sábado, 21 de noviembre de 2020

...VIAJAR en TIEMPOS REVUELTOS...

      VIAJAR SE ESTÁ VOLVIENDO MUY COMPLICADO 
(escuchado en la película El Ángel Azul, con Marlene Dietrich, película que por una serie de circunstancias encadenadas vi en la noche de hotel junto al aeropuerto de Budapest, cuando  concluía el tramo viajero que empezó el 28 de septiembre)...
Si volvemos la vista atrás en nuestra historia, viajar en profundo nunca ha sido fácil, por unas circunstancias, por otras, desde inconvenientes físicos naturales hasta las trabas legales. Teóricamente y dentro del desarrollo mundial, hoy, globalizados como estamos  (¿!?) debería ser muy fácil desplazarse de un lugar a otro a poco, ir donde nos pugliera teniendo ganas y no faltando medios...pero no, es un espejismo...que ha venido a agrandarse con la pandemia que nos vino encima...Viajar en tiempos de pandemia...
He terminado este tiempo viajero de manera similar a la que terminé en Israel el pasado marzo, cuando empezaba lo que todavía está candente...   

Esta página está en buena medida dedicada a modo explicativo a amigos que, curiosos y extrañados, me preguntaban cómo hacía para cruzar fronteras, para saltar de uno país a otro o para moverme dentro de cada uno sabiendo las restricciones en aumento, y me preguntaban con un cierto deje de  sospecha, como si dispusiera de unos privilegios o lo hiciera de manera un tanto clandestina... o poco clara, que también lo hubo como voy a detallar...
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25 de septiembre, me hago en Granada la prueba PCR (130 euros), por la probable petición de ella al entrar en Italia.
29 de septiembre, vuelo Alicante-Bolonia. En el avión nos dan una hoja, un formulario con preguntas tales como si creemos que estamos bien, que no hemos estado en contacto con gente infectada etc. Se supone que al llegar a Bolonia nos lo van a pedir, que nos van a tomar la temperatura, algo...Nada, directamente fuera. En esos momentos en Italia no hay obligación de mascarilla...En los trayectos de barco y algún tren hay toma de temperatura...
8 de septiembre, vuelo Nápoles-Cracovia. Nos dan el mismo formulario del vuelo anterior...Y lo mismo: nadie esperando, ningún control al llegar a suelo polaco. Estos documentos cumplimentados, sin ningún valor legal, puro papel mojado, harían su función, creo, en el siguiente paso... 
22 de septiembre, autobús de Ecolines de Cracovia a Lviv, Ucrania...Partimos a las once de la noche. Sobre las dos, sin mayor complicación, pasamos la frontera polaca...el hueso estaba esperando en la ucraniana...
Salimos todos del autocar, inspección de equipajes; yo soy el único no polaco no ucraniano...Todos los viajeros regresan al autocar menos yo. Viene una chica policía y me dice algo de lo que solo entiendo Corona Virus...saco de mi bolsa todo el papeleo que he ido juntando: los formularios citados, la prueba PCR más que caducada y algún escrito más que había sacado de internet...A la luz de su linterna en mano la buena muchacha empieza a mirarlos detenidamente, se caen al suelo, los recojo con la ayuda del chófer del autocar, yo ya pienso por dentro que allí me quedo, no tendría más que esperar el día, volver a Polonia y listo. por un segundo me consuelo pensando que peor sería una noche de enero en el crudo invierno, y hasta me viene a la memoria aquella mujer policía de los años 70 Christie Love...El chófer, lo entiendo por los gestos, le dice a la policía que por favor acelere el trámite que están aguardándome para seguir el viaje. La poca luz que había no me permitía ver las expresiones pero me vinieron a decir que recogiera todo el papeleo, documentos...el chófer me dice que suba al autocar, los viajeros miran, o así creo, la cara de cordero degollado que debo llevar, aún no sé si voy a pasar o me quedo...Avanzamos hasta el control de pasaportes, me preguntan que a qué voy a Lviv (turismo), dónde me quedo (lo justifico con la reserva en el hotel) miran y remiran el pasaporte, me lo sellan, subo al autobús y carretera...ni me lo creo...  
26 de octubre, avión Lviv-Londres. y unas horas después avión Londres-Atenas. Previamente he cumplimentado un cuestionario del gobierno británico que me convalidan enviándome un código QR. Un cuestionario que pese a ponerme a cumplimentarlo con la mejor voluntad acaba lleno de disparates...dice que tengo que rellenarlo todo en inglés, tanto es así que no admite José Antonio como nombre de pila, se me ocurre poner Joseph Anthony y lo acepta, más adelante veo que donde debía ir el nombre de la calle está mi segundo apellido, en el número de la casa está mi edad y así todo...A la hora del embarque para Atenas es cuando me lo piden, enseño el código y para adentro...
Al llegar a Atenas, de madrugada nos hacen una prueba rápida, creo que de antígenos, poniéndonos una varita en la lengua, pasándola a un tubo de ensayo y esperar...20 segundos no más todo el proceso.
En los trayectos de barco entre las las islas  a la hora de comprar los billetes daban un cuestionario con el mismo tipo de preguntas y que se entregaba con el pasaje a la entrada al barco...¡por dos veces la misma persona que me vende el billete ha marcado con el NO todas las preguntas, dando por hecho que estoy bien!...
Voy pasando de isla en isla hasta que en la madrugada del 7 de noviembre se anuncia que el país entra en confinamiento. Estoy en la isla de Íos. La policía portuaria me informa que solo puedo salir de la isla para ir directamente al Pireo y de ahí al aeropuerto...A la hora de embarcar días después tengo que mostrar la tarjeta de embarque del vuelo en que parto...
(a estas alturas hace ya días que Ryanair me comunicó la cancelación del vuelo que tenía para el 12 de noviembre y solo con un par de días de anticipación hizo lo propio Vueling para el 15. Pero ahí estaba al quite mi socorrido Ryanair con un par de vuelos, los dos siguientes, a un precio insólito: 9 y 11 € respectivamente, ambos vuelos con unos 40 pasajeros)  

13 de noviembre, vuelo Atenas-Budapest. No hay requisito alguno. Llegamos al aeropuerto Ferenc Liszt, solo mostrar documentación, toma de temperatura...me preguntan algo que no entiendo y yo me acojo a lo que estoy mostrando: la tarjeta de embarque del día siguiente que justifica que solo voy a estar un día en el país, además de la reserva que esa misma mañana hice en un hotel cercano al aeropuerto...Llego al hotel, me atiende una recepcionista muy amable que rebajando su nivel de inglés hasta que lo entiendo me dice que qué negocio me trae a Budapest, yo me quedó en el aire...Entonces me explica que desde hace dos días no pueden alojarse turistas en ningún tipo de hospedaje, solo gente de negocios y similar...tuvo que ver la cara de circunstancias que puse...hizo varias llamadas, rellenó unos papeles que firmé (a saber en qué negocio me colocó) y me dijo que estaba todo arreglado...
14 de noviembre, vuelo Budapest-Málaga. Cumplimenté otro cuestionario, esta vez del gobierno español, con su correspondiente código QR (el motivo del mismo es estar controlados y  poder avisar a los viajeros que hayan estado en los asientos vecinos caso de presentarse un contagio), lo piden al llegar a Málaga justo con la toma de temperatura.  Y eso es todo...
Para restar aridez a lo contado, al fin y al cabo historia personal, y sumar color de tantos momentos, voy a referir algún detalle, alguna historieta, alguna anécdota de esas tantísimas que se van quedando solo parar mí por carecer de mayor importancia, porque se le anteponen otros compartires,  por  falta de tiempo, y que, como tantas, me las llevaré, es un decir, cuando llegue la hora de la ceniza...

POR EJEMPLO...
...La tumba de Boticelli, en una capilla de la iglesia de Todos los Santos, en Florencia...
En la misma Florencia me enteré que existía un artista, y no menor, llamado Andrea Orcagna. Y, quién lo diría, gracias a la curiosidad que suscitó el envío de esta foto a mis antiguos alumnos de Hornos de Segura. Mi alumna Rosa me preguntó que quién era ese hombre esculpido a la derecha de la imagen...fue Cristina, otra alumna, que hizo carrera y la que más llegó a estudiar, la que no quiso quedarse con la duda y buscando y rebuscando nos dio la solución, todo un ejemplo de curiosidad aplicada a las ganas de saber...    


 ...Un rato después, una vez bajado del campanile, sigo el paseo y me encuentro en la iglesia de Orsanmichele el tabernáculo de Andrea Orcagna, obra en mármol, considerada en su tiempo la más perfecta obra en su clase del gótico italiano...
Gracias a los que fueron mis alumnos
Andrea Orcagna, en unos minutos, pasó de desconocido a ser de la familia... 



...En Milazzo, Sicilia, me encuentro en un pequeño jardín junto al puerto este monumento a los que se fueron por el Covid 19...El verano pasado, en Grado, Asturias, en el Camino Primitivo, encontré otro... 
   
En el mismo Milazzo, en su monumental cementerio, toda una sorpresa, estos dos recuerdos de infantes...¿quién se acordará de ellos?...



 

Una sorpresa gratísima, algo que disfruté sobremanera por el tema y por lo inesperado: la exposición fotográfica en el sótano de la sede del Instituto Cervantes en Cracovia. Giraba en torno a la importancia que tuvo Madrid alrededor de los años 50 y 60 en los rodajes de películas, en buena parte grandes producciones como El Cid, Doctor Zhivago, El mayor espectáculo del mundo...ahí está Charlton Heston en plan Rodrigo Díaz de Vivar...o Ingrid Bergman paseando junto al museo del Prado, o la reina Sofía con Sofía Loren en un descanso de ser doña Jimena... 


 ...el equipo del Doctor Zhivago, película rodada en buen parte en el pueblo madrileño de Canillas...



...de la casa junto al mirador del meandro del río Reno, no muy lejos de Bolonia, sale una señora y me ofrece un café, me pregunta de dónde soy, entra a la casa y sale con un cuaderno un tanto desencuadernado, lo consulta y me dice que no tiene anotado ningún español...escribo algo y le firmo; era el primer día del Camino de los Dioses... 

...Camino de Santiago en Cravovia...
4.184 km 
a Compostela...




 
En la pequeña isla griega de Donousa me encontré este monumento: la taverna, tienda, cafetín de KYMA, un trasunto de las ventas, bar y tienda, que ya se pueden dar por desaparecidas en mis queridas Canarias pero que tuve la suerte de disfrutar hasta no hace tanto...mi antiguo alumno Pascual me dijo, viendo la imagen de abajo, que parecía el bar de los Pitufos...¡qué sitio tan bonito, tan agradable, tan griego!... 

Una anécdota de peso, un regalo de mi amiga Aminata de El Hierro. Me contó que estaba con su hija pequeña, tendría 4 o 5 años, viendo uno cuadro representando el momento de la crucifixión en que el soldado Estefatón lleva a la boca de Jesucristo una esponja empapada en vino y vinagre, como respuesta a su "tengo sed" ...
Mamá, ¿por qué ese hombre le está limpiando el sobaco al Señor?...el fresco, de Fra Angelico, estaba en una celda del convento de San Marcos, Florencia...
 

El cementerio de la Peste, en Stromboli; solo ocho tumbas para gente que murió de dicho mal a caballo de los siglos XIX y XX...un regalo de mi patrón del hospedaje en la isla...
        
Hace mucho que perdí la cuenta de cuántos San Antonios, mi santo, he visto en mi vida y que duermen devotamente en archivos. San Antonio de Padua en general y de Lisboa en Portugal, que por por ello nació allí...Puedo asegurar que con diferencia es el santo de la parte católica más representado en imágenes, siempre con sus atributos: niño Jesús, libro y lirio blanco...Envié a mi familia una foto de este, sin duda el más juvenil que he visto, en la iglesia de Stromboli; mi hermana mayor me dijo que le recordó al niño Antoñito que fui...
  

Esta placa, que parece puesta en un lateral para que solo la vean los llamados a verla, está en el aeropuerto de Budapest, último paso antes de llegar a España...Ferenc Liszt el gran pianista, compositor, suegro de Wagner y cuya tumba visité en Bayreuth. Mucho antes de acceder a su música conocía su nombre...Así se llamaba uno de los dos cines de mi pueblo, el cine de arriba, el cine Liszt...Mi hermana se encargó de saber el motivo de tan ilustre nombre: allá por los años 60 una de las hijas del dueño estudiaba música y le pareció buen nombre. Yo, mientras tanto, pensaba que se refería a Liz Taylor pero escrito de otra manera...Esta la historia del sublime nombre del humilde cine que había en un pueblo ya menos humilde...y el final de esta página...
(y entre tanto se fueron Sean Connery, Javier Reverte, Jordi Llopart...)

jueves, 12 de noviembre de 2020

...AZUL, AMORGOS...

...tras el aparte en el tiempo que han supuesto los dos días en la isla de DONOUSA, merecedora de una personal página, llego a AMORGOS...
(aguda, AMORGÓS)
Tengo en Alcalá de Henares un amigo, más que un buen amigo, un amigo que me recibe, me despide, me vuelve a recibir...yo le llevo noticias del otro lado de las murallas y él, amén de otros aspectos que sería prolijo enumerar, me acoge con esa hospitalidad cuyo calor no ha sido mermado por la costumbre.
Tiene mi amigo un hermano, un hermano que, además de sus ocupaciones formales, es pirata, cierto que un pirata honrado, como decía el verso de José Agustín Goytisolo...
No hay película, la mayoría de las veces auténticos tesoros ocultos, que se le resista de cuantas le encargo...
Yo pagaría con gusto por ellas, no es justo que el trabajo, el talento y la inspiración de tanta gente no se vea recompensado monetariamente además del reconocimiento público. Pero no hay manera de conseguirlas, o sabe Dios.
Así, de tiempo en tiempo, le encargo una tanda de películas y cuando paso por Alcalá le llevo un disco duro, me las graba y p'alante...
Cierto que muchas de ellas no llegaré a verlas; me ocurre como con los libros, que no he leído todos los que tengo en los anaqueles, por no citar los que aguardan en las bibliotecas, pero me reconforta y ensueña el saber que están, que los tengo mientras dura mi periplo terrenal...

Todo esto es el preámbulo de una página que se va lejos de la patria chica de don Miguel de Cervantes, a la isla de Amorgós, a estas Cícladas por donde singlo.
Creo que fue en 2008, en uno de mis pasos por Atenas, esa ciudad, este país,  donde me siento como en casa, tal vez como a todos nos pasa de algún lugar, un sentimiento que emana de mi interior y  cuyos ladrillos y argamasa son una informe y preclara fusión de geografías e historias...fue en uno de mis pasos por Atenas, decía, cuando mi helena buena amiga Haroula me habló de esta isla y, cinéfila ella también, me nombró EL GRAN AZUL...(AZUL PROFUNDO, en lugares de América Latina). No es necesario reseñar el caso que le hice, a quién se la encargué y quién me la grabó...
 El film es de 1988, su director el francés Luc Besson, y uno de los protagonistas es Jean Reno, inolvidable para mí en el papel de Godofredo de Miramonte en Los Visitantes...
Y la película la vi "de estreno" en la casa del maestro de Arure, servidor, en La Gomera, y no hace tanto la revisé en Almuñecar, cuando en el horizonte empezaba a columbrar Amorgós...
Monté el campamento base en la encantadora pensión Titika, nombre de la gentil señora que lo lleva (hablando con ella la primera mañana me dijo que venía de llevar los niños a la escuela, le dije que yo fui maestro y me respondió que ya lo había percibido, por mi educación...)
Ese día, en vez de echar el cierre ante semejante alabanza, eché a andar mis paseos por la isla...
...una buena marcha por la costa frente al islote de Nikouria pasando por lugares patrimonio ya del olvido, por caminos ancestrales por los que deambulan el recuerdo de unas formas de vida ya extinguidas, unas maneras de vivir que...quién sabe si no...paisajes del abandono rural hermanados con aquellos de La Gomera, Alpujarra... por no abundar...
...La colina cerca de Aigali donde se asentaba la antigua ciudad de Minoa....
¿Eran seres humanos como nosotros los que sacaron estos bloques de la roca madre, tallaron y colocaron estas "piedras"?
...La pétrea masa de la montaña rematada con la ermita dedicada al profeta Elías. No son pocas las cumbres griegas que tienen su ermitica dedicada a Elías, y más de una  me amparó la noche y me permitió disfrutar de privilegiados tramontos y amaneceres...

...El monasterio de HOZOVIOTISSA, la joya arquitectónica de la isla, en un emplazamiento inverosímil, literalmente pegado, incrustado, en uno de los cantiles que caen en picado de la citada montaña.
El monasterio es hoy lugar de peregrinación. Los jóvenes que me acogieron lo hicieron al más puro estilo Monte Athos: con vaso de agua, copita de licor (aquí vrastari ) y lukumi (con sabor a rosa)...los ventanales daban al abismo y al azul profundo...
Recordé lugares similares como San Juan de la Peña, Rocamadour o el santuario de la Esperanza de Calasparra...
...el recuerdo de la película (que compartió escenarios con lugares de Sicilia,  Cádiz y un largo etc) gravita en bastantes rincones de la isla...

...y por encima de todos los azules, el encanto profundo de Amorgós...
No se me ocurre mejor cierre de página que volver al alcalaíno recuerdo de Cervantes, con estos molinos que algunos me han dicho recuerdan los de Campo de Criptana y Consuegra...son los que contornean el paisaje frente a la capital, Chora...
...y el día que me marchaba, muy temprano, rumbo a Paros, me encontré en la puerta un par de granadas que me había dejado Titika...