...corría el año del Señor de 1996, concretamente en su verano. Mi madre todavía no era anciana, estaba en esa plenitud de facultades obviamente en declive, dentro de lo que se suele llamar "ley de vida"... Se manejaba perfectamente: entraba, salía, cosía, cocinaba, lavaba, daba sus paseos, miraba la tele, canturreaba, conversaba, tomaba alguna pastilla...en fin, como tanta gente a los 76 años, edad provecta pero lejos aún de la ancianidad por más que esta esté acechando a la vuelta de la esquina...
Ese año yo tenía una cámara de vídeo, Hitachi por más señas, aparato que me duró justo un año... justo para grabar, entre otras cosas, lo que más me interesaba...
Era verano, decía, y entre idas y venidas de mis viajes vacacionales (entonces estaba de maestro en El Hierro) pasaba buenos ratos con ella, hablo de mi madre, en la casa vieja, la casa donde nací, aquella casa con su patio con cenadores y mecedoras, su huerto con sus macetas, con la higuera a la que cada año ritualmente subía (daba por inaugurado el verano cuando trepaba a ella y mi madre me decía "niño, no me gusta que te subas a la higuera, que te puedes caer y después a dar por saco"), casa con sus frescas estancias en verano, sus rincones preñados de recuerdos... casa que, esta sí, estaba en plena decadencia, anunciando ruina por muchos frentes...
Supongo que fue la novelería de la videocámara porque lo que es fotos, fotos, tanto de mi casa como de mi madre, no me faltaban...El caso es que aparte de seguir sacando retratos de mi progenitora me propuse grabarla dando sus explicaciones sobre la casa, desde los tiempos que mi padre la comprara (en torno a 1951...) hasta la actualidad: cuando entraron la primera vez, lo que decía la gente (era una verdadera mansión), la maravilla del huerto, las habitaciones... íbamos pasando por ellas y ella hilaba recuerdos y anécdotas de casi medio siglo, desde los primeros tiempos hasta ese mismo momento...
De vez en cuando, en los descansos de la grabaciones, o en un momento determinado, me decía "niño, no me "claves" (grabes) ni me retrates más, que parece que me voy a morir"... Sus palabras fueron harto premonitorias: hubo otro verano, pero ella ya no estaba...No recuerdo ser muy consciente de que aquellos eran los últimos tiempos de un eslabón de mi vida...
...Pero no era mi intención hablar de mi madre, ni de videocámaras, ni de la casa vieja que hace décadas dejó de existir salvo en la memoria colectiva de mi familia...Lo que llevo escrito es un proemio, una entrada a esta página, cierto que "provocado" por las palabras de mi madre...
Escribo la página al regreso de dos meses por el norte español, deambulando desde el extremo este en Portbou, a las puertas de Francia, al oeste en Camariñas, Costa da Morte...Además de planes bien previstos (GR 38, Camino Primitivo...) y de encuentros muy deseados, el viaje incluía visitar, al fin, lugares anotados hace años, algunos hace muuuuchos años, propiamente desde mi infancia (al estilo del sol de medianoche que "conocía" de las estampas de un álbum que aún conservo) ...los "conocía" por sugerencias de lecturas, hallazgos en folletos, indagaciones personales, tal vez una noticia por la tele, alguna conversación pillada al vuelo, los libros de geografía, los libros en general, los alrededores de otros viajes, los apartados culturales de diarios y sus revistas semanales...sabe Dios, las fuentes son,eran, múltiples y mis planes de ver, sentir, los lugares que me transmitían, se iban acumulando para un presumible futuro...ese futuro que siempre está llegando, al tiempo que vemos cómo merma nuestro caudal de tiempo...
Mi "agenda", el mapa, los mapas, iban poblándose de puntos de interés y muchos planes cumpliéndose, tachándose de una hipotética la lista... los iba visitando, sintiendo y viviendo, mayormente al pausado paso de la andada, en formas de viajar un tanto desurgidas... y siguió pasando el tiempo y lejos de ver, de creer, que me quedaban menos sitios constataba que estos se iban multiplicando, que por cada lugar que borraba de la lista eran varios los que se apuntaban sin pedir permiso, pero con mi venia...
Centrándome en estos meses de viaje, tenía en la mochila unos lugares para rendir visita, casi en plan ahora o nunca...y sí, salvo alguno ya muy a desmano, fui a ellos y constaté que estaban allí, los retraté ("no me hagas más retratos..."),y los compartí... mientras, por dentro, me acordaba de aquel verano con mi madre hace 24 años (que parece que me voy a morir...)...por este aquí y ahora no tengo más intención de morirme que la que la propia vida me tenga marcado...Seguiré tachando lugares, sin prisa pero ya sin pausa...
Mientras tanto aquí dejo un ramillete de sitios cuyos proyectos ya encanecían dentro de mí...
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...y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando...
...palabras demasiado bellas y emotivas como para ser tristes...
Amigo don Antonio, me has metido el alma en un puño, esos recuerdos que comentas de tu madre, más o menos los tenemos todos de una forma similar, o muy parecida, en cuanto a tus andanzas por distintos lugares, me siento más ridículo que un pulpo en un garaje, y yo que pensaba que ya conocía a medio mundo, porque una vez me desplace a 20 km de donde nací, y pensaba: ya conozco todo el mundo. Tú sigue haciendo estos bellos reportajes, para incrementar mi ignorancia, que siempre te lo agradeceré. SALUD Y UN ABRAZO.
ResponderEliminar...la dimensión del mundo, como tal, no existe...Cada uno tenemos una medida de tiempo, de espacio...y no es posible establecer comparaciones...César, feliz cumpleaños hoy 16 de septiembre...todos nos vamos acercando "a la verdad"...un abrazo
EliminarMuchos de esos lugares que nombras también están en mi deseo...
ResponderEliminar...díme, por favor, quién eres,y te diré con quien andas...¿JFA?Gracias
EliminarCuánta emoción ha despertado en mí la lectura de esta crónica.!
ResponderEliminarPrimero los recuerdos de la Casa familiar,de la que tengo oí hablar,me trasladó a mis recuerdos.
Ese cariño de la madre, siempre presente en nuestra vida...
Me has hecho llorar, Querido Amigo.
Luego esos maravillosos lugares que nos regalas y que tanto me gustaría visitar...
Gracias por compartir tu vida.
Un abrazo y un gran deseo de que la Salud y la ilusión sigan presentes en tu Camino.
...para qué lo voy a negar: detrás de cada página, con su relato, sus fotos, sus historias e historietas, siempre hay un evidente propósito de provocar emociones...me alegro, amiga Cloti, que te haya gustado...
EliminarHermosa y emotiva página, amigo José Antonio... En este verano, en el que la mayoría seguimos semi-confinados, es como una agradable brisa,... insufla libertad, belleza, ilusión,... ¡GRACIAS!
ResponderEliminarDeseo que puedas vivir muchas nuevas experiencias, ... de las que tienes pensadas o te vayan surgiendo...
Un abrazo grande.
Gracias, amiga, y si no falta salud ya estoy en vísperas de viaje en el que espero "caiga" algo de lo que se proyecta...¡Y TÚ QUE LO LEAS!
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