¡Qué bonita es la luz de este Madrid, de este rompeolas de todas las Españas...! Lo dice el actor Fernando Delgado en el papel de Antonio Machado, y se lo dice a la actriz que personifica a Guiomar. Hablo de aquel "Paisaje con figuras" de Antonio Gala que he referido ya en más de una ocasión...y fue el pensamiento que me vino saliendo del metro a la luz hace un par de mañanas cuando empecé la andadura de estos días...
Recalar por Madrid, un tiempo que siempre deviene breve e intenso, camino a otros lugares, me supone siempre una grandiosa tentación, una insinuación imposible de resistir, un envite al cultivo interior donde no falta tajo, reconociendo que por cada parcela que riego me surgen verdaderos eriales con los que estoica, pacientemente, convivo...
Tenía acumulados unos planecillos cuyo cumplimiento no podía dilatar dada mi natural incertidumbre temporal por un lado, las amenazas de la propia vida por otro y la ajustada temporalidad de algunas actividades, es decir, de algunas exposiciones/actuaciones por las que andaba harto motivado. Todo ello, y lo que surgiera...
...Justo Él ya perdió todo asomo de urgencia, instalado en ese estado donde uno se siente a salvo de las amenazas inherentes al propio vivir...hablo del ínclito Javier Marías.
Justo por ahí comenzó este nuevo periplo madrileño, por el cementerio bajo la advocación de San Isidro, ese labrador en permanente arrobo, visitando su tumba que se halla a la espalda de la ermita, en una esquina del pasillo de san Illàn; allí me aguardaba este factor de tantas letras, el provocador de tantas situaciones que variopintaron, enriquecieron, dimensionaron, nuestra vida (la de muchos)...
Bajo el inmenso y estrellado cielo,
cavad mi fosa y dejadme yacer.
Alegre he vivido y alegre muero, pero al caer quiero haceros un ruego.
Que pongáis sobre mi tumba este verso:
Aquí yace donde quiso yacer;
de vuelta del mar está el marinero,
de vuelta del monte está el cazador.
Robert Louis Stevenson
[Traducido por Javier Marías en De vuelta del mar. Antología poética, Reino de Redonda, 2013]
RIDE SI SAPIS/RÍE SI SABES CUANDO TU VOZ CALLE, TU CORAZÓN ME SEGUIRÁ HABLANDO (tomado de R. Tagore)...
...Su recuerdo siguió horas más tarde, o en horas de otro día que venía a ser el mismo, girando visita a ese lugar que conocí gracias a un paseo con mi sobrina... desde entonces soy declarado forofo de esta librería, de nombre tan dulce como La Dulcinea, un sitio de lujo con apariencia discreta en lugar a desmano, un verdadero puerto escondido donde recalar y tomar aire, en uno de los extremos de la larga calle Hermosilla, cerca ya de la Fuente del Berro...un lugar imprescindible para amantes de libros. Uno de los últimos lugares que vieron y vio Javier Marias. A su frente está Álvaro, y no digo más...
El tiempo que impregna los libros de olor a vainilla celeste, a flanín, es el mismo que bandea entre las ruinas, se cuela por fisuras y emerge por grietas, callado imperio, pertinaz, que todo lo penetra...podría escribir mi vida en base a etapas por ruinas gloriosas a lo ancho del mundo...Aún frescas las del monasterio valenciano de Simat de Valldigna, rindo visita a las del monasterio cisterciense de Pelayos de la Presa, en el noroeste de Madrid... ...hermosas ruinas que hoy podemos contemplar gracias a la empeñosa labor de don Mariano García Benito, arquitecto, que como ruinas las compró en 1974 por varios millones de pesetas y que a ellas dedicó buena parte de su vida hasta el final. Todo un ejemplo de amor al arte.
“Los antiguos edificios no son nuestros. Pertenecen en parte a los que los construyeron, y en parte a las generaciones que vendrán. Los muertos aún tienen algún derecho sobre ellos: aquello por lo que trabajaron nosotros no tenemos derecho a destruirlo."
"Tenemos libertad de derribar lo que nosotros mismos hemos construido. Pero aquello por lo que otros hombres entregaron su fuerza, su salud y su vida, su derecho sobre ello..., no acaba con la muerte”
(escritos de John Ruskin que me proporciona mi sobrino Sergio)
...la primera vez que vi esta placa no hacía mucho que la pinturera Carmen, para mí muy atractiva, había traspuesto, pasando al otro lado de los visillos. He vuelto a pasar por el lugar en la calle doctor Esquerdo. Yo todavía me asombro del detalle de estos recuerdos que tanto abundan en los Madriles, tantas placas que guardo en mis archivos...
Veo poco la televisión pero ese poco se encuentra muy recompensado encontrándome con noticias que bien aprovecho. Fue el caso de enterarme de la exposición sobre obras de Juan Muñoz (1.953-2001) en Alcalá 31, uno de los puntos motivo de este viaje...
Un título humilde donde los haya para una soberbia exposición de arte, digamos, contemporáneo (soy un consumidor, un disfrutador de arte, no un entendido, en absoluto)...
Este rato entre el desasosiego y la mudez inquietante de los personajes merecía un trago, pasar el trago, justo al otro lado de la calle, subiendo al fin a la Azotea del Círculo de Bellas Artes...grandiosa vista 360°...estoico constante, hedonista intermitente...
Otra visita imprescindible era a mi alumno Toño, ya con los días contados tras casi un año de ardua recuperación en el centro Fremap de Majadahonda...y a este mozo, Luisito, del que soy, se puede decir, padrino putativo... ...aquellos años de su infancia en que jugábamos al hockey crem (dos sticks y una lata de crema) en su casa de San Miguel de Abona, Tenerife...y cuando venía de la catequesis contando que nuestros primeros padres se llamaban Dani y Eva, que quedó como anécdota familiar marca Luisito. Charlamos un buen rato y ya lo dejé sabiendo que Rodas era una isla griega que no tenía nada que ver con la patria de los miguelitos, La Roda... Y había una fecha que no podía cambiar y que de mucha forma congregó a todas las demás: la de la actuación de Roger Waters, el líder de Pink Floyd... ...ya llovió desde aquel verano de 1988 en que con Miguel y Bel los vi actuar en el estadio Vicente Calderón...¡Qué impresión aquella!...yo, por cierto, había llegado a Madrid en bicicleta desde Granada zigzagueando por el mapa... ...Esta vez fui con Javier y el espectáculo, memorable, fue en el WiZink Center. Sacamos las entradas apenas se anunciaron allá por septiembre, tan lejano parecía marzo...y marzo llegó y con él el cincuentenario de la publicación del DARK SIDE OF THE MOON cuya relevancia no mengua. Y llegó Roger Waters con sus 79 años, su energía, su polémica, su completísima actuación, un espectáculo que para nosotros queda...
El mismo Javier que volvió a regalarme la gulilla con un ramen y sobre todo con una sopa de cebolla (vieja guardia de la cocina francesa, oh la la) que ya con 68 años a la espalda y muchos de tenerla en mente no podía descuidarme en gustar y disfrutar...
...sin ver a mi amigo Luis, de Alcalá de Henares, permanentes desde aquel 1991 que nos conocimos en Turku, Finlandia, no está completo un viaje a Madrid...comer juntos y junto a una botella de champaña era suficiente para seguir al día que tantos años dura. Abrí uno de los países semanales que se siguen amontonando bajo la ventana y allí estaba, amenazante y consolador, este artículo: Fragilidad, único valor en alza, fortaleciéndose...
Me marcho de nuevo de Madrid, donde los días se desenrollaron y confirmaron pródigamente su promesa, y saliendo de la calle Benidorm, de la hospitalidad de Olga y Javier, me venían a la mente estrofas del poema Límites, de Borges, que comenté el otro dia con Álvaro, el sentido librero de La Dulcinea...
Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.
De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido.
Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado.
Y me voy de Madrid camino de Alicante, camino de Bérgamo, camino de Rodas...camino de lo que el destino me aguarde bajo el nombre que sea, como sea, donde sea... Cierro en el aeropuerto MIGUEL HERNANDEZ...cómo no nombrar este querido nombre, en Alicante...