... Aquel año lo empecé en El Hierro, al grato cuido de Sally. Poco después, ya con mi primer teléfono móvil, me fui a recorrer el gran Camino Nacional de Israel. Para cuando fuera septiembre de dicho año tenía previsto dar el muy deseado salto a China. Fue el año en que el mundo se hermanó en la pandemia, hablo de 2020, y todo, también los proyectos, quedó en suspenso. No tardé en aceptar que viendo cómo ibamos el mundo y bastante yo, el ir a China habría que dejarlo para segunda orden, que decía mi madre, lo decía con visos más de suspensión que de aplazamiento, y lo mismo pensaba de otro gigante, la India, y aquel conglomerado de países que se arraciman en torno al Índico, unidos todos a mis deseados destinos cuya visita era entre imposible o muy remota por circunstancias políticas, económicas, físicas...(Tombuctú, Etiopía, Yemen, Tíbet, Buthan, isla de Pascua, islas Marquesas, isla de Sajalin, crucero por las tierras australes...y ya paro...). Pasó el tiempo, brillante Esculapio que cura lo incurable (licencia tomada de Galdós en uno de sus libros que llevo) y en una especie de revival, ya no sé cómo, la sugerencia hecha camino debió venirme de muy adentro, empecé el año pasado por Tailandia, Camboya...rindiendo visita a casi todos... y este año me llevó a la India...y pensé que si conseguí salir indemne de la gran India (calores, muchedumbre, distancias, salud...) pensé entonces que aún tenía un par de cartuchos para gastar en la China, y justo lo pensé de nuevo junto a Sally, el pasado agosto...y así fue, está siendo.
...Qué sabía, qué sé yo de la China...su situación geográfica, su populosa población, lo que leí de Marco Polo en su libro de El Millón (Libro de las Maravillas), aquel libro que vi en el escaparate de la librería Dauro de Granada y que tenía el amenazante título de Cuando China despierte, el Taichi que aprendí en mi pueblo con Lilith (en mal momento fui dejando de practicarlo), los Conciertos en China de Jean Michel Jarre que compré en doble casette, películas que me gustaron mucho como Regreso a casa, Ni uno menos, entre otras, también de Bruce Lee, alguna lectura de Chuang Tzu, algo de Mao, de la gran Muralla, de represiones políticas, del santo Francisco Javier que se quedó a sus puertas, el álbum de las maravillas del mundo que aun conservo, el cuento del Chinito chin cha te, el Chinito de amol de los payasos de la tele, las naranjas de la china y tantas otras expresiones, los consabidos chistes donde no se pronuncia la r, mi admiración por su alfabeto, esa arquitectura que es su palabra escrita, el poemita de Lorca -La canción china en Europa- a veces dramatizado en alguna de aquellas mis ya lejanas escuelas...
La señorita
del abanico,va por el puente
del fresco río.
Los caballeros
con sus levitas,
miran el puente
sin barandillas...
...y la imparable, imbatible, ascensión de este país de unas décadas hasta la actualidad, que no parece tocar techo...pero viajando sentado, libros entre manos, viajes ilustrativos y placenteros como pocos, viajé mucho por su inconmensurable territorio, por su vastísima historia, yendo donde no iría, llegando donde no llegaré, hollando con fotos y letras tantos territorios de este maravilloso mundo que no hollaré...
...por delante un mes. Algún amigo, esos que tengo sin amistad común con otros, de esos que nadie dará nuevas de nuestra ausencia, solo que si ha pasado mucho tiempo sin comunicación querrá decir que uno de los dos ya partió con la nave que nunca ha de tornar, me pidió consejos de qué ver, qué visitar, en un mes en España... Compleja cuestión para alguien como un servidor tan traído y llevado por su país...pues, ¡qué decir de China!. Para no despistarme, ni devanear excesivamente, he tomado como guía varios lugares, en varias de sus provincias, eligiendo como norte las sabias elecciones de los Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO, tanto obras de la Naturaleza como del propio Hombre..ellos y, como con la amistad, lo que surja, son mi norte...
Con el bagaje descrito, digo, desembarco en Hangzhou...
...La cama me tienta tras el largo viaje, pero, dónde se ha visto, ya tendré tiempo...A menos de una hora a pie desde mi hospedaje, un paso en proporción a estas inmensidades, se encuentra el Lago del Este, donde inauguro oficialmente el viaje y lo hago con este patrimonio UNESCO.
(copio de la wikipedia: este lago ha inspirado a famosos poetas, pensadores y artistas desde el siglo IX. Alberga numerosos templos, pagodas, pabellones, jardines, árboles ornamentales, así como un paso elevado e islas artificiales. [...] El Lago del Oeste ha influido el diseño de jardines en el resto de China así como en Japón y Corea durante siglos y muestra un excepcional testimonio de la tradición cultural paisajística creando una serie de vistas que reflejan la fusión idealizada entre el hombre y la naturaleza...)...
Un lago rodeado de colinas boscosas, de gratos senderos, de pasarelas, de gente fotografiándose... mientras, engalanadas barcazas de madera lo surcan en apacible paseo para visitantes. Sobre una colina (Colina del Atardecer) destaca la pagoda Leifeng...desde su altura me vino el acostumbrado pensamiento, recurrente: estoy de viaje: he vuelto a casa, a sus incertidumbres, a sus pequeñas grandes alegrías, a la acostumbrada dependencia de los demás (la caridad de los desconocidos como dice mi recuperado amigo Paulino), a sus trasiegos y descansos, a la dimensión periférica del tiempo...
...Hangzhou, que como me comunica mi prima Rosa, viajando/documentándose con mis mis pasos, significa paraíso terrenal...
Amigo don Antonio, no dejo de reconocer tu capacidad para hacerme sentir envidia de tus publicaciones, en el fondo me encanta repasarlas, (esta esta sin cocer), pero siempre me pregunto... haber cuando serás capaz de hacer algo parecido... llegado a ese punto, me entra la envidia, los celos etc. etc. La ultima foto de esta publicación, me ha provocado una sensación de ver el pasado, presente y futuro de forma instantánea, pasado: la pagoda, presente: el cuerpo de una persona aparentemente fuerte, y el futuro, no se puede representar mejor que con el rostro de la niña, me ha dejado enamorado del todo. No pierdas la capacidad de tomar esas fotos que hablan por si solas. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA - EL BIERZO - LEON - ESPAÑA
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