(Rabindranath Tagore)
EPITAFIO, su etimología nos lleva, cómo no, al griego:
“epi” (sobre) y “taphos” (tumba)…
La RAE dice: Inscripción que se pone, o se supone puesta, sobre un sepulcro o en la
lápida o lámina colocada junto al enterramiento.
Epitafios, laudas sepulcrales, estelas funerarias, piedras labradas, talladas, letras escritas en la piedra o pegadas con silicona...recuerdos para
alargar lo efímero de la vida, para ensanchar la transitoriedad de nuestro paso por este proceloso mundo, glosar al que se llevó la muerte, al que se fue
p´al silencio, como decía Atahualpa Yupanqui...
p´al silencio, como decía Atahualpa Yupanqui...
No es novedoso decir cuánto incluyo la visita a los cementerios en mis viajes, es una constante, no hay viaje completo sin ellos, como no lo hay sin mercados, sin miradores, sin bibliotecas, sin callejeos, sin museos, sin montañas, sin catedrales, sin ermitas y monasterios, sin templos en general, sin cuevas, sin bosques, sin algunos bares y cafeterías, sin puentes, sin alongarme sobre los pretiles de los ríos, sin amigos ...y lo que surja...(como aquello tan socorrido hoy de "busco amistad y lo que surja...)
Ya he contado que hay cementerios inmensos y mínimos (de una sola tumba), cementerios muy especiales, caso del de los nombres perdidos de Viena, cementerios históricos, cementerios que son museos al aire libre, monumentales como el Staglieno de Génova, por no citar muchos, cementerios literarios, cementerios musulmanes, judíos, cementerios bosque, cementerios paraíso...Mi colección fotográfica al respecto es vasta, ni yo sé cuánto tengo por muy ordenado que lo tenga.
A veces me preguntan por este gusto mío por los camposantos, por las necrópolis, como si fuera una obsesión o algo tan extraño...sabiendo que al fin y al cabo todos seremos un día difuntos ¿no es un poco, o bastante, como si ya lo fuéramos...? ¿Entonces...?... "somos un almita que lleva un cadáver a cuestas" que decía Marco Aurelio, o aquella respuesta que dio Valle Inclán cuando le preguntaron qué quería ser de mayor: "Yo, cadáver", no podía ser menos...y ¡cuánta vida se percibe en los cementerios y en los rituales de la muerte, incluso en los más prosaicos de hoy en día...Somos vida y muerte a partes iguale y la frontera entre ellas es sólo aparente...
...Los cementerios vienen a ser como un reflejo de la propia vida, lo son, como todas las ceremonias alrededor de la muerte...Quien no va a ellos nada más que en las ocasiones preceptivas, no sabe lo que se pierde...(lo mismo diría de las iglesias, de muchos lugares a los que la gente, por lo que sea, no entra sino cuando la vida da un empujón...*)
* Reseño al respecto el recuerdo de un amigo que encontré en el aeropuerto Tenerife Sur. Hababla del ajetreo, el bullicio, el mareante ir y venir propio de estos lugares. Yo le sugerí la capilla, un lugar poco o nada visitado en los aeropuertos, un lugar abierto a todas las creencias y a ninguna -que ya es una-, verdadero remanso en mitad del remolino. "¿la capilla?, uf, es que me da un poco de repelús" me dijo... tal vez lo mismo puede pasar con los cementerios, "uno de los pocos lugares donde se puede pasear sin el agobio de tanta gente" me decía el otro día una amiga, ay, hablando del cementerio de Granada...
Formando parte de mi colección de arte fúnebre, no tanto un capítulo aparte sino complementario, atesoro, sí, no es excesiva palabra, una amplísima colección de EPITAFIOS...El soporte de buena parte de ellos (por ejemplo, aquellos tan "jugosos" que retraté por los cementerios de América del Sur), es en dispositivas, que esperan un día su redención digital...
Aquí os presento un buen ramillete de ellos, incluyendo un par de relieves...
Epitafios escuetos, explayados, ingeniosos, enigmáticos, originales, entrañables, decididamente tristes, pretenciosos, irónicos, nostálgicos, desgarradores...todo cabe...como en la propia vida...
Ya he contado que hay cementerios inmensos y mínimos (de una sola tumba), cementerios muy especiales, caso del de los nombres perdidos de Viena, cementerios históricos, cementerios que son museos al aire libre, monumentales como el Staglieno de Génova, por no citar muchos, cementerios literarios, cementerios musulmanes, judíos, cementerios bosque, cementerios paraíso...Mi colección fotográfica al respecto es vasta, ni yo sé cuánto tengo por muy ordenado que lo tenga.
A veces me preguntan por este gusto mío por los camposantos, por las necrópolis, como si fuera una obsesión o algo tan extraño...sabiendo que al fin y al cabo todos seremos un día difuntos ¿no es un poco, o bastante, como si ya lo fuéramos...? ¿Entonces...?... "somos un almita que lleva un cadáver a cuestas" que decía Marco Aurelio, o aquella respuesta que dio Valle Inclán cuando le preguntaron qué quería ser de mayor: "Yo, cadáver", no podía ser menos...y ¡cuánta vida se percibe en los cementerios y en los rituales de la muerte, incluso en los más prosaicos de hoy en día...Somos vida y muerte a partes iguale y la frontera entre ellas es sólo aparente...
...Los cementerios vienen a ser como un reflejo de la propia vida, lo son, como todas las ceremonias alrededor de la muerte...Quien no va a ellos nada más que en las ocasiones preceptivas, no sabe lo que se pierde...(lo mismo diría de las iglesias, de muchos lugares a los que la gente, por lo que sea, no entra sino cuando la vida da un empujón...*)
* Reseño al respecto el recuerdo de un amigo que encontré en el aeropuerto Tenerife Sur. Hababla del ajetreo, el bullicio, el mareante ir y venir propio de estos lugares. Yo le sugerí la capilla, un lugar poco o nada visitado en los aeropuertos, un lugar abierto a todas las creencias y a ninguna -que ya es una-, verdadero remanso en mitad del remolino. "¿la capilla?, uf, es que me da un poco de repelús" me dijo... tal vez lo mismo puede pasar con los cementerios, "uno de los pocos lugares donde se puede pasear sin el agobio de tanta gente" me decía el otro día una amiga, ay, hablando del cementerio de Granada...
Formando parte de mi colección de arte fúnebre, no tanto un capítulo aparte sino complementario, atesoro, sí, no es excesiva palabra, una amplísima colección de EPITAFIOS...El soporte de buena parte de ellos (por ejemplo, aquellos tan "jugosos" que retraté por los cementerios de América del Sur), es en dispositivas, que esperan un día su redención digital...
Aquí os presento un buen ramillete de ellos, incluyendo un par de relieves...
Epitafios escuetos, explayados, ingeniosos, enigmáticos, originales, entrañables, decididamente tristes, pretenciosos, irónicos, nostálgicos, desgarradores...todo cabe...como en la propia vida...
EN LA TUMBA DE ALFREDO KRAUS CEMENTERIO DE VEGUETA (LAS PALMAS DE GRAN CANARIA) |
SEÑOR, NO ME REPRENDAS CON TU ENOJO NI ME CASTIGUES CON TU IRA (LIBRO DE LOS SALMOS) |
EN AMOROSO RECUERDO DE... |
MUY QUERIDO |
HASTA EL AMANECER |
LO HICE A MI MANERA (HICE MI CAMINO) |
AQUÍ DESCANSA ALGUIEN QUE NUNCA ANTES DESCANSÓ |
...UN ALMA ATORMENTADA AL FIN EN PAZ... |
TRISTEMENTE FALLECIDO QUE DESCANSES EN PAZ |
SUS VECINOS Y AMIGOS |
JUNTOS DE NUEVO |
NADA LLEVO EN MI MANO SOLAMENTE ME AFERRO A TU CRUZ |
HIJA HERMANA COMPAÑERA AMIGA |
EN PAZ |
LO QUE VIVEN LAS VIOLETAS |
Si después de morir queréis escribir mi biografía
no hay nada más sencillo.
Tiene
sólo dos fechas:
la
de mi nacimiento y la de mi muerte.
Entre
una y otra todos los días son míos.
(Fernando Pessoa)
(Fernando Pessoa)
RESPETO PROFUNDO a las lápidas expuestas.
Contribución a las cercanas festividades de Todos los Santos y difuntos...
(habrá una segunda entrega de epitafios, amenazo...)