jueves, 30 de mayo de 2024

...VIAJE de PASO...

...el viaje espera justo a la salida de la cotidianidad, eso que viene a llamarse hoy la zona de confort... cotidianidad, esa palabra de complejo acople en una vida como la mía en la que parecerse poco un día a otro es lo cotidiano, y sin embargo tanto se asemejan, una vida en la que es todo un récord dormir dos, no digamos tres, noches seguidas en la misma cama...aún así, y sintiendo que mi día a día, visto a los ojos de los que me ven, es un puro viaje por lo disparejo de ellos, por el permanente, aunque sosegado, trasiego en que está, aún así, digo, está todo bajo un cierto control, un control que se tambalea, dando paso a otras estructuras, cuando me salgo de ella, mayormente de España, de mi lengua, y me meto en faena. Entonces comienza a funcionar esa agencia de viajes que llevo conmigo, esa que controlo y me controla, que disfruto y me exige, que me permite devaneos pero no olvida la necesaria disciplina...mi casa a cuestas, doblando permanentemente una esquina...
Ya lejano el tiempo por Indochina, en esta nueva salida de envergadura, a los países en torno al mar Caspio, en los seis días previos que pasé en Madrid, el Madrid de mis amores, mi más frecuentado puerto de salida, estuve de museos, exposiciones (el arte siempre a mi rescate), con reencuentros, con eslabones familiares y amistosos, sin faltar los ocasionales juegos de la edad tardía... supusieron dichos días un viaje en regla, un suculento viaje, pero que era "solo" la previa del viaje en el que ya estoy...
...Visita al museo Lázaro Galdiano, el tour del Bernabéu, comida en la juanramoniana Colina de los Chopos (la Residencia de Estudiantes), toros en la plaza de Las Ventas, visitar el tan bien puesto pueblo de Buitrago de Lozoya, completar la maratón de Madrid a pie con el amigo Luis, volver a ver a los amigos Quijano y Panza en Alcalá de Henares, visitar las Colecciones Reales, reencuentro con los amigos de Berlín Elena y Kai, pasar por ese antro de felicidad que es la librería La Dulcinea, ir a la biblioteca de la Elipa, otro fragmento de paraiso borgiano, a devolver el recién leído libro del recién ausentado Auster...
Museo Lázaro Galdiano, pura exquisitez, arte granado, una hora extática...y, además, gratis, porque era el día de los museos...
...después del museo, comida con manteles de lino en la Residencia de Estudiantes...
...tour del Bernabéu: hace años que lo tenía en mente. Tuve que esperar a conocer a Javier para decir de ir...visita para mí ya algo devaluada, pero aquel que sabía de carrerilla, y la sigue sabiendo, la alineación Betancort, Calpe, de Felipe, Sanchís, Pirri, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, Velazquez y Gento...y que ya no ve partidos pero se interesa por los resultados, se quedó tranquilo...

En La Dulcinea (calle Hermosilla) saludé y departí con Álvaro, su cálido librero, y salí con la munición que ocupará vividas horas muertas en noches de hotel, tardes de lago y río, terrazas de café, esperas de transporte, parques... adentrándome en otras vidas, como si no tuviera suficiente con la mía. Sigo con la aventura de Gabriel Araceli uniendo los episodios de Galdós (ahora con Zaragoza) y de nuevo Cándido, de Voltaire, para seguir creyendo que el optimismo es una pesadilla...y este otro que me regaló y recomendó el propio Álvaro...
... maratoniano atroz y ultrafondista como fui, ya retirado, me saqué de la manga hacer completo, caminando, el mismo recorrido de la maratón de Madrid que se celebra anualmente el último domingo de abril...se lo propuse al amigo Luis y convinimos en dividirlo en dos medias maratones. Dicho y hecho: los primeros 21,097 km los caminamos hace un par de domingos y el resto el domingo antes de mi partida. Ahí estamos, en Recoletos, con toda la Castellana para nosotros, cortada por una manifestación por el tema de la sanidad pública...
...otro regreso a Alcalá, la casa del amigo; el tiempo no miente: es mi verdadera parada y fonda desde aquellos primeros años noventa. Champán y salmón nunca faltan, y nuestras charlas de siempre.
...un paseo con Javier por las Colecciones Reales, nuestro, como sea, glorioso pasado...
...a sugerencias de mi sobrina fui a echar buena parte del día en Buitrago de Lozoya, un pueblo que estaba ahí y servidor sin conocerlo. Y en él, entre sus hermosas vistas y sus piedras medievales un excepcional museo dedicado a Picasso, con obras que el pintor regaló a Eugenio Arias, su barbero de muchos años en el sur de Francia...
...mi última y única experiencia en corridas de toros fue cuando era chico, que fui con mi tío Manolo allí en Granada: lo recuerdo bebiendo vino de una bota, ese es todo mi recuerdo. Ahora, aprovechando una entrada vacante fui a Las Ventas, mucho más interesado en la geométrica estética de la plaza, en saber del ritual y los comentarios de la gente que lo que se cocía en el ruedo...
... periódicamente voy a la Biblioteca Nacional donde nunca faltan exposiciones. Esta vez fue la dedicada a Luis Martín Santos...¿Qué habría llegado a escribir este hombre si no hubiera muerto tan pronto? Tiempo de silencio...

...así termina el libro de Paul Auster "Diario de invierno" que fui a devolver en la biblioteca de La Elipa...tenía 64 años al concluir este libro...
...ya casi con un pie en el estribo, la noche previa, quedo con mis amigos de Berlín Elena y Kai, de paso por Madrid. Nos vimos a las siete en ese lugar tan popular (patatas bravas, vermú de grifo...), Docamar, junto al metro Quintana, y casi nos "echaron" al filo de la medianoche. (La próxima ver me toca invitar en el berlinés "Pescadores y Divertidos")...
Mi particular ceremonia de adiós la concreté visitando una vez más la tumba de don Benito...
...pero fue camino de Barajas cuando recibí este wasap de Javier (podría decirse sobrino político):
Las luces de esta casa siempre estarán encendidas para ti, tío. Fue el verdadero cierre y la constatación de que es preciso irse lejos para recuperar cercanía, de que por una expresión así está más que justificado el partir...
Wizzair, mi segundo transportista oficial tras mi trillado y agradecido Ryanair. Vuelos Madrid-Roma y Roma-Bakú por 90€...noche por medio en el aeropuerto de Fiumicino...
Cinco horas en Roma, con la intención precisa de ver el encuadre de la piazza Navona que usó Gaspar van Wittel (1653-1736) para el cuadro visto en las Colecciones Reales. Él tuvo que pintarlo desde las galerías superiores...
...y de paso la escalinata de la piazza de Spagna e la fontana di Trevi...
...indecente sería por mi parte no plasmar el comportamiento de esta empleada de Wizzair, Brigita, argentino peruana, como me dijo, que, sin ser su obligación, tuvo el detalle de sacarme la tarjeta de embarque en mi propio teléfono (yo no daba con una tecla) y ahorrarme el recargo de 50 €...
...unas horas después...el sobrevuelo sobre las nieves del Cáucaso, la luna llena...
Al llegar al aeropuerto de Bakú, en propiedad Heydar Aliyev, el tantos años presidente del país, me está esperando mi nombre escrito en la tablet que sostiene el chófer del taxi previamente contratado...casi no se cree que soy yo, ha tomado de referencia mi foto perfil de wasap: sin barba, sin gafas, sin libro y sin Sally...Ya en el coche le pregunto su nombre: Orham......yes, like Orham Pamuk, me dice, como adivinando que estaba a punto de preguntarle si era como el escritor turco...es entonces cuando sitúo la frontera de lo dejado atrás y lo que me aguarda...¡He llegado!...
(aeropuerto de Fiumicino)

8 comentarios:

  1. Deliciosa página llena de anécdotas y de amistad, además de la literatura y el arte... algo habitual en este blog, desde luego, pero que no deja de conmoverme cuando leo una nueva entrega.
    Me gustan todas las fotos, pero si tuviera que elegir una me quedaría con la comparativa de la plaza Navona, ¡sencillamente MARAVILLOSA! El cuadro es magnífico, pero tu pericia al tomar la foto tiene mucho mérito.
    Un broche de lujo para terminar, ese pensamiento de Leonardo da Vinci .
    Espero que tus expectativas se cumplan en tu estancia por Azerbaiyán . Un abrazo, amigo.

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  2. ... fue, amiga Mari Carmen, una crónica ligera de lo que fueron unos densos bien aprovechados días en Madrid. Si estuviera en Granada, a su nivel, digamos que haría lo mismo. El tiempo vuela y nosotros sobrevolamos con él, en una curiosa fusión de estática y dinámica, de efímero y permanente...

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  3. Efectivamente, también creo que nunca dejas de sorprendernos. Como un parco burgués esta vez no te has privado de nada: fútbol con alineación de los sesenta, una inimaginable corrida de toros, un museo exquisito al quedas obligado a volver, antros de bibliotecas -que bien le viene a esto el matiz de "borgiano", manteles limpios y sábanas blancas, cándidas lecturas que no sé si te convienen, maratones "ad hoc", rarezas reales, el Buitrago de Arias o de Picasso -aquí un inciso: supongo que también caería un buen "cojonudo", que lo de agarrar la copa y saborear un buen dulce sabes un rato-; y cómo no, lo del quijote Pedro de Martín Santos tan digno de ti -y de mí, quizás-. Y lo bordas con esa frase lapidaria, o, mejor, frase de murales históricos que me hacer ver el cansancio de roce continuo: "Es preciso irse lejos para recuperar la cercanía". Antonio, en la próxima, llévame contigo.

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  4. ...bien sabes que de mil amores te llevaría...
    Dejé el cojonudo por el departir en el bar Martín con las dos gentiles mesoneras con sendos vermuses que colofonaron la mañana de turista formal... Madrid es mucho Madrid...y el caso es que obvié detalles que al recordarlos no son menores...
    Ah, el burgués que no soy del todo y el vagabundo que tampoco podré llegar a ser...y mientras tanto...
    Un abrazo, amigo Pepe, y déjate encontrar en Madrid.

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  5. Amigo Antonio, como me alegro ver entrelazandose las cosas, tú con Elena y Kai en Madrid. De verdad Madrid es una pasión más que tenemos en común (pero tengo que confesar que al contrario de tí a mí me gustan mucho los toros...), la ciudad tiene mucho encanto y me ata. Suelo alojarme unas noches en Madrid en mi vuelta veraniega para Alemania, huida del turismo de masas en Conil en la temporada alta. Cada vez tengo una lista con cosas culturales que quiero ver en la capital española y no hace falta explicar que esta lista se alimenta de tus páginas, de tus visitas allí. Gracias!!
    Leyendo tu página y dando me cuenta lo que hiciste en poco tiempo en Madrid, en Roma, me deja sin palabras. De dónde viene esta energía, cómo llenas tus baterías? No hablar de las noches en el suelo o nunca en seguida en la misma cama. Debe de ser porque tienes 2 añitos menos que yo...

    MADRID, DIVINAMENTE
    SUENAS, ALEGRES DÍAS
    DE LA CONFUSA ADOLESCENCIA,
    FRÍO CIELO LINDANDO CON LAS CIMAS
    DEL GUADARRAMA....
    (Blas Otero)

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    1. La estrofa con la que terminas tu escrito entronca directamente, cada cual en sus circunstancias, con aquella de Machado
      ¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena,
      rompeolas de todas las Españas!
      La tierra se desgarra, el cielo truena,
      tú sonríes con plomo en las entrañas.
      Puedo contestarte ahora justo que tú estás en pleno disfrute de Madrid...
      Y sobre la energía...emana, creo del interés, la curiosidad, el conocer el lugar, también el ir en soledad, siempre acompañada...
      Un abrazo desde BISHKEK

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  6. Amigo don Antonio, cuanto me alegro de que seas tan disfruton, pues cuanto más disfrutas tu, más disfrutamos nosotros, pero con una pequeña diferencia, que tu ejecutas, enfrentándote al bien y a el mal, mientras el menda lo vive a su antojo, y normalmente, solo me apercibo de lo bueno, no quita que alguna vez me produzcas sensaciones tristes, tristes bajo mi punto de vista, y percepción de las situaciones, pues cuando te veo la cama en el suelo, me duelen a mi los huesos, pero se me pasa pronto, y solo deseo que arranques pronto otra etapa, que te da vida y energía para mantenerla. esta publicación, la he vivido varias veces, y la verdad, es que no sabia como comentarla, pero al final me ha salido esto. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA - EL BIERZO - LEON - ESPAÑA.

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  7. ...hoy, tanto tiempo después, veo, y agradezco, tu comentario. He vuelto a leer la página y me suena tan lejana en el tiempo como cercana en el ánimo que la viví...un abrazo, amigo César...

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