...Nueva York, año 2022...

(... tenía que haber publicado esta página el año pasado, para que cuadrara la fecha...)

 ...en mis esporádicas idas a Granada, motivadas mayormente por citas médicas, bibliotecarias y para rondar a los amigos, mientras hago hora para las visitas o por puro gusto, siempre de buena mañana, que es cuando me deja el blablacar de turno, suelo dar un paseo que acaba llevándome a la todavía recoleta plaza de Gracia. Contemplo la fachada de la iglesia de la Virgen de Gracia y lo poco que queda de aquellos mis tutelares muros, el seminario, de donde me viene la formación (poca o mucha, de un signo o de otro...) que marcó, pienso que en buena hora, mi vida...ya está uno en obvios tiempos de recogida como para poder juzgar mirando al pasado, siempre con benevolencia, y saber qué volvería a hacer y qué no si el tiempo volviera atrás: entrar de nuevo al seminario sería algo que salvaría bien y pronto...Allí, en la hoy arbolada plaza, antaño un lugar polvoriento y desangelado a los ojos de hoy, se mantiene esta fachada de la iglesia, y sigue, remozada, la farmacia que era in illo tempore del doctor Higueras Toharia (qué empeño de la mi memoria en guardar nombres, cajón de sastre, estómago de gazza ladra), la cafetería Rialto (donde comprábamos los polos que el hombre nos vendía a ocho gordas -ochenta céntimos de peseta- y nosotros, entonces en 5º, revendíamos a una peseta para ir juntando un dinerillo con vistas al viaje de estudios que fue aquel día en la playa de Torrenueva, una historia que merecería un aparte), sigue en pie el edificio que albergaba el Hotel Versalles, y anejo a él, haciendo esquina con la calle Solarillo de Gracia, en diagonal desde el seminario, se levanta el hoy languideciente, abandonado, de la forma más lamentable, lo que antaño fue el gran Palacio del Cine, posteriormente reconvertido en los primeros Multicines de Granada (los Multicines Centro, creo que ocho salas)...El Palacio del Cine, leo, fue en su tiempo la segunda sala más grande de España, 1800 butacas, ahí es nada. Hasta se usó para mítines... 

 ...podía ver la ostentosa mole del cine desde las ventanas de las clases y del dormitorio de la denominada plebe, donde estudiábamos la escuela preparatoria, lo previo para entrar de lleno en el bachillerato de latín y humanidades. El Palacio del Cine, sigo  leyendo, se inauguró el 21 de diciembre de 1961, llegó a tener en su momento una de las pantallas más grandes de Europa, una pantalla de 22 metros, curvada, que junto a la nuevas adaptaciones de cámaras, podía dar salida a lo último en proyecciones... Recuerdo leer lo de películas en sistema TODDAO, que no tenía ni idea qué era pero que sonaba a lo máximo...

El Palacio cerró sus puertas en 1982. El interior se demolió para construir las salas de los multicines, que, a su vez, echaron el cierre en 2013...Cuando uno recuerda estos tiempos y costumbres y pasa por su lado y ve esta decadencia, este abandono sin saber qué le seguirá, uno escribiría un remedo del canto de Rodrigo Caro a las ruinas de Itálica... este cine, ay dolor ...Esta es la imagen que viene presentando hace años...Sic transit gloria mundi...

...Seguimos en el siglo pasado pero dando un sustancial salto en el tiempo. Mi carrera hacia el canto de misa se había truncado y eran otros los cánticos, puede que de sirena, los que escuchaba. Año 1973, tal vez 1974. El amor, o lo que fuera, llamó a mi puerta, recibí la flecha, una de tantas, que me asignó Cupido, hablando en machadiano, y me tocó enamorarme de Fiorina, un nombre figurado por aquello de la  protección de datos, Fiorina, como la fiel amiga de Marco, el simpático y aventurero niño personaje de Edmundo de Amicis...

...una tarde de domingo de aquel 73 o 74 invité a Fiorina al cine, fuimos al Palacio a ver una película que de título sonaba bien, CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE, y que contaba con el gancho del protagonista, Charlton Heston, que, por cierto, era el actor favorito de Fiorina, y lo era, sencillamente, porque era el único del elenco de Hollywood que seguía fiel a su esposa, ajeno a tantos divorcios de alrededor...antes de pasar a la película, auténtico meollo de esta página, debo saldar la historia con Fiorina cuyo "romance" incluyó el comodín de "te quiero pero no estoy enamorado de ti" que hasta un servidor, aplatonicado perdido, sabía lo que significaba...solo me quería como amigo, me declaró, cosa que me supo a cuerno quemado, y así anduve unos días, sin saber dónde meterme, caviloso y atristado (aún no conocía el también machadiano triste, cansado, pensativo y viejo)...aquella, aquello, no estaba hecho para mí...en fin, viendo la evolución de mi especie no me cuesta nada confesar que bendigo mi suerte de que la vida quisiera que ella no quisiera quererme...

...decía que Granada año 1974... Qué lejos se nos antojaba Nueva York y aún más esa fecha, "Nueva York, año 2022", con que empezaba la película y nos fijaba a la butaca mientras íbamos contemplando imágenes primero de cómo era el mundo cuando Dios andaba por él y su evolución hasta llegar al desolador panorama con el que empieza como tal la historia que va a narrar...yo, entonces, además de ignorar la legión de conocimientos adquiridos al paso de los años, la gran ventaja de ir haciéndose viejo, ignoraba del todo qué era una DISTOPÍA, y juraría que mi compañera de butaca tampoco tenía idea de ella...Estábamos contemplando una distopía (utopía para mal) en regla... 

La película CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE fue dirigida por Richard Fleischer y está basada en la novela de Harry Harrison "Make Room, Make Room", en español "Hagan sitio, Hagan sitio", novela dentro del género de ciencia ficción. El título original de la película es SOYLENT GREEN, que es el nombre de las galletas de color verde que son no ya la base de la dieta de la población sino su único alimento, galletas supuestamente elaboradas con plancton marino y que se distribuyen, como el agua, un par de días a la semana...solo un muy reducido número de privilegiados pueden disfrutar de alimentos frescos como los que había muchas décadas antes. El propio Roth (el gran Edward G. Robinson, en el último papel de su carrera), ya viejo, se queda asombrado y se emociona al volver ver un tomate y un trozo de carne, y no digamos Robert Thorn (Charlton Heston, policía y detective) que los ha traído de una casa de la élite donde ha ido a investigar el crimen de un pez gordo, que apura con extática delectación una cucharilla con un resto de mermelada y huele con unción una pastilla de jabón... Roth es una biblioteca viva de un tiempo ya desaparecido, y él mismo se ve de más en ese mundo de ambiente sórdido, irrespirable, agobiante, donde la gente vive hacinada...

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...Damos otro salto, harto significativo, en el tiempo, y me coloco en La Gomera, curso 2012/13. "No te veo yo andando por las calles de New York" me dijo una buena compañera a la que comenté mi plan de viaje con el mes sin sueldo solicitado y concedido. La maestra, seguro que no sin razón, me veía rústico y pastoril, un poco adán, más propio para subir riscos, enfilar veredas y bajar los barrancos que paseando por la Quinta Avenida y echar horas, días, en los rutilantes, grandiosos, museos neoyorkinos, que eran el leitmotiv de aquel viaje. Tres semanas empapándome de la ciudad, caminando sin desmayo distancias enormes, lugares emblemáticos, localizaciones cinematográficas y literarias, edificios famosos, museos... (aquel tiempo quedó plasmado en un audiovisual errático, que puedo enviar a quien lo desee...) Por supuesto, Nueva York estaba en su sitio, y lo sigue estando diez años después, y hasta la fecha...dejo aquí unas imágenes de los cientos de entonces, imágenes que también podrían ser de hoy, junio de 2023, confirmando que la amenaza no se confirmó, al menos todavía...

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...Thorn queda paralizado, en suspenso total, contemplando lo que sus ojos están viendo, ni las lágrimas se atreven a salir para no enturbiarle la mirada, por unos segundos distraído ante la suerte de su amigo. Él no había visto en su vida lo que ahora contemplaba, ni siquiera lo imaginaba, y nunca creyó lo que su amigo Roth le contaba, cosas de viejo, pensaba. Este fotograma de Heston, sobrecogido, preso de una intensa emoción, puede ser mi favorito, un compendio de la película, el desenlace abierto de la misma... 

...Me veo en un futuro más utópico que distópico, imaginado, y hasta deseado, me veo, decía, digo, en el papel de Roth ejecutando mi particular mutis por el foro...me veo, tumbado como él, bajo la impoluta sábana, escuchando por ejemplo el Ombra mai fu, aria de la ópera Jerjes, de Händel, o el Addio del passato de Verdi en la voz de María Callas, o el adagio del concierto para oboe de Alessando Marcello, o  el poco adagio, de la sinfonía nº 4 de Gustav Mahler, o el In Paradissum, el último movimiento del réquiem de Fauré...Cualquiera de estas músicas, todas, una tras otra o solo una dependiendo de las tarifas o las normas de la casa del sol poniente, mientras por la pantalla, envolvente, bastante parecida a la de aquel Palacio del Cine, presencio el desfile de imágenes que tal vez yo mismo haya precavidamente llevado en un pen drive, lo mismo que las músicas (pónganme estas, por favor, habría dicho al contratar los servicios del adiós), imágenes de tanto mundo como vi, caminé y viví a lo largo y ancho de mi vida...volver a ver la Tierra como era, o la vi, sería mi postrer agradecimiento y serían las monedas que pondría en la mano de Caronte afrontando con entereza el partir de la nave que nunca ha de tornar...  

(en youtube, al menos hasta este momento, no está disponible la película citada, película de la que es complemento indispensable esta página, una película de esas que los críticos declaran "de culto"...la tengo en mis archivos y más que dispuesto estoy a compartirla...)