domingo, 31 de enero de 2021

...JOSUÉ...

 ...en septiembre de 2001, tras rodar cuatro años por esos mundos de Dios disfrutando intensamente de mi segunda excedencia, decidí gustosamente darme un descanso regresando al mundo de la tiza y la pizarra, a los niños, esos que curan el alma como decía Dostoievski (a condición que sean de los demás, me atrevo a apostillar yo🙏)...y lo hice a un destino de lujo, elegido casi con lupa, en la querida Gomera.

Quería un lugar tranquilo, como otros que disfruté en la Alpujarra, Sierra Nevada, los Pirineos, en la sierra de Segura y El Hierro, un lugar calmo, con mucha, o toda, Naturaleza alrededor, un lujoso bosque cercano (las espesuras del Garajonay), con servicio de guagua, con un bar, una venta, con casa de maestro...y una escuela unitaria con los consiguientes pocos niños y de varias edades con la riqueza que ello aporta. El lugar no podía ser otro que ARUREQue habría buena gente, eso ni lo dudaba, en todo caso me quedé corto, como me suele ocurrir. En fin, que todo estaba servido para que pudiera pasar un tiempo feliz de mi vida, como realmente lo fue.

Y como suele ocurrirme, mi imagen fue chocante, nada parecida a lo que se espera, al menos de entrada, de un señor maestro... ...diré simplemente que, habiendo enviado previamente por correo un par de cajas de libros y algo más de cuatro cosas, llegué en bicicleta, toda una declaración, y todo un esfuerzo sabiendo la  complicada ruta que lleva desde San Sebastián, capital de la isla, a Las Vegas de Arure.

Ya se fueron al otro barrio el señor Ramiro Darias, la primera persona con la que hablé  nada más poner pie en tierra a la puerta del bar de Conchita, seña de identidad de Arure, y don Juan Plasencia, apodado "el Pintao", que por encargo de ella me llevó donde María Rosa, señora que limpiaba la escuela y tenía las llaves del recinto y la casa del maestro. Siempre que vuelvo a Arure la saludo, como a todos los que van quedando, y recordamos la mala pinta que me vio y lo dudosa que se quedó al darme las llaves...porque podía tener pinta de cualquier cosa pero no de maestro...

En estos tiempos modernos, ya  tiempo ha sobrepasados aquellos en que se decía "tienes más hambre que un maestro de escuela", lo menos que se puede esperar del maestro que llega al pueblo es que llegue en coche, incluso un coche que cause algo de callada admiración, ni el más crédulo creería que un maestro como Dios manda llegue en bicicleta...y con ropas de ya conocéis mi torpe aliño indumentario que decía Machado... y si desembarca en el pueblo con su familia, señora y un par de chiquillos, el cuadro está completo...en fin, lo menos parecido a como llegó un servidor...

Siempre que paso por Arure me doy una vuelta por el recinto escolar...la hierba saliendo entre las losas y el deterioro de las instalaciones, ya patrimonio del olvido (la escuela cerró en junio de 2013)...

Y ahí estamos mirando cara a las vegas; la escuela justo por encima de la segunda y tercera niña de la derecha...

 Y aquí está, a la derecha arriba, Pedrito, al que dedicara una página hace tiempo, y a la izquierda las mellizas a las que también...No sé si sería el Cabildo o el Ayuntamiento quien envió estos uniformes que en ese momento fueron una novedad, y lo mismo los usábamos para pintar que para teatros...En la foto parecemos niños de un orfanato o de un colegio de monjas...Y ahí está, además de Christopher, Maikel, Guacimara y Kevin Jesús, ...y el niño Josué, sentado en mi regazo...que es a quien dedico esta página de la que todo lo escrito ha sido un preámbulo... 

Días pasados comuniqué a buena parte de mis amistades el encuentro con él, después de cuatro o cinco años sin vernos, aunque realmente no hemos perdido el contacto, todos sabemos algo de todos entre mis regulares visitas y ahora con el grupo de wasap. Rescato varias fotos de las diapositivas de entonces amén de un par de anécdotas que recuerdo de mi famoso librillo... 

...un día que se había pasado la hora de salir al recreo, Josué dijo "¿hoy no comemos o qué?...y otro día al entrar del recreo: "ah, maestro, que me había dicho me madre que probaras el postre que traía pero se me ha olvidado y me lo he comido to"...

...Buscando arreglo a su problema sus padres lo llevaron a la clínica universitaria de Navarra...A su vuelta me contaba  y contaba tanto visto por esa península. Yo le pregunté qué le había gustado más y él dijo que un tren, el "brumed", palabra que pasó a ser popular en la escuela, brumed para arriba brumed para abajo...El verano siguiente en mis viajes al fin pude ver que se refería al tipo de tren llamado Euromed...y un día que hablábamos de partes del cuerpo llegamos al corazón y yo pregunté que dónde se encontraba. Josué, al más puro estilo gomero, dijo:"Uy, pues dónde va a estar, ¡dentro del cuerpo!"...          




...y los campos de alrededor eran la extensión del aula...Mi nunca buena espalda llevaba como bálsamo el leve peso de Josué y no había rincón al que no fuéramos todos juntos...Ahí van los niños, como ovejas sin pastor...Josué me decía con su boca pegada a mi oreja: maestro, vamos más rápido que siempre llegamos los últimos...

Veinte años separan estas fotos, veinte años de cariño por este niño, y por todos... 

...¡que la vida les permita vivir dignamente!...   

12 comentarios:

  1. Amigo don Antonio, me siento participe de tu buen y cariñoso saber hacer, cómo se nota el paso de una persona que hace bien las cosas por dónde va, la siembra cuando está bien hecha nunca se pierde, puede dar más o menos, pero siempre da algo positivo, me meo con la risa por la descripción que has hecho de tu llegada a la escuela de Arure, pobre señora encargada de las llaves del recinto, tener que entregárselas a un indigente, o algo parecido, seguro que la pobre mujer no durmió agusto por lo menos en una semana. Me sumo al agradecimiento,tanto de tus alumnos como de todas las personas que te conocemos, y sobre todo darte muchísimas gracias por los relatos que nos describes en tus publicaciones, qué de una forma diferida nos haces vivir. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA.

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    1. ...qué feo está, amigo César, que un señor mayor y formal como tú le pase eso que dices al reírte....
      Bromas aparte, el relato que hice de mi llegada es un resumen, que hubo más. Tengo un repertorio interior de las llegadas a cada uno de mis destinos, todo forma parte de mi paisaje interior, de mi propia vida, y ahora me asomo a ello con gusto, indulgente, sonriente, agradecido...como a ti...un abrazo desde Tenerife.

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  2. Antonio, eres un maestro de la pluma expresando tus sentimientos y anécdotas del pasado volviéndolas al presente para revivirlas de nuevo. Eres un gran humanista y eso implica ser una gran persona. Tu amigo Mariano.

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    1. ...te digo, Mariano, que estando con los niños tuve oportunidad, permanentemente, de acordarme del niño que era cuando nos conocimos...Mi máxima era hacer lo que me hubiera gustado me hicieran y no hacer lo que no me gustó que me hicieran...LÁSTIMA QUE LA SEGUNDA PARTE DE ESTA MÁXIMA LA INCUMPLÍ MÁS DE UNA VEZ Y NO ME DEJA CONTENTO SABER QUE SOBREPASÉ LA PRIMERA...ya no puedo hacer nada...
      Gracias, amigo de MOntenegro...

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  3. Emocionante relato de tu vida Antonio; he teneido buenos maestros, no me quejo, pero uno como tú, eso es un lujo al alcance de muy pocos... No conocía el nombre de Arure, pero ya nunca se me olvidará, suena a realismo mágico, como esa literatra maravillosa que te acompaña. Tampoco me olvidaré del competitivo Josué, que no quería llegar el último, que como el bíblico que detuvo el sol, se quedó contigo para siempre. Como Mariano, cerraré estas líneas con tu amigo Pepe.

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    1. ...aunque sólo fuera por poner el nombre de Arure en tu mapa personal ya estaría justificada esta página. Había otros lugres (Imada, Taguluche...los escribo porque son una declaración fonética) pero las escuelas ya habían cerrado...Con esta de Arure son tres las escuelas que cerraron a mi paso...la irreversible muerte del mundo rural...Realmente la escuela, llegué a pensar, era una vacación por la que, además, me pagaban...me viene a la memoria aquel curso 1977/78 en la escuela del Barrio de Monachil; llegaba con la moto, una vespa, desde La Zubia, y era llegar y los infantes corrían a mi encuentro...y a la salida, a la una y a las cinco de la tarde, había turnos para llevar un niño atrás y otro delante...como ahora más o menos....Un abrazo y gracias.

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  4. Otra bonita página, tierna y humana,de un gran maestro,como sé que lo fuiste; envidiado y admirado a partes iguales. Muchas veces he pensado que perdí un precioso tiempo de aprender contigo, aquel lejano curso, de los primeros de mi ejercicio, en aquel grupo de maestros de escuelas unitarias que nos juntábamos cada 15 días, cada vez en una aldea diferente. Cómo se llamaba, "Seminario Permanente de Escuelas Unitarias" ?? No lo sé, pero sí recuerdo entrañablemente aquellos buenos ratos compartiendo ideas y realizando proyectos y algún que otro cruso juntos. Qué tiempos, José. Tu amigo Juan (pa no ser menos)

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    1. ...ay, amigo Juan, aquel tiempo de la sierra de Segura...Mi figura era, y mucho, el amigo maestro de Pontones José María...No podía creer la dedicación que ponía en la escuela, la cantidad de ideas...Sí, ese el nombre, Seminario...no sé cómo serán los colectivos actuales (ni ganas, reconozco,con perdón) pero aquello no parece verdad de bonito a los ojos de hoy...Hornos, Carrasco, Pontones, El Robledo, El Ojuelo, El Tranco...aaaayyyyy...Un abrazo con esperanza de TABLILLA a lo ancho de este año...

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  5. Es impresionante cuantas páginas has dedicado a tus alumnos de entonces y a los lugares donde trabajaste como maestro. Una vez más nos has presentado un individuo.
    Yo por mi parte tengo recuerdos inolvidables de la escuela rural en El Pozo de los Frailes en Cabo de Gata. Estuve en este pueblo hace bastante años, sola en mi periplo por el sur del sur, fue en marzo, un mes muy triste, frío y lluvioso, el pueblo para mi totalmente desconsolado. España profunda como diría tu sobrino. No sabía que hacer y pregunté en la escuela si me dejaron participar en las clases. Y los cuatro maestros me dejaron y así me rescataron mi estancia porque estuve a punto de ahogarme en tristeza. Ellos y los niños me distrajeron, me enseñaron mucho sobre el trabajo en una escuela rural que hasta entonces no conocí. Los niños me saludaron en las calles con "Hola maestra" y me hiecieron muy orgullosa. Por fin El Pozo de los Frailes era mi pueblo y volví varias veces.
    Entiendo absolutamente que por el trabajo y la vida en estos pueblos lejanos crece un vínculo, un vínculo con la naturaleza abundante y el paraje y con la gente. Este vínculo te deja volver.
    Entonces: LA VIDA ES UNA CONTINUA VUELTA....
    Un abrazo desde el Rhin con su inundación anual.

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    1. ...perdona, Ulrike, permíteme que empiece por el final y lo que ocupa menos sitio en tu gran comentario pase para mí a ser "prioritario": nombras el Rhin y su inundación anual y pese a estar aquí, en Almuñécar, "me rapto" y me voy a tantos lugares donde lo vi y vi las marcas donde llegaba el agua...
      REcuerdo que me contaste algo de tu experiencia en aquel ya no tan remoto lugar de Almería...tal y como lo cuentas es suficiente para saber que estamos en la misma sintonía...Gracias por compartir los lugares diferentes y recuerdos que son los mismos...la única vivencia, la verdadera...

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  6. Para tí sería un lujo esa escuela de Arure, pero para esos niños sí que sería lo más grande... No habrán tenido nunca un maestro como tú. Habría que preguntarle a Josué cuántos maestros lo han llevado a sus espaldas...
    Gracias por dejar el Magisterio tan alto...
    Un abrazo.

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  7. ...bueno, maestra Mari Carmen, no todos los días tiene un maestro oportunidad de llevar a un niño a la espalda, es un lujo no alcance de todos, entre otras cosas porque hay que sacar a los niños "de la jaula", eso para empezar...
    Magisterio, excelsa palabra...¿cómo serán las escuelas en Socotra?...un abrazo desde Almuñécar...

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