...Contraviniendo el consejo que en forma de verso da el escritor Felix Grande (1937-2014) en las primeras estrofas de su poema (Donde fuiste feliz alguna vez/ no debieras volver jamás...), he regresado a Hornos de Segura. Ya páginas atrás he nombrado este poeta, esta poesía, una especie de desgarrador, al tiempo que hermoso, alegato que nos previene sobre el peligro de regresar a un tiempo y a un espacio ya lejanos donde fuimos o creemos que fuimos felices...
Podría ser uno de mis tantos poemas de cabecera porque, como tal, lo considero un condensado tratado de filosofía y, porque, sencillamente, me gusta...me gusta por más que lo desoiga y lo ignore reiteradamente...
Y así he regresado a ese airoso y bien asentado pueblo de la sierra de Segura donde pasé tres años de mi vida de maestro, de mi vida como transeúnte planetario. He vuelto en varias ocasiones desde aquel noviembre de 1988 que dijera "au revoir les enfants", empezando mi primera excedencia... pero por edad, por sentimiento, por todo lo que el tiempo trae cuando el propio tiempo se va cumpliendo, esta vez ha sido especial, con la emoción de la primera, con la emotiva incertidumbre de que pueda ser la última...
(Así era Hornos entonces. La imágenes antiguas que se asoman a esta página son diapositivas escaneadas)
Llevaba tres años de vacaciones pagadas (así llamaba yo mi trabajo en la escuela) en Hoz de Jaca, en mis queridos Pirineos. El culo de mal asiento me animaba a seguir aprovechando mi trabajo para conocer y disfrutar nuevas geografías...Las sierras de Cazorla, Segura y las Villas me estaban llamando desde aquellos años mozos compartidos con mi amigo Miguel, tiempos en que Cazorla era como un paraíso prometido, la certeza de que había otras montañas además de las que enmarcaban mi pueblo...Y fue por ello que pedí traslado... y creo que caí en el lugar adecuado, un destino, una predestinación, un lugar guardado para alguien como yo: un pueblo-pueblo, pequeño y suficiente, escuela con niños de varias edades, buen agua, aire puro, un par de bares, el monte, la sierra en la puerta de la casa...Y mis ilusiones de maestro, intactas...Estuve de 1985 a 1988...
Había pedido el pueblo sin conocerlo, amparado en mi entrenada intuición...Así, un día de finales de agosto de 1985, yo todo esbéltico y aslético (en palabras acuñadas actualmente en nuestro grupo de wasap), preparé la bici y rodando unos 180 Km en ida y vuelta desde Baeza, fui a ver cómo era Hornos. Ahí estoy a la entrada del pueblo, en un marco hoy muy diferente, como tanto en el pueblo...Poco después de llegar se me cruzó por la calle Paco el municipal, que en paz descanse, con su traje y su garrota, y tanto me preguntó que tuve que confesarle que era el nuevo maestro (ay, a saber qué pensaría en ese momento...)
No puedo afirmar rotundamente que fuera feliz, feliz, que sería un tanto pretencioso, y sobre todo porque soy de la opinión, reflejada en alguna página pasada, que la felicidad, esa tan traída y llevada palabra, se vive más en el futuro, cuando el tiempo que nos envolvió en ese resbaladizo presente ya es pasado y admite tantas ventanas desde las que asomarse... parece tener más peso, más consistencia, decir fui feliz que soy feliz...
Sea como fuere, mira por donde la porción de felicidad que ha supuesto este regreso a Hornos ha sido sustanciosa, de esas situaciones que a la recogida hora de irse a dormir permiten pensar que valió la pena vivir... por pasado y por presente, todo un alquímico malabarismo, todo un regalazo extra, un derroche expreso de la vida que me mantiene...por más que escribo y busco expresiones, menos alcanzo a lo que quiero decir para resumir estos tres escasos días en Hornos... a ver si las imágenes me apoyan...
Iba de incógnito, como tantas situaciones al uso en mi vida. Sólo estaban en el ajo Cristina, que estaba en Murcia, y José Miguel, que tuvo el detalle de ir a recogerme a la Puerta de Segura donde llegó mi autobús (catabul, decíamos en la escuela).
...en la Alcoba Vieja, preceptivo trago de agua antes de entrar al pueblo...
...con Pascual (menudos tomates me trajo, los mismos que antaño), Miguel y José en la bolera...
Estos días han sido como un gratísimo sinvivir, un hermoso rapto hacia el tiempo de entonces y de ahora, pasando de una orilla a otra, desgranando recuerdos, anécdotas, pasando el trago con cerveza y cariño... servidor, que es poco, nada, dado a estas expresiones tuvo que rendirse a la declaración de que ha sido uno de los momentos, largos, anchos, profundos, más felices de su vida, que a estas alturas ya es decir...
Un repasillo por aquellos tiempos...
...declarado poco carnavalero, y sin embargo...
...no sé a ciencia cierta cuánto aprendieron estos niños, supongo que ni más ni menos que en otros sitios o con otros maestros, pero lo que es caminar por los alrededores, disfrutar el paisaje, la Naturaleza, el humor, la lectura, la ecología, los juegos al aire libre, actividades diferentes a las que estaban acostumbrados...eso sí, y bien se acuerdan y me lo han recordado resumiendo que aquellos fueron los años más felices de la infancia perdida...
...Nuestras expediciones por el cerro de Hornos buscando la cueva del Agua, el río, el pantano, las alamedas de otoño...yo contaba con ellos, los padres confiaban en mí...(no se me caen los anillos si lamento y pido perdón a los que di un coscorrón o una palabra fuera de tono...)
Y es que en esta ida a Hornos no han sido solo los niños, hoy hombres y mujeres, sino la gente toda del pueblo...
Entre el arsenal de recuerdos que guardo, que atesoro, esperando el día del juicio, me llevé a Hornos material de alto interés: rescates personales de las escuelas viejas con escritos de 1959 en los que firman madres de mis alumnos cuando eran alumnas, o ejemplares del librito CASOS que escribíamos e imprimíamos nosotros mismos con un hectógrafo (una imprentilla a base de cola de pescado, agua y glicerina) ...los niños de hoy, la mayoría, se quedan en blanco si tienen que escribir algo... entonces no dábamos abasto...
Mónicaaaaa...
Con Miguelillo y Luis Miguel. Entre tantas anécdotas conservadas recuerdo la de Luis Miguel que un día me dijo que había rezado para que el Señor me diera luces (estuve dos semanas con velas, esperando me instalaran la luz)...
...desayuno con PACIANO..
...esta es Rosario, la flamante maestra y directora del colegio donde ella fue alumna, graciosa infantita, (es la única con gafas en la foto que cierra esta página)...a veces abusé de su inocencia...
(impagable su anécdota sobre la inopia...)
...en Baeza con Miguelillo y Javi, hoy teniente (entonces hijo del cabo)...Javi conseguía al fin lo que deseaba: que le dijera que se trajera sus cosas y trabajara a mi lado, en mi mesa...
Mari Carmen separada, unida, por casi 40 años...
Ay, Rosa, mi Rosa, la de veces que bailó a petición mía, acompañada al cante unas veces por Jesús (eso que fuman los moros es una especie de yerbabuena...y qué es aquello que reluce encima de la montaña son las lágrimas de mi madre que con fatiguitas me llaman...) y otras por José (hoy la he visto por la calle de la mano de ese hombreeee, el Garabí...) y Los Calis, a los que yo mismo me aficioné.
De vez en cuando le decía a José que me regalara el oído con esa poesía de Machado y entonces él aclaraba la voz y yo quedaba en momentáneo suspenso, arrobado, escuchando su...
En las sombrías torres
repican las campanas
no te verán mis ojos
mi corazón te aguarda...
...Y Rocío, y todos los que no están aquí escritos pero no por ello ausentes, para todos hubo, todos se nombraron...
...situaciones así, como este encuentro, me han ocurrido en muy contadas ocasiones. Esta vez fue con agradecida desmesura. Y ellos me confirman que fueron sus años, nuestros años más felices (perdón por esta inmodestia al escribirlo)...
...esta foto, la última que nos hicimos antes de decirles adiós, octubre 1988, fue como mi pasaporte en la vuelta al Mediterráneo en bicicleta:mostrándola no tenía que decir nada más, sobre todo por los países árabes... me franqueó muchas puertas...Y la siguiente, que es la que forma el perfil de nuestro wasap... nada más que por ello ya sería suficiente para dar por bendito el teléfono...
...Sabes que volverás/porque la dicha consistió en marcarte con la nostalgia...(cuestión de vida y salud: espero volver a Hornos en unos meses, más pronto que tarde...)