lunes, 27 de marzo de 2023

...MADRID me Ata...

¡Qué bonita es la luz de este Madrid, de este rompeolas de todas las Españas...! Lo dice el actor Fernando Delgado en el papel de Antonio Machado, y se lo dice a la actriz que personifica a Guiomar. Hablo de aquel "Paisaje con figuras" de Antonio Gala que he referido ya en más de una ocasión...y fue el pensamiento que me vino saliendo del metro a la luz hace un par de mañanas cuando empecé la andadura de estos días...
Recalar por Madrid, un tiempo que siempre deviene breve e intenso, camino a otros lugares, me supone siempre una grandiosa tentación, una insinuación imposible de resistir, un envite al cultivo interior donde no falta tajo, reconociendo que por cada parcela que riego me surgen verdaderos eriales con los que estoica, pacientemente, convivo...
Tenía acumulados unos planecillos cuyo cumplimiento no podía dilatar dada mi natural incertidumbre temporal por un lado, las amenazas de la propia vida por otro y la ajustada temporalidad de algunas actividades, es decir, de algunas exposiciones/actuaciones por las que andaba harto motivado. Todo ello, y lo que surgiera...
 ...Justo Él ya perdió todo asomo de urgencia, instalado en ese estado donde uno se siente a salvo de las amenazas inherentes al propio vivir...hablo del ínclito Javier Marías.
Justo por ahí comenzó este nuevo periplo madrileño, por el cementerio bajo la advocación de San Isidro, ese labrador en permanente arrobo, visitando su tumba que se halla a la espalda de la ermita, en una esquina del pasillo de san Illàn; allí me aguardaba este factor de tantas letras, el provocador de tantas situaciones que variopintaron, enriquecieron, dimensionaron, nuestra vida (la de muchos)...
Réquiem
Bajo el inmenso y estrellado cielo,
cavad mi fosa y dejadme yacer.
Alegre he vivido y alegre muero, pero al caer quiero haceros un ruego.

Que pongáis sobre mi tumba este verso:
Aquí yace donde quiso yacer;
de vuelta del mar está el marinero,
de vuelta del monte está el cazador.

Robert Louis Stevenson

[Traducido por Javier Marías en De vuelta del mar. Antología poética, Reino de Redonda, 2013]

RIDE SI SAPIS/RÍE SI SABES
CUANDO TU VOZ CALLE, TU CORAZÓN ME SEGUIRÁ HABLANDO (tomado de R. Tagore)...
...Su recuerdo siguió horas más tarde, o en horas de otro día que venía a ser el mismo, girando visita a ese lugar que conocí gracias a un paseo con mi sobrina... desde entonces soy declarado forofo de esta librería, de nombre tan dulce como La Dulcinea, un sitio de lujo con apariencia discreta en lugar a desmano, un verdadero puerto escondido donde recalar y tomar aire, en uno de los extremos de la larga calle Hermosilla, cerca ya de la Fuente del Berro...un lugar imprescindible para amantes de libros. Uno de los últimos lugares que vieron y vio Javier Marias. A su frente está Álvaro, y no digo más...
El tiempo que impregna los libros de olor a vainilla celeste, a flanín, es el mismo que bandea entre las ruinas, se cuela por fisuras y emerge por grietas, callado imperio, pertinaz, que  todo lo penetra...podría escribir mi vida en base a etapas por ruinas gloriosas a lo ancho del mundo...Aún frescas las del monasterio valenciano de Simat de Valldigna, rindo visita a las del monasterio cisterciense de Pelayos de la Presa, en el noroeste de Madrid...
 
...hermosas ruinas que hoy podemos contemplar gracias a la empeñosa labor de don Mariano García Benito, arquitecto, que como ruinas las compró en 1974 por varios millones de pesetas y que a ellas dedicó buena parte de su vida hasta el final. Todo un ejemplo de amor al arte.
“Los antiguos edificios no son nuestros. Pertenecen en parte a los que los construyeron, y en parte a las generaciones que vendrán. Los muertos aún tienen algún derecho sobre ellos: aquello por lo que trabajaron nosotros no tenemos derecho a destruirlo."
"Tenemos libertad de derribar lo que nosotros mismos hemos construido. Pero aquello por lo que otros hombres entregaron su fuerza, su salud y su vida, su derecho sobre ello..., no acaba con la muerte”
(escritos de John Ruskin que me proporciona mi sobrino Sergio)
...la primera vez que vi esta placa no hacía mucho que la pinturera Carmen, para mí muy atractiva, había traspuesto, pasando al otro lado de los visillos. He vuelto a pasar por el lugar en la calle doctor Esquerdo. Yo todavía me asombro del detalle de estos recuerdos que tanto abundan en los Madriles, tantas placas que guardo en mis archivos...
Veo poco la televisión pero ese poco se encuentra muy recompensado encontrándome con noticias que bien aprovecho. Fue el caso de enterarme de la exposición sobre obras de Juan Muñoz (1.953-2001) en Alcalá 31, uno de los puntos motivo de este viaje...
Un título humilde donde los haya para una soberbia exposición de arte, digamos, contemporáneo (soy un consumidor, un disfrutador de arte, no un entendido, en absoluto)...
Este rato entre el desasosiego y la mudez inquietante de los personajes merecía un trago, pasar el trago, justo al otro lado de la calle, subiendo al fin a la Azotea del Círculo de Bellas Artes...grandiosa vista 360°...estoico constante, hedonista intermitente...
Otra visita imprescindible era a mi alumno Toño, ya con los días contados tras casi un año de ardua recuperación en el centro Fremap de Majadahonda...y a este mozo, Luisito, del que soy, se puede decir, padrino putativo...
...aquellos años de su infancia en que jugábamos al hockey crem (dos sticks y una lata de crema) en su casa de San Miguel de Abona, Tenerife...y cuando venía de la catequesis contando que nuestros primeros padres se llamaban Dani y Eva, que quedó como anécdota familiar marca Luisito. Charlamos un buen rato y ya lo dejé sabiendo que Rodas era una isla griega que no tenía nada que ver con la patria de los miguelitos, La Roda...
Y había una fecha que no podía cambiar y que de mucha forma congregó a todas las demás: la de la actuación de Roger Waters, el líder de Pink Floyd...
...ya llovió desde aquel verano de 1988 en que con Miguel y Bel los vi actuar en el estadio Vicente Calderón...¡Qué impresión aquella!...yo, por cierto, había llegado a Madrid en bicicleta desde Granada zigzagueando por el mapa...
...Esta vez fui con Javier y el espectáculo, memorable, fue en el WiZink Center. Sacamos las entradas apenas se anunciaron allá por septiembre, tan lejano parecía marzo...y marzo llegó y con él el cincuentenario de la publicación del DARK SIDE OF THE MOON cuya relevancia no mengua. Y llegó Roger Waters con sus 79 años, su energía, su polémica, su completísima actuación, un espectáculo que para nosotros queda...
El mismo Javier que volvió a regalarme la gulilla con un ramen y sobre todo con una sopa de cebolla (vieja guardia de la cocina francesa, oh la la) que ya con 68 años a la espalda y muchos de tenerla en mente no podía descuidarme en gustar y disfrutar...
...sin ver a mi amigo Luis, de Alcalá de Henares, permanentes desde aquel 1991 que nos conocimos en Turku, Finlandia, no está completo un viaje a Madrid...comer juntos y junto a una botella de champaña era suficiente para seguir al día que tantos años dura. Abrí uno de los países semanales que se siguen amontonando bajo la ventana y allí estaba, amenazante y consolador, este artículo:
Fragilidad, único valor en alza, fortaleciéndose...
Me marcho de nuevo de Madrid, donde los días se desenrollaron y confirmaron pródigamente su promesa, y saliendo de la calle Benidorm, de la hospitalidad de Olga y Javier, me venían a la mente estrofas del poema Límites, de Borges, que comenté el otro dia con Álvaro, el sentido librero de La Dulcinea...


Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.

De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido.

Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado.
Y me voy de Madrid camino de Alicante, camino de Bérgamo, camino de Rodas...camino de lo que el destino me aguarde bajo el nombre que sea, como sea, donde sea...
Cierro en el aeropuerto MIGUEL HERNANDEZ...cómo no nombrar este querido nombre, en Alicante...

martes, 21 de marzo de 2023

...NEFELISMO ( segunda parte)






...hace un par de años, en pleno camino de Santiago allá por tierras de Salamanca, publiqué una página sobre esos seres etéreos, multiformes, móviles, de color blanco o gris perlino, o rosado o violeta según hora y ocaso, permanentemente sobre nuestras cabezas o a su altura cuando en vuelo vamos, monumentos a esa síntesis entre lo efímero y lo permanente...asombrado como iba bajo aquellos cielos que en esos días eran del uno al otro confín una pizarra donde el tiempo iba escribiendo su mapa de nubes...su NEFELISMO, que así se llama al conjunto de caracteres con que se presentan las nubes, término tomado directamente de su etimología griega...Y junto a mis simples introductorias palabras coloqué unas, magistrales, del pintor del paisaje, descriptor sublime donde los haya, Azorín, tomadas de su texto Las Nubes, incluido en su libro Castilla...un fragmento del mismo es el que recuerdo aquí...
Las nubes nos dan una sensación de inestabilidad y de eternidad. Las nubes son —como el mar— siempre varias y siempre las mismas. Sentimos mirándolas cómo nuestro ser y todas las cosas corren hacia la nada, en tanto que ellas —tan fugitivas— permanecen eternas. A estas nubes que ahora miramos las miraron hace doscientos, quinientos, mil, tres mil años, otros hombres con las mismas pasiones y las mismas ansias que nosotros. Cuando queremos tener aprisionado el tiempo —en un momento de ventura— vemos que van pasado ya semanas, meses, años. Las nubes, sin embargo, que son siempre distintas en todo momento, todas los días van caminando por el cielo...
(José Martínez Ruiz, AZORÍN)

Aquella mañana, una de este marzo de 2023 en que aún estamos, no tenía idea del nuberío, del espectáculo nefelístico, que me aguardaba en el viaje de Granada a Murcia. Estas tímidas nubes sonrosadas, tímidos cirros de amanecer, a la altura del camino de Ronda, confluencia con Méndez Núñez (lo que antaño se llamara el Puente Cristiano, donde estuviera el cine de verano Alameda...qué viejos son los lagartos, que decía Lorca...) me lo estaban anunciando sin saberlo mientras me dirigía a la espalda del Hipercor, donde el botellódromo, al encuentro con Mamen, de blablacar, con la que viajé a Murcia...
Cruzar la comarca de Guadix, la hoya de Baza, el altiplano granadino, los confines de la provincia, es una apuesta segura a la quintaesencia del Paisaje, con mayúscula...









...yo escuchaba a Mamen de reojo, para no perder puntada del espectacular espectáculo que pendía del firmamento. Ya en Murcia, junto al Segura, mientras esperaba otro blablacar que me llevara al Cabo de Palos, di unos toques a algunas fotos, recreando lo que ya no existía existiendo de otra manera...
Ah, las nubes, permanentes compañeras de mis viajes por el mundo, en mis viaje por lo largo y ancho de este mundo... que decía aquel famoso Capitán Tan de nuestra lejana infantería...
La belleza, inmarcesible, siempre nueva, siempre remota, eterna, de esos borregos cuya verdadera factoría ignoramos...ese día de marzo, esas nubes estaban preludiando uno de los días felices de este año, uno de los momentos mejores, y son ya tantos, de mis años de esta vida en justo declive: el encuentro, 39 años después, con mis alumnas de Hornos de Segura Patricia y Cristina...   

 
No iremos y ellas, las nubes, seguirán fieles, enigmáticas, a la vista e inalcanzables, cumpliendo su eterna labor... 
El poeta maldito, Baudelaire, bien lo reflejó:

¿a quién quieres más, hombre enigmático, dime, a tu padre, a tu madre, a tu hermana o a tu hermano? 

-Ni padre, ni madre, ni hermana, ni hermano tengo.

-¿A tus amigos?

-Empleáis una palabra cuyo sentido, hasta hoy, no he llegado a conocer.

-¿A tu patria?

-Ignoro en qué latitud está situada.

-¿A la belleza?

-Bien la querría, ya que es diosa e inmortal.

-¿Al oro?

-Lo aborrezco lo mismo que aborrecéis vosotros a Dios.

-Pues ¿a quién quieres, extraordinario extranjero?

-Quiero a las nubes..., a las nubes que pasan... por allá.... ¡a las nubes maravillosas!

sábado, 4 de marzo de 2023

...Va de HUESOS y Alrededores(1)...

CONDUCE TU CARRO Y TU ARADO SOBRE LOS HUESOS DE LOS MUERTOS
(William Blake)



...cuando mi bloque viajero navideño, el que me llevó por parte de Escandinavia y tuvo cumplidas hijuelas en Berlín y Praga, me encontré con un, digamos, resfriado, que adquirí gratuitamente en Oslo (posteriormente, a toro pasado y por los síntomas, me diagnosticaron probable covid) y que pese a sus malestares no logró que dejara los disfrutes del viaje aunque los viviera algo atenuados. Aquí, en Praga, fue donde alcancé las mayores cotas de mocarreras, con perdón, pertinaces estornudos, ausencia de gusto y olfato, y algo de fiebre, mayormente a partir del decaer del día; es por ello que solía recogerme harto pronto, tomando aposento en mi habitación del "Botel Vodnik", hotel en un barco anclado en el Moldava. Allí, me recostaba, leía un poco, sesteaba, gastaba pañuelos, me dedicaba a mis propios cuidos, no me faltaban tisanas y, sobre todo, miraba el estático discurrir del Moldava y su paisaje a través de las ventanas, que a modo de un vagón de tren, se asomaban al río. Disfruté día y noche aquellas vistas: tenía patos y cisnes con los que a veces compartía el pan nuestro de cada día y, al frente, en la colina de Vysehrad (castillo en lo alto, viene a significar), las torres gemelas de la iglesia de Pedro y Pablo, con su histórico cementerio, para mí un lugar must de Praga...vamos, que no me lo pierdo.

 El último día, antes de seguir para Berlín, donde culminaría el periplo, harto tentado estuve de quedarme todo el día en la disciplina del lecho, pero algo me venció por encima del vencimiento que tenía, me aderecé y en un ahora o nunca me fui directamente a la estación central, cogí un tren previamente consultado y en poco menos de una hora me planté en la estación de Kutná Hora...

...para un tanatófilo declarado como yo era difícil no caer en la tentación de ir a visitar el osario de Sedlec...y si a ello le unía la propia ciudad de Kutná Hora, separada un par de kilómetros, patrimonio de la Humanidad por la Unesco, otro de los alicientes recurrentes de mis viajes, era imposible sustraerse a la oferta: un cementerio, un osario, un paseo por un preservado casco histórico, ¡irresistible oferta!...


  El origen del osario se remonta al siglo XV. En un principio el lugar era el cementerio de la abadía cisterciense. El abad de dicha abadía, a su vuelta de peregrinación a tierra santa, trajo consigo tierra supuestamente del Gólgota y la esparció en dicho cementerio dando lugar a que el camposanto fuera objeto de deseo de enterramiento para mucha gente de Europa central. Posteriormente, con la peste negra, el cementerio quedó colapsado. Es en este momento cuando se acometen obras de ampliación incluyendo la construcción de una iglesia en el centro con una bóveda en el nivel superior y una capilla en el sótano a modo de osario para las tumbas que desalojaron en la construcción (los restos de unas sesenta mil personas). En 1870 se le encarga a Frantisek Rint, tallista en madera, poner orden, por así decirlo, en los montones de huesos...y ese fue su trabajo.

Aquí realizó el escudo de armas de la noble y aristocrática familia Schwarzanberg...








...ya tengo un considerable bagaje en esto de huesos expuestos...mi primer contacto con muchos huesos, ordenados con respeto, listos para ser contemplados, decorando, fue en aquel mi segundo viaje en bici, verano de 1980...pasado Badajoz, crucé el rio Caya y ya estaba en Portugal. Llegué a hacer noche en Évora, esa encantadora ciudad, histórica, también patrimonio de la Humanidad desde 1986...De aquel viaje recuerdo bien el  templo de Diana y sobre todo la capela dos ossos, la capilla de los huesos, de la que no guardo documento gráfico pero sí un recuerdo impactante. Estas fotos las tomo prestadas de la red...

...posteriormente, con mi hermana y Milagros, igualmente en bicicleta, en Francia pero a un paso de Bélgica y Luxemburgo, visité el osario de Marville, del que tengo un vaguísimo recuerdo, borrado tal vez por la tormenta que nos cayó y de la que malamente pudimos resguardarnos en un pasadizo. Igualmente es una foto de la red...

...no solemos acordarnos de los huesos más que cuando nos duelen o se nos fragmentan, ignorando la labor callada y permanente en ser sustento y soporte de la carne que los anima...Cuando a veces, por mor de sugerencias de google o por venirme a cuento de sabe Dios, leo temas relacionados con nuestra anatomía, detalles, curiosidades...datos que hace años, cuando uno es joven, ni se piensan, adquieren ahora una relevancia inaudita, que me causan pasmo, asombro, pensando por un momento que tenemos por dentro todo eso que leemos, atisbando ese universo interior en el está aconteciendo un sinfín de funciones encadenadas, podríamos decir que milagrosamente... En el caso de los huesos el número es de 206...los huesos así, solos, tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada, que diría el poeta, pero cuando empiezan los ensamblajes, la conjunciones, los acoples, las combinaciones...¡qué máquina tan extraordinaria, tan maravillosa, es la máquina que somos, y tan fuerte y tan frágil a un tiempo!...

Las letras anteriores letras han sido un receso antes de volver a la carga. Ya en este siglo, justo en 2007, en un viaje por Italia me llegué al fin a visitar la iglesia de la Concepción de los Capuchinos, al principio de la elegante, exclusiva, feliniana vía Véneto. El lugar impacta, ciertamente...más que la iglesia en sí, la cripta, un verdadero paradigma del arte, digamos, "macabro", aunque no usaría yo esta palabra, ni mucho menos,parece que macabro fuera todo aquello que siendo patente se quiere apartar de la vista para preservar no sé qué...aunque lo entiendo, claro... (igualmente debo a la red este par de fotos)... 

El par de monjes vestidos, monjes que probablemente moren en uno de los paraísos prometidos, tira fácilmente de mi memoria y me lleva a otro convento de capuchinos, allá en las afueras de Palermo, en la gran hermosura de Sicilia...Era durante mi vasto periplo con Pandora en torno al Mediterráneo, año 1989. Al convento fui por sugerencia de aquel hombre, Vittorio Basile, que me facilitó un curioso hospedaje (no es cuestión de desviarme del objeto de esta página) y que me acercó en su poderosa moto. La mayoría de las diapositivas que allí saqué, en precarias condiciones de luz, no pasaron el filtro a su formato digital y solo dejé este par que aquí muestro...

...y estas otras de las muchas que hay en la página de wikipedia...



...Aquel sí que fue para mí un lugar impactante, realmente era algo que no esperaba, que ni suponía que existía; me recuerdo, lo confieso, caminar un tanto sobrecogido por aquellos pasillos donde era yo el único que caminaba entre aquellos esqueletos, aquellos féretros, aquellas personas, como yo, momificadas, vestidas incluso con sus galas, niños pequeños, monjes, militares, sacerdotes, novias...
...Ahora, gracias a la red, he leído bastante sobre lo que allí se guarda y lo que motivó esta impresionante galería: muy por encima de lo "macabro" me lleva a su historia, sus muchas historias, los estudios científicos que se han hecho, la vinculación vida/muerte en la Sicilia de aquellos años...Bastará con poner en el buscador convento de los capuchinos de Palermo para ampliar conocimiento si alguien se ha quedado con gana. Personalmente lo recomiendo. Y de paso refrescar el vanitas vanitatis, que nunca es demasiado...
No, no se me había olvidado el paseo por el patrimonio Unesco de Kutná Hora, lo he dejado para el final para poner un broche "decente", que deje buen sabor de ojos a quienes hayan mirado sin mucho agrado esta página...¡Sea por los esqueletos de las personas que levantaron lo que hoy contemplamos!

Personalmente esta página quedaría incompleta, diría que mutilada, o incluso censurada, si no aporto algún viaje más y, sobre todo, alguna intimidad, alguna confidencia...lo emplazo para una segunda entrega...