tras leer mi escrito sonreía...Y así podría contar muchos detalles. Cuando me iba al día siguiente ella se empeñó en llevar hasta la calle la mochila pequeña y allí en medio de la calzada se quedó, agitando su mano cada vez que miraba hacía atrás, hasta que me perdió de vista al doblar una esquina...Thanks you era la única palabra que decía en un idioma que no era el suyo...decía gracias, ella que las merecía todas...(en estos días envío esta foto por correo a su dirección).

...y esta foto se empeñó en sacarla Roi, el taxista que estuvo todo el día conmigo de un lado para otro haciendo las veces del tour que no salió por falta de gente; la puso en la colección de otros tantos turistas que había llevado con anterioridad...Entre traductor y gestos nos entendimos perfectamente. Tenía gracia cómo hablaba y hablaba, en georgiano, contando cosas de los lugares por donde pasábamos y yo hacía como que entendía...lo que le conmovió cuando le enseñé una de mis fotos como maestro...y lo bien que escenificó lo buena que era el agua del país para el riñón y para orinar llevándose la mano a las susodichas partes...Cuando ocho horas después nos despedimos en la fuente Colchis, le pagué y nos intercambiamos los wasap, me dio la mano y un beso como también vi que hacían los hombres. Como el beso de Isolda, como tantos otros afectos, lo tomé agradecido, tanto más en estos ya postres de la vida...     

...entre los múltiples envíos de postales a lo ancho de mi vida no han faltado aquellas que solo llevaban escrita la dirección, sin más...Valgan estas para cerrar esta página...


















...once días pasé en el país, días que dieron para bastante aunque, como siempre, y a la postre, para tan poco. Sentí lo mismo que en otros países a los que fui la primera vez: cuando ya te vas haciendo a la vida del mismo, sabes cómo moverte, te vas adentrando en su dinámica, has aprendido las quince o veinte palabras básicas, amplías conocimientos directos y con ellos se van abriendo múltiples posibilidades...llega la hora de partir...y siempre veo una imagen concentrada de la propia vida: cuando ya le vas tomando el gusto y la medida, vas conociendo sus reglas, cuando te has leído, o te han leído, la cartilla, cuando vas sabiendo cómo llevarte bien contigo y con todos y cómo lidiar para conducirte bien, sin dañar ni dejarse dañar, y vas consiguiendo un ajustado equilibrio entre límites y posibilidades...en fin, cuando vas saboreando en plenitud el agridulzor de la vida y te vas enterando por fin qué era eso que así se llamaba, sin miedos que te refrenen ni necesidad de vanas esperanzas que te alienten, y que es cuando realmente nos consideramos preparados para empezar a vivir, ya sin borrones...entonces van y te llaman diciendo, por ejemplo, al más puro estilo manriqueño, aquello de dejad el mundo engañoso y sus halagos ...en fin...si queda tiempo habría que volver...a Georgia...

10 comentarios:

  1. Todo lo que describes me ha hecho sentir ganas de ir ya y ver y sentir este país. Gracias por contarnos y llevarnos ahí con tus palabras y emociones 🙏😍

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    1. ...con mucho gusto, amigo Imaz, lo hago, y mientras se va o no se va, yo pongo los primeros peldaños y aliento las ilusiones...Gracias por tus palabras.

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  2. Como siempre has escrito tu página con mucho cariño y interesante a la vez. Yo sé muy poco del este de Europa, frontera Europa / Asia, no visité la región y de verdad no me atrae tanto. Leyendo tu página me da cuenta que no es justo.
    El párrafo el más interesante para mi es el sobre las torres de Svan. La foto de la torre antes del telón de fondo del Cáucaso es una maravilla. Qué impresionantes son estas montañas.
    Tus palabras cerrando la página me han dejado muy pensativa. .. ..y pues de vida y salud hicistéis tan poca cuenta...
    Gracias. Un saludo desde el Rhin...

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    1. ...desde este lugar, amiga Ulrike, no puedo sino recomendar que vayas a -Georgia, lo mismo que a Armenia, un país hermoso, llenos de interés en paisaje e historia, muy SEGURO y bien preparado para el turismo...Y sí...así siento la vida, como un país del que tienes que partir cuando ya lo vas conociendo...BUEN CABALLERO, DEJAD EL MUNDO ENGAÑOSO Y SUS HALAGOS...Un abrazo desde Almuñécar...

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  3. Recuerdo cuando (hace muchos años) abría el buzón y encontraba una postal tuya... Era un momento de alegría para toda la familia... Noticias del tío Matt... Estas fotografías que a modo de postales ilustran tu página son magníficas, muy bellas, pero carecen del factor sorpresa. Antes nunca sabíamos desde dónde escribirías ni, por supuesto, cuándo. Sin embargo, tanto antes como ahora te agradezco que te acuerdes de nosotros en esos lugares que nunca pensé visitar y que tanto disfruto leyendo tus comentarios, tus anécdotas, ... ¡AGRADECIDA SIEMPRE!

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    1. ...después de leer tu gentil y generoso comentario...no me cabe más salida que...retomar lo que de todas formas no he dejado del todo...y no me faltan maneras de seguir sorprendiendo...LO TENDRÉ EN CUENTA...palabra del tío Matt..el Agradecido es un servidor...

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  4. Preciosos paisajes que conocemos gracias a ti. Son lugares inalcanzables, por nuestras prioridades, por nuestra comodidad, y por el tiempo que nos apremia, pero que traes, maravillosamente, a nuestro espacio... Y si esas geografías nos llegan al alma, aún más nos llega cómo te relacionas con ellas.

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  5. ...más "obligado" me siento, amigo Pepe, después de tus palabras, a seguir haciendo lo que hago mientras la vida me lo permita: ser mediador, trasmisor, transportador de aquello que está lejos de las circunstancias de mis amigos y familia pero no de su interés...en una palabra, la ventana, o ventanuco, a través de la que se asomen al mundo....

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  6. Amigo don Antonio, me estoy dando un banquete, que no termino de saciarme, y la verdad que no se con que plato quedarme para definirlo con un comentario. Al final, por mencionar uno, me quedo con el de "ISOLDA" . Tu defines el contacto con ella con tal sencillez, que me has hecho sentir el temor del primer contacto, el sosiego del asentamiento inicial, la alegría que proporciona la confianza del contacto, la satisfacción de sentirte como en familia etc. etc. el cumulo de sensaciones agradables, no tendría fin, ni yo la capacidad para expresarlas. Muchísimas gracias por seguir ampliando mis horizontes. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA - EL BIERZO - LEON - ESPAÑA.

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  7. ...¡que sea así por mucho tiempo!...Es complejo esto de la falta de lenguaje,,, solo hay que dejarse llevar y no mirar la hondura de la falta de lenguaje común, el agobio que puede producir...más que en familia, me hizo sentir como un extranjero bien recibido, que es mucho más...un abrazo, César, desde Almuñécar...

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