viernes, 28 de junio de 2019

...se llamaba SOLE...




...saliendo, tratando de salir, del muermo hospitalario en el que llevo unos meses, -que a falta de llegar a los 65 me veo ya como un auténtico jubilado yendo de médicos y viniendo de farmacias-, y buscando la tonificación física al tiempo que la anímica, subí a los bosques de Anaga... y los encontré pletóricos tras la lluvia del día anterior...Y sí, fue entrar bajo sus frondas, contemplar el rezumar de los helechos, recibir en mi calva alguna que otra gota perezosa, ver por tierra el asombroso otoño del viñátigo, aspirar el balsámico, sagrado, aroma de la tierra, la TIERRA, y como por ensalmo, como una transfusión de aire vivificante, percibí el efecto curativo como hacía tiempo no sentía...palabra de honor...pero no es de ello y del paseo que siguió de lo que quiero dejar constancia en este página, sino de su epílogo esperando la guagua de regreso a Santa Cruz...



..."bus, esperar aquí, poco momento", me dijo la chica, la señora, que estaba en la parada, me habló como es usual, como si fuera uno de tantos alemanes que dan vida a estos senderos. ...Se lo agradecí y viendo ella que un servidor era de la cepa hispánica me preguntó que de dónde era y dónde vivía... le di el parte, escuetamente...¿pero dónde tiene usted su casa?, le dije que no tenía casa, ¿entonces dónde se queda usted?, "en casa de amigos, en hoteles, pensiones, familias de mis alumnos, de vez en cuando duermo con mi saco por esos andurriales"...Me extendió su mano, me dijo que se llamaba Sole y sin caer en la confesión exhaustiva y pesada, en frases cortas, me contó de su vida relacional, detalles que omito, y que al fin llevaba viviendo allí dos meses...el allí era un lugar que no estaba a la vista, tras los muros de unos campos de plataneras ya abandonados, al que se entraba por un caminito disimulado, y allí tenía su casa, su caseta de campaña, con su tela mosquitera, sus plásticos, su catre, su cubo para hacer sus necesidades, sus cuatro cosas muy bien puestas, en su vasar tenía agua, fanta, algo de comida,  podía preparar café, algo para alumbrarse, y cerca pasaba una tajea que le proporcionaba higiene los días que bajaba el agua...Y QUE SI ALGUNA VEZ NO TIENE USTED DONDE DORMIR AQUÍ TIENE SITIO, y no me lo dijo una sola vez, y que no le gustaba decirlo a nadie para que no fueran a robarle... 
...Sole tendría como cincuenta, un pelito todo blanco, muy corto, pelado a lo garÇon, ojos muy vivos y voz muy juvenil, me dijo que pese a sus piernas y aunque cada vez podía menos ella no paraba la pata, como decimos aquí...unas piernas gruesas, unos pies casi reventando el calzado, dos muletas para aguantarse, un tronco menudo...
Llegó la guagua, se levantó con el ánimo y la dificultad que tenía, me dijo de subir yo primero pero le cedí el paso...subió, puso el bono en el lector, primero una vez y luego otra...ya le he pagado la guagua...se bajó apenas 300 metros más adelante, voy a echarme un cortao y a una reunión...     
...releo lo contado, y sí, todo fue así, con algún detalle más, pero no fue así, había una nobleza, una franqueza y una dignidad en lo que contaba a la que no alcanza mi pluma...
Yo le pregunté que por qué me lo había contado a mí..."porque le he visto cara de buena persona"...  Allí, cerca de la iglesia del lugar, la vi salir tirando de sus muletas y su vida y se me espabiló un aluvión de recuerdos al amparo del encuentro con Sole...






...Paola (Paula en castellano), sur de Italia, otoño de 1989...Es medio día pasado, estoy con la bici Pandora en la explanada que se extiende ante el santuario y monasterio de San Francisco, otro místico poverello, que vivió en el siglo XV y fundó la orden de los Mínimos..Estoy solo y aguardo la hora para visitar los lugares del santo...miro el barranco por el que corre encajado el torrente Isca...oigo como un portazo, miro atrás y veo que del convento sale un hombre...sale y tras vislumbrarme viene directo hacia mí...¿come te chiami...hai mangiato? le digo mi nombre y que sí, que había comido...Giusieppe es, era, un evidente mendigo, tal vez alcohólico: sus ropas, su aderezo, sus ojos...dice que no, que no está seguro de que yo haya comido...aquí deduzco lo que tal vez diría, a saber, lo único cierto es que se empeñó  en darme lo que llevaba en la mano, y viendo que no había forma de negarme, lo tomé y dando media vuelta se fue con pasos un tanto erráticos camino del pueblo...Antes que abriera el santuario ya me había merendado con verdadera unción, beatíficamente, y por una vez me dejo de ironías, el contenido de aquel envoltorio de periódico conteniendo un par de rebanadas de pan prensando un cumplido pescado frito...¿sería su cena?...
En febrero de 2011 regresé a Paola con mi hermana y aquí están las fotos que en aquel 1989 serían diapositivas...  




Saltamos en tiempo y continente: otoño de 1999 en Río de Janeiro, en aquel viaje con Pandora por América Latina que empecé en Chile y concluí en la República Dominicana casi dos años después. Por mor de amigos en filas clericales tuve la suerte de hacer parada y fonda muchas veces en colegios, conventos, internados, congregaciones religiosas e incluso casas particulares a las que me derivaban...Filipenses, Maristas, Claretianos, Neocatecumenales...unos y otros me iban dando cartas de presentación y muchas veces llamaban con anterioridad para avisar de mi llegada...Recuerdo al hermano José Francisco Pires Andrade que a la hora de las cenas me preguntaba muy amable por cómo había echado el día (Corcovado, obras de Niemeyer, Pan de Azúcar...), y con la confianza de los días la mañana antes de seguir camino le pregunté que cuando él me abrió la puerta el día de mi llegada y le dí las recomendaciones que llevaba cómo podía estar seguro que no era una trampa o un impostor...Apaciblemente me dijo que se había fijado en mis ojos y que eran de buena persona...


...Damos otro salto, ya el último, y no hay que decir dónde estamos. ¡qué buenos recuerdos cada vez que estuve en Venecia!...también a ella llegué con Pandora, más o menos en septiembre de 1989, cuando la vuelta al Mediterráneo. El domingo que me pilló allí aproveché la misa mayor, doblemente mayor por ser nada menos que en San Marcos. En mi banco, a un lado, había un señor entrajetado, alto, fornido, podía pasar por guardaespaldas...a la hora del "daos fraternalmente la paz" yo le alargué mi pecadora mano, él me barrió de arriba abajo con la mirada y con un expresivo movimiento de cabeza me dijo que nones...diré en su descargo que por aquel entonces mi pelo, que aún tenía, y mi barba ya cumplida, podían ser elementos disuasorios...y yo era el mismo, (¿era el mismo?) del que estuvo con el padre José Francisco, del mendigo Giuseppe, de la amiga Sole, por no alargar la lista, harto vasta: Rahba, Andrei, Areta, Omar, Giuliana, Miroslav, Michel, Andy, Simona, Judith...y la legión de recuerdos sin nombre... 
     

    
...a falta de conocer las venturas, cuitas y anécdotas viajeras y/o estáticas de los demás, que digo yo que no seré el único al que le acontecen...... pero ciertamente me pasan cosas y casos verdaderamente curiosos, bastante insólitos, absolutamente  entrañables... todos dentro de lo más genuino de las personas (¡humanas!), dentro de la mejor onda vital... aconteceres de mi vida y viajes que si los desempolvara de la memoria, los rescatara de mis diarios y los fuera contando, engarzando... darían para...¡sabe Dios!...
Por falta de tiempo, de auditorio en su momento, por el propio decurso de mi vida, porque las mismas vivencias se van solapando...un poco por todo, estas pequeñas grandes historias, como tantas que guardo ya casi sin saberlo, para mí quedan, para mí quedarán... y bien contento me doy por este desahogo que se me ha presentado sin pretenderlo...
...se llamaba Sole...


...Albergo fundadas sospechas sobre la bondad de mi persona, más aun si ésta se refleja en la cara, que el careto es, dicen, el escaparate de nuestro interior...un remate brillante, muy por encima del entramado de esta página, me lo brinda el amigo y maestro, el iluminado Pessoa:

...LO QUE VEMOS NO ES LO QUE VEMOS SINO LO QUE SOMOS... 

miércoles, 19 de junio de 2019

...DE CABO A FARO....



...cuando iba concluyendo mi camino en la portuguesa ROTA VICENTINA y en la lontananza (hermoso préstamo de la lengua del Dante, bonita y expresiva palabra, su pronunciación ya lleva implícita la distancia, la lejanía, el horizonte... cuando esa "a" se queda como apresada entre las dos enes...)...decía que en la lontananza columbraba la silueta del faro del cabo San Vicente, me vino entonces a la mente rescatar algunos cabos y faros de tantos como he visto repartidos por esas geografías, despertarlos de esos archivos donde duermen y compartirlos, ejerciendo ese papel para quien hace unos años me dijo...eres los ojos por los que yo veo el mundo, que harto fuerte, halagador y comprometido me resultó aquello..., añadiendo una breve reseña a partes iguales historia del lugar y mi pequeña historia personal... y a ello me pongo dos meses después...


 ...Los elegidos han sido los faros de Anaga, Finisterre y Berbería en España (cañón), Reinga en Nueva Zelanda, y el de Santa María di Leuca en Italia...de otros lugares remotos, vgr. Sudamérica, me pilló el tiempo de las diapositivas y tengo pendiente pasarlas a digital...algún día de un año de éstos, si la vida me deja...  


Faro y punta de BERBERÍA...Verano 2010.Al fin fui a Formentera, completando con Ibiza mi andada por las Pitiusas. Alquilé una bicicleta y con ella y un par de días deambulé por  la isla adentrándome por cuantos rincones me salían al paso, siempre con el Mediterráneo de fondo... 
En este punto el más sur de las Baleares y por tanto lo más cercano a África, pasé una noche con sus correspondientes crepúsculos por los roquedos en torno al faro, a los pies del mismo, abalconado sobre el mar...tuve tiempo y serenidad para meditar sobre aquel proverbio, creo que japonés, que leí hace años en la revista Integral y que puntualmente me viene a la vista de cualquier faro...LA OSCURIDAD REINA A LOS PIES DEL FARO...en muchas ocasiones unas metáfora de la propia vida, yendo como vamos a oscuras y en celada, teniendo la incertidumbre de la cercanía de una luz... 

Cartel de la película Lucía y el Sexo..
 ...Nada más enfilar la recta en bajada que conduce al faro recordé el cartel de esta película...

                                                       











...Bien recordé en la anchura contemplativa de los crepúsculos otras contemplativas dormidas junto al faro de Orchilla (El Hierro), en cabo Sounion (Grecia) junto al templo de Poseidón, con la bici Pandora, junto a la esfera del cabo Norte (Noruega), el lugar más lejano del hemisferio norte al que se puede acceder por carretera, también con Pandora...y un variopinto etcétera.. 



...Faro de la punta de ANAGA... el solitario faro abismado sobre aquella atormentada costa del norte de Tenerife, uno de los, casi seguro, pocos faros a los que no se puede llegar sino andando, en este caso desde el encantador caserío de Chamorga donde llega la carretera, o por mar arribando al puertito del minúsculo pero no menos encantador caserío de Roque Bermejo... 

















El viento y el mar
en casi permanente batida modelan aquel abrupto paisaje donde destacan los populares roques de Anaga, el roque de Tierra y el roque de Fuera...¡cuántas veces por aquellos senderos de verdor,  cuántas soledades y los concretos amigos con los que los caminé (Trini, mi hermana Paz, Antonio, Loli, Lola, José Carlos) desde aquella primera vez en el curso 1980-81 cuando era más joven y creía en eso... 








...Faro y punta de FINISTERREel fin de la tierra, el confín del mundo para los romanos, el comienzo de lo desconocido, el piélago inmenso, el reino de las sombras...Estuve la vez primera al final del camino en octubre de 2000, y hace poco, en febrero de este año, concluyendo el camino jacobeo que inicié un mes antes en Lisboa...unos compañeros de albergue y un par de cervezas fueron los compañeros de la celebración de esa especie de triste alegría, o de alegre tristeza, dejémoslo en grata nostalgia, que suele dar al terminar un camino, el que sea, y éste parecía que terminaba más...    






Y de un fin de la tierra a otro: el de la punta MELISO, en Santa María di Leuca, la punta del tacón que semeja la península italiana, el extremo de tierra que separa, es un decir, aguas de mares del mismo Mar, los mares Adriático y Tirreno, donde se unen aguas de tanta historia...Se tiene, como en  Finisterre, como en tantos lugares semejantes, la sensación de acabamiento unida a la de inmensidad, una fusión de ambas que puede que sea la clave del imán que tienen estos lugares...A la segunda vez, con mi hermana, en el pueblo de Santa María di Leuca en evidente plena temporada baja (era febrero) además de los paseos de rigor hasta la punta y el santuario en cuya posada pernoctamos, entramos al bar de Lupo di mare donde en exclusiva para nosotros, únicos visitantes, mientras tomábamos una birra actuó, digamos, DOLLARO, il cane matemático, el increíble perro matemático, algo digno de ver: a las sumas que le proponía su amo, obviamente con palabras, el perro respondía con el número exacto de ladridos...y lo hacía incluso respondiendo a operaciones dadas en varios idiomas...
...asombroso es poca palabra...¿vivirá todavía este buen amigo del hombre?...  








...Faro y punta de REINGA, extremo norte de la isla norte de Nueva Zelanda...un lugar sagrado para los maoríes, loa aborígenes de estas islas...Según sus creencias, desde este lugar parten para el más allá las almas de los difuntos...  




...REINGA en maorí significa inframundo, (hago uso de Wikipedia para asentar mis recuerdos), lugar de despegue de los espíritus...Me uní a un pequeño grupo para acceder al lugar, y tras una vuelta por el faro y poco más, mis ocasionales compañeros partieron y yo me quede a disfrutar el lujo de la tarde y el oscurecer, en absoluta soledad...busqué acomodo para la noche en los baños del lugar, muy limpios, con la precaución de cerrar la puerta para evitar la entrada de possum, esos simpáticos animales oriundos de Australia y que son una verdadera plaga...Al día siguiente caminé por las solitarias bahías de los EspíritusPandora (¡cómo resistirse con esos nombres!) regresando a la tarde para unirme con otro grupo de regreso. Era maorí el conductor del land rover y antes de partir, mirando hacia las lejanías más allá del faro, entonó un cántico que después nos explicó (lo entendí muy por encima de mi parco inglés) que era un canto fúnebre, de despedida, de viático oral para el que partía de este mundo...  



...tesoros en la bahía de los Espíritus...

...el desarrollo de la vida es un milagro inevitable, una milagrosa combinación de elementos según una trayectoria de mínima resistncia...
("Lucía y el sexo", Beatriz Etxebarría)

jueves, 6 de junio de 2019

...CEMENTERIO DE LOS NOMBRES PERDIDOS...


....Ya comenté, creo, en alguna ocasión, que Alcalá de Henares, es además de la cuna de D. Miguel, un lugar de relajada parada y grata fonda en la casa de mi amigo Luis en mis constantes idas y venidas por esos mapas de Dios... su casa ha acabado por ser ya a estas alturas un "lugar de paso permanente", con la profundidad que esto significa para un caminante, viajero, nómada...errático... Si me paro a describir la hospitalidad de mi amigo y sus alrededores entonces el artículo se me iría por otros derroteros que ahora no son al caso. Valga citarlo como inicio de la escritura de esta página...

...Bajo la ventana del salón que da a la calle Reyes Católicos mi amigo va acumulando las revistas del País Semanal que puntualmente compra cada fin de semana junto con el periódico... y cuando de tarde en tarde paso por dichos lares allí está el montón, amenazando con llegar al quicio, esperando mi purga antes de seguir su camino al contenedor azul... Salvo que me detenga porque sí o que al albur de abrir una página caiga en un artículo que parece que me estuviera esperando, yo voy a lo seguro: las colaboraciones de Javier Marías con que se cierra la revista, la foto comentario de Juan José Millás, el artículo de Rosa Montero y algo poco más, sin menospreciar el resto: es que no hay tiempo para más y la purga urge...
Sin mucho comedimiento voy arrancando las hojas y me las llevo, como un tesorillo, y las voy leyendo en esos fecundos "ratos perdidos" en trenes, metros, buses, aviones o las alío con el síndrome de M.V.M. en las puertas de embarque a la espera del vuelo que me llevará a... Después guardo algunas, otras los dejo en algún asiento por si alguien pica (yo picaría, vaya que sí), y de las guardadas hago fotocopias para escribir cartas en el reverso, cartas que van a parar a amigos...el etc. de siempre...      
Esta vez recalo en el artículo de Rosa Montero (no me parece ayer cuando el curso 1982-83 leía en Hoz de Jaca, Huesca, su primera, creo, novela, LA FUNCIÓN DELTA , que me llevó mi amiga Milagros...) artículo titulado La costumbre del ciego, de hace un par de meses...En él cita a la italiana Cristina Cattaneo que ha saltado a la palestra a raíz de conocerse su labor humanitaria que no es ni más ni menos que poner nombre, intentarlo al menos, a los tantos seres humanos que perecen entre las costas de África e Italia en la búsqueda de su sueño europeo. Y ha tenido especial repercusión al publicarse que uno de los fallecidos, un chico de Mali, de 14 años, llevaba cosida a su ropa una bolsa conteniendo sus brillantes notas escolares por si le servían de prueba en su llegada a la tierra prometida...No menudeo en este artículo que no tiene desperdicio y que puede consultarse en esas redes... sólo incluyo las notas de este chico de Mali, todas, al parecer, excelentes...


Personalmente me ha traído a la memoria cosas-casos de mis viajes, pequeñas grandes historias, supongo que interesantes y que, como tantas, no comparto con nadie, y no por falta de ganas... fue en 2009 dentro de mi primer viaje por Austria. 
Un tiempo antes había escuchado "casualmente", el miniespacio, curiosísimo, interesantísimo, de radio nacional "Polvo eres" que conducía Nieves Concostrina y que en este caso trataba del NAMENLOSSEN FRIEDHOF, cementerio de los sin nombre o más propiamente de los nombres perdidos...
Había alquilado una bici para rodar junto al Danubio y visitar, más bien peregrinar, el lugar de Mauthausen, y la abadía de Melk...prorrogué un día el alquiler y me dispuse a encontrar como fuera este cementerio...llevaba mi papelito escrito en alemán, y si preguntando se llega a Roma tenía día y ánimos para dar con el lugar que quería, pese a comprobar que lo conocía más bien muy poca gente, la mayoría de las personas ponía cara de extrañeza al mirar el papelito... pregunté, indagué, hasta que uno tras otro, y tras pasar de nuevo por el Cementerio Central vienés (un lugar imperdible que tal vez comparta otro día), mis improvisados guías me fueron acercando al fin hasta uno de los espesos sotos junto al gran Danubio...allí estaba...














El lugar era, según guarda mi recuerdo, un recinto pequeño bajo las espesas frondas, había una pequeña capilla, una pequeña escalinata y un recordatorio hacía la persona que al estilo de la italiana (estoy escribiendo a base de lo poco que recuerdo, no tengo a mano mis diarios de entonces...) dedicó el empeño de su vida, el motivo de vivir, a poner nombre a los cadáveres que encontraba, cuerpos devueltos por el río, bien ahogados, bien suicidios, bien lo que fuera...él investigaba a partir de los escasos datos que tenía hasta encontrar la filiación del cadáver pasando de namenlos a tener su nombre y hasta sus fechas de nacer y morir...lo consiguió de muchos...  



    



























En la sombra profunda de olmos viejos,
Cruces inmóviles aquí en la orilla sombria.
Sin epitafos,
Dime quién duerme abajo,
en la fresca arena.

Es tranquilo en las vegas amplias,
Incluso el DANUBIO detiene sus olas azules.
Porque duermen aquí juntos,
Ellos, arrojados, callados 
y abandonados por las olas.

La desesperación llevó a 
todos los que se juntan aquí
En el regazo frío de las olas.
Por eso las cruces que se elevan como una cruz SIN NOMBRE

















En memoria de Don Josef Fuchs
 con mérito de oro de Vienna
4/.03/1906 —02/04/1996
Cuidó con cariño y sacrificio más de 60 años hasta su muerte el cementerio y las tumbas  de la gente
SIN NOMBRE
Gestión de Simmering

(agradecimiento a mi amiga ULRIKE, hispanófila de pro, que me pasó a castellano estos textos en alemán...)
                                      
...Tal vez ya no muera tanta gente como antes, ni ahogada ni suicidada ni...en este río, aunque sea azul y tenga valses de fondo...para mí es, fue,  digna de encomio la labor de este Juan Simón austriaco por nombre Josef Fuchs...       




...Se corre el telón... años después, muy diferente lugar...
El cementerio de Morro Jable, al sur de la isla de Fuerteventura, guarda un recuerdo similar...A su puerta, a la derecha, bajo un olivillo, dormí la noche antes de llegar al faro de Jandía, última etapa del Gran Recorrido que cruza de norte a sur la isla majorera, la querida isla de Unamuno... Con la luz, y qué luz, del nuevo día entré a rendir visita al lugar, y me encontré con estas tumbas de las que sólo Dios, o Alah, sabe dios, conoce su nombre...son, serán, namenlossen, desconocidos per saecula saeculorum...
      




...un cuadrado de madera apenas barnizada a modo de lápida, el nombre genérico de INMIGRANTE, un número, qué más da, una palmera, simbolizando tal vez el desierto del que venían y el oasis al que querían llegar, la fecha de cuando fueron encontrados, cadáveres a la deriva, y un ¿verso?, un escrito para mí ciertamente enigmático y que no he dado con su motivo
...QUIÉN NOS VOLVERÁ...QUIÉN OS CREÓ UNA VEZ PRIMERA... 
...seguí el camino con un punto de nostalgia que ya no pude, ni quise, quitarme en todo el día...y hoy lo recuerdo...

...en uno de los muchos paseos por mis lares gomeros, entré, como siempre hago al pasar por cualquier cementerio, en el de Alajeró... y allí me encontré otro par de nichos de namenlos... cuando tenga a mano los archivos de ese año lo compartiré y ya puestos construiré una página sobre el Cementerio Central vienés...



...Todos, tanto sin nombre como con su nombre y apellidos, se marcharon, como nos marcharemos todos, sin dejar señas, entrando en esa nebulosa, a esa fosa común del TIEMPO...a saber 

ET LUX PERPETUA LUCEAT EIS