viernes, 29 de marzo de 2024

...ANTONIO, el de la PAZ...


 Esta luz de Sevilla... Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho. —La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio—.

 Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea.
A veces habla solo, a veces canta.

 Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.

Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.                   

(Antonio Machado)

...desde hace ya tiempo, varios años, cuando no tenía el menor atisbo de que existían los blogs, eso donde publicar y compartir vivencias, y por tanto no tenía ni idea de que un día publicaría en él el objeto de esta página...hace años, decía, yo pensaba de vez en cuando, que un día llegaría el día en que yo podría llegar a superar la edad de mi padre, que mi cómputo de días en la Tierra sería superior al que vivió mi progenitor, y con este pensamiento hacía cálculos al respecto, filosofía paterno filial...Y ese día ha llegado, ese día es hoy, 18 de febrero de 2021, contando siempre con un generoso margen de error tanto en horas como en un par de días por aquello de los registros natales antiguos...Él nació, o fue apuntado, el 29 de agosto de 1918, y murió a una hora imprecisa entre la noche y el amanecer del 19 de diciembre de 1984...66 años, 3 meses, 22 días...Su edad, mi edad...

Estaba yo de maestro en Hoz de Jaca, Huesca; con mis ocho alumnos de entonces, sentados en torno a la estufa, confeccionaba adornos para navidad. Fuera lucía un día frío, muy azul, espléndido, con nieve en la misma ventana. Llamaron a la puerta y era la señora Antonia, que en gloria esté, encargada entonces del único teléfono que había en el pueblo, dándome la noticia del adiós de mi padre...El poco bullicio escolar se detuvo; poco a poco recogimos todo, se fue cada uno para su casa y yo me apresté a hacer lo propio para cruzar el mapa de España, en ese momento con más incertidumbre y confusión que dolor...

Como decía, mi padre falleció, cosa del corazón (de la que servidor también forma parte), en la madrugada de ese 19 de diciembre, pasando en cuestión de segundos de un sueño a otro, quién sabe si del sueño de la vida al despertar...Años después me acordaba de ello y lo ejemplificaba al leer lo que Francisco Tomás y Valiente, presidente del Tribunal Constitucional, había dicho en una entrevista personal. Le preguntaban que cómo le gustaría fuera su morir y recuerdo que dijo algo así como que desearía una muerte sin fronteras con la vida (fue asesinado por ETA con un tiro en la nuca)...Quizá él no pensaba en irse de esta manera y lo hacía en una despedida de la vida durmiendo, como le pasó a mi padre y a tantos, que, según dicen, es la mejor muerte, aún a sabiendas que no sabemos nada, solo un suponer...la muerte de un bendito...

  Encajada a una orilla del río Monachil está la fábrica de luz de La Vega: aquí nació mi padre. Mi abuelo Ulpiano trabajaba allí. Un día mi abuelo murió (sobre 1926) y los dueños invitaron a marcharse a mi abuela, mi abuelita Paz, como siempre se le llamó,  que no tuvo más remedio que juntar el par de pocas cosas que tendría, aprestar a su prole, cinco hijos, cuatro niños y una niña (mi padre entonces tenía unos ocho años) y partir para el cercano Monachil a abrirse camino...Mi abuela tuvo que ser una mujer valerosa, con arrestos, nada amilanada y, por referencias pilladas al vuelo en conversaciones, bastante adelantada para los tiempos que corrían...De ella, de su nombre, tomó el apodo mi padre, con el que era conocido en La Zubia, Antonio el de Paz, y nuestra familia, incluyendo el nombre de mi hermana menor, apodo entrañable donde los haya, apodo ya con los días más que contados... 

En un verano, sería en 1978 o 79, mis padres, mi hermana y yo fuimos en expedición a dicho lugar, entonces en ruinas tal y como se aprecia en la foto. Dejamos el coche más allá del Purche y bajamos caminando (ahora hay una pista). Con tantas lagunas en la memoria, recuerdo ahora, con obvia más emoción que entonces, que tampoco era poca, a mi padre recorriendo las ruinas, habían pasado casi 60 años desde que se fue como niño...aquí hacíamos esto, aquí estaba lo otro...el horno aún permanecía en pie...lo que daría por tener fotos, un soporte audiovisual de entonces...                                             ...lo que daría por rescatar un generoso trozo de la memoria del tiempo que vida que compartí con mi padre, que si no fue corto en años sí fue harto parco en cuanto a la disposición, la falta de ella, que tuve. Y ya no hay solución al respecto, ni encuentro consuelo, resignándome al pobre "tendría que ser así"...


Años después la fábrica se rehízo y vuelve a producir electricidad, y no son pocas las veces que pasando el inusitado, impresionante, paraje de los Cahorros, he llegado hasta la puerta y cruzando el puente bajo el que sale el generoso caudal, me siento en una piedra y recuerdo lo que no vi ni viví...


         …Y por primera vez en mi vida vi a mi padre como un hombre mayor. La misma edad que tengo mientras escribo. Dicen que un hombre sabe que empieza envejecer  cuando al mirarse en el espejo reconoce a su padre…(Jordi Esteva en el libro "Socotra, la isla de los genios" leído justo estos días)...

...Por suerte, los amigos, compañeros, con los que he tratado este tema han venido a decir lo mismo: que su padre siempre les pareció viejo, o mayor. Yo recuerdo a mi padre inmóvil en el tiempo, siempre con el mismo aspecto, el mismo andar, la misma calva...Hay que llegar a mayor para comprender que los viejos de entonces también fueron niños y jóvenes y que con otro telón de fondo pasaron por las mismas etapas, o más, de las que tontamente creemos tener la exclusiva...Recuerdo anécdotas al respecto en mi vida de maestro...aquel niño de Arure que me miraba y muy seriamente me dijo: "maestro, ¿a que tú ya eres viejo?", o aquella de La Dama, con su amenaza, "maestro, ¿a que te llamo anciano?"Así, de esta manera, recuerdo a mi padre, además de trabajando, y cuando se arreglaba para ir  donde fuera, o a Granada los domingos por la tarde, muy elegante en su sencillez...



Comparto estas varias fotos de mis padres, algunas reveladas por mí mismo, fotos que con los años han superado la anécdota para ser sobreentrañables... Mis padres dando lustre a las botas que tenía entonces un servidor o echando una siesta en la tibieza del otoño en aquel rincón del huerto donde estaba el lavadero. Al lado estaba el aljibe, que además de reservorio servía de refrigerador aquellos veranos antes de comprar la primera nevera (marca Siemens): veo a mi padre poner en un saco la sandía o los melones, alguna cerveza Alhambra, alguna gaseosa Amavisa...atarlo bien y sumergirlo al frescor y oscuridad de aquel agua...También lo veo amarrando los sacos con docenas de alpargatas, etiquetarlos en un cartón con el remite y la dirección para enviarlos a pueblos de Málaga, y lo recuerdo jugando al parchís en aquel cuarto del bar del Lorillo, un antro lleno de humo donde se oía el tintinear del dado en el vaso y el golpe seco en el cristal, yo iba y me acercaba a la oreja por la que oía mejor y le daba el recado de mi madre, que la cena ya está. Y cuando ya de maestro en el colegio Juan XXIII de Granada, iba a esperarme con el Renault 4 al término del reparto de huevos...
Industrioso, emprendedor, de muy buena cabeza, casi analfabeto pero con mucho conocimiento, como tanta gente de entonces, fue primero alpargatero (recuerdo el tráfico de personas en mi casa, la cadena de ellas que unidas hacían unas primorosas alpargatas de cáñamo desde la materia primera hasta el acabado final), posteriormente, sacrificando buena parte de aquel gran huerto, se dedicó a las gallinas, una no pequeña granja...y apenas jubilado, fue la vida la que lo llamó...  

     


...Este día el postre era el melón, que, no sin estilo, partía mi padre; cuando estaba de maestro en Tenerife, la primera vez que me fui lejos, cursos 1980/1982, escribía largas cartas que mi hermana se encargaba de leer en la sobremesa. Entonces, mi padre decía que mis cartas eran el mejor postre, frase que por fortuna ha quedado acuñada en la familia y de tarde en tarde me la recuerda alguno de mis sobrinos e incluso ha sido revalorizada por una buena amiga que sintió la emoción que transmitía al nombrar este hecho en una pasada página titulada "Adiós a las cartas"...

 ...Aprovechando mi nomadismo pedagógico de un extremo a otro de España, mis padres me acompañaron en más de una ocasión... mi padre hubiera sido un viajero si  las circunstancias lo hubieran propiciado, tenía el mismo ausente temor heredado de mi abuela... 

...en San Juan de la Peña, Huesca...

...en Sierra Nevada, cuando a final del verano de 1979 me acompañaron a Prado Llano para presentarme como nuevo maestro del lugar... 
...en Lourdes...echando un trago del agua milagrosa...


...en el Puerto de la Cruz, junio 1982. Mi tiempo de maestro en Tenerife ya concluía y ellos vinieron con el coche, ya un Renault 6, para recoger mis bártulos... 


...en el Balneario de Panticosa, Pirineo de Huesca...

...en Ordesa...
...en las Cañadas del Teide...

Tendrían que pasar bastantes años, diría que muchos, demasiados, para que la figura de mi padre adquiriera la relevancia que hoy. Se canta lo que se pierde, decía Antonio Machado. 
...ante lo irremediable, tengo que buscar razones, que no tengo, para consolarme de lo inevitable; parece que ser joven conlleva no darse cuenta de las cosas, de los valores que nos rodean, conciencia que tomamos cuando ya es tarde...qué tonto fui, o tal vez no estaba maduro para hablar con él, apreciar tanta madurez, su vida, preguntarle de su infancia, su juventud, de tanta gente como sé que ayudó (incluso la misma noche antes de morir), de cuando aún sin cumplir nueve años me llevó interno al Seminario (base de mi formación humano-cultural)...de mil cosas que al no haberlo hecho me dejan, lo confieso, con una versión adulta de profunda orfandad...se fue y se llevó consigo buena parte de mi historia y casi toda la suya...ignoraba que aquel 28 de agosto de 1984, en la antigua estación de Alsina, en el camino de Ronda, cuando fue a despedirme, yo camino de mi escuela en Hoz de Jaca, era la última vez que lo vería...en fin... 
 

...me gustaría, así está dicho, terminar, hecho cenizas, en este lugar, sin más nombre que el de ellos... 


                                ...YA ESCAPAN DE SU AYER A SU MAÑANA;

                                    YA MIRAN EN EL TIEMPO, ¡PADRE MÍO!,

                                           PIADOSAMENTE MI CABEZA CANA. 



14 comentarios:

  1. Todavía con lágrimas en los ojos... siento el regusto agradecido de su recuerdo, que permanece intacto en el corazón después de tantos años....y a pesar de mis escasos 8años cuando marchó.....

    Leo, pienso y me reafirmo en esta frase que pronunciaba recientemente un amigo en el funeral por la muerte de su padre : SOMOS ENANOS A HOMBROS DE GIGANTES, cuando se trata de reconocer la talla humana de nuestros padres, abuelos (por qué no? siendo tu caso, también nuestros tíos....) cae a peso como plomo, que no somos nadie sin nuestras precedencias.....

    "Industrioso" como los haya en esta familia.... se te quedaron atrás otras facetas como las de Agricultor de la Uva de mesa, la de Constructor y Promotor Inmobiliario, tratante, negociante... pero sobre todo... la de BUENA PERSONA.... (recuerdo oír agradecido a mas de un Zubiético, literalmente hasta las lágrimas..., años después de su muerte, al decir que éramos nietos de Antonio el de la Paz por el recuerdo de cuanto trabajo había repartido y cuanto había ayudado a la gente...)

    Sin duda nos dejó un alto listón al que aproximarnos.... subidos sobre sus hombros.

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  2. ...qué puedo escribir al cabo de estas letras sino agradecerte su lectura y el que de alguna forma la completaras con esos detalles, no menores, que incluí en la ancha palabra "industrioso"...muy lejos (¿?) veía el momento de escribir esta página que ha salido directamente del corazón..."al fin DIMOS alcance a la verdad.." que decía Benedetti...

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  3. Amigo don Antonio, gracias por hacerme revivir los momentos pasados, del poco respeto que le teniamos a nuestros padres, cuando eramos adolescentes, y lo que nos pesa más adelante, el haber sido tan ciegos como estupidos, con respecto a ellos (despues de burro muerto, cebada al rabo). Yo creo que por regla general, la vida es asi, ya que si fuese de otra manera, tal vez no coincidiriamos todo mundo con las mismas reflexiones y arrepentimientos, lo cual significa que hemos pasado una etapa de la vida de forma completamente natural y normal, asi que...fuera arrepentimientos, ya que a nosotros nos pasara lo mismo, para dejar todo compensado. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA.

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    1. ...Amigo César, en lo que a mí respecta, nadie me echará de menos como padre, cosa que considero una ventaja, aunque sea menor. Pero es que lo de nuestros padres, madres, se puede trasladar, a otro nivel, a muchas cosas y muchas personas en nuestra vida...Es evidente que es ley de vida, pura ley de vida...no hay remedio...Un abrazo desde Almuñécar.

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  4. Leo de nuevo esta página con sabor agridulce -como la vida- que me evoca momentos de mi niñez, de mi juventud, ... no importa la edad a la que te quedes huérfano, siempre te asaltarán pensamientos de lo que pudiste hacer o decir y no hiciste...
    Me ha recordado un espectáculo del Circo del Sol que vi hace muchos años en la Ciudad de las Artes de Valencia. Trataba sobre el Ciclo de la Vida, no recuerdo el nombre. A través de los sentidos apreciabas la belleza del montaje, la magnífica música, la maestría de los movimientos de los artistas,... pero había algo más, algo que llegó a emocionarme, como ahora, ese Ciclo de la Vida que tan bien narras tú ...
    ¡Ay! esa foto de tus padres limpiando tus botas lo expresa todo...
    Un abrazo grande.

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    1. ...citas, amiga Mari Carmen, a mis padres lustrando las botas y parece que los estoy viendo, se pusieron muy aplicados para el retrato. La escena, además, está enmarcada en todo un muestrario de objetos (la mecedora, la cortina, las sillas viejas...)que le dan un genuino sabor de pueblo, costumbrista...en fin, gracias, siempre, por tus cálidas palabras...

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  5. Te agradezco por esta página tan íntima y sincera, no es fácil hacer público sus emociones, recuerdos tan personales como tú lo habías hecho.
    Hay un dicho: La vida solo puede ser comprendida mirando hacía atrás. Pero debe ser vivida mirando hacía adelante.
    Perdiste a tu padre bastante joven, rodeando los 30 años. Es la edad para separarse de sus raices, para fundar su propia vida, para encontrar su camino. Creo que volvemos a acercarnos a nuestros padres cuando lleguemos más o menos su edad, cuando estemos en la "primera linea". Nuestra edad nos ofrece entenderles mejor, sus rendimientos y el vínculo que todavía existe. Salen preguntas, preguntas que nunca estarán contestadas. Siento el cariño y aprecio en tu página con el que estás escribiendo de ellos, las fotos, cuantas veces te habían visitado con interés y amor. Es para calentar el corazón.
    Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora...
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias, amiga Ulrike, por tus íntimas palabras que rematas con las sabias y no menos resignadas palabras del Eclesiastés. También parece "natural" que cuando llega la hora no estamos nosotros al momento...Es una página que no sabía cómo hacer,cómo meterle mano, la fui dejando y justo en su fecha me puse y me salió "del tirón". Sólo a nuestro nivel interior podemos saldar las deudas que nos quedaron, la conciencia nos concede ese consuelo...un abrazo desde Almuñécar.

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  6. Así es, mi querido amigo: cuando no están, nos damos cuenta de lo que nos falta; cuando maduramos y vamos tras su senda, más los añoramos; cuando nos damos de verdad cuenta de lo que teníamos, ya se fueron. La vida misma y el devenir del ser humano. Ya has pasado el "tranco" de la puerta y espero que vivas muchos años tranquilos y felices en esta tu "casa" con los que mucho te apreciamos.
    Un fuerte abrazo.
    Mariano

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    1. ¿...qué diría sobre esto, amigo Mariano, el gran Luciano de Samósata, viviría sentimientos similares...?Se canta lo que se pierde,perfectamente expresado por Antonio Machado.Espero, deseo,que esos deseos que expresas se materialicen de buena manera en los encuentros que nos quedan ..un abrazo desde Almuñécar.

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  7. Emocionantes recuerdos Antonio. Qué bonito el apodo de tu padre... Creo que te pega también a ti. Es admirable tu mirada familiar, ese sentimiento tan difícil de plasmar... (lo digo porque lo he intentado y siempre acabo rompiendo lo que escribo. quizás lo tenga todo demasiado cerca)

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  8. ...y sin embargo, mi amigo, esto que has leído lo siento, al releerlo, como "que no es", que refleja muy pálidamente lo que siento, lo que quería expresar...es un consuelo pensar que, sencillamente, solo a muy pocas personas, tocadas por esa gracia, le es dado el don de tenr palabras a la altura de su inspiración..pero sí, tenía el "atranque" de esta página y conseguí sacarla adelante...Gracias, Pepe, y se acerca el día de vernos...

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  9. Titi, no puedo más que sentir emoción y por supuesto acoger los miles de recuerdos que tengo del abuelo. Cuando volvía bien temprano, de arreglar las gallinas y salía todo pincho de asearse, siempre entraba en mi habitación a darme un beso...su olor a limpio, sus manos fuerte y toscas, lo grande que era¡¡¡ y como jugaba con nosotros a "las campañas de Pedro botana"
    En su adiós,en aquel magnífico patio, lo sentía tan vivo que aquel cuerpo no podía contener lo que el era para mi...
    Realmente las personas mueren cuando se las olvida
    Gracias titi.

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  10. Hoy, casualmente diría, he encontrado este comentario que ya sé de quién tiene que ser. Me alegra y me acompaña que hayas leído esta página construida, no sin esfuerzo y con un acierto no a la altura de lo que sentía, página mayormente para la familia...y todo lo que dices lo siento tal cual, lo del patio, cuando llegué yo por la mañana,los muchos recuerdos y olvidos al respecto...y que no eran las campañas sino las campanas de Pedro Botana...Totalmente recuerdo la relación entre vivir y olvido...Besos desde Almuñécar...

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