Paseos del filósofo, caminitos para filosofar, hay o puede haber en cualquier lugar, un lugar preferentemente con árboles, rumoroso silencio o con una calma corriente de agua...un lugar que se preste a desaparecer dentro, dejar fuera pensamientos desestabilizadores, que pueden serlo todos, un lugar que nos permita vaciar la mente que es el mayor y mejor de los pensamientos...un bosque, generosa ración de soledad y silencio, un curso de agua tal vez...todo lo que nos permita un exteriorizarnos de nosotros mismos para entrar en la NORMA en la que vivimos sin apercibirnos de ello, la NORMA, esa palabra que aprendí en el libro de "El Druida"(Morgan Lliwellyn), esa palabra que sin tener explicación es la explicación para todo...
Todo un lujo...por cinco veces ya, dos en solitario y tres en buena compaña, he estado por los frondosos parajes de la Selva Negra. Las cinco veces pasé por el camino que lleva a las alturas de Feldberg dejando a la izquierda esta señal, pero solo una, al fin, me adentré por la dirección que marcaba....un recorrido en nada diferente del camino dejado o de otros adyacentes...solo que así se llamaba...he tratado de indagar hasta donde he podido sobre el origen o motivo del mismo pero sin resultado alguno...por ahora...
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Caminé un par de buenos ratos por este camino en la falda de la montaña sobre Kioto, un espacio donde templos y bosques se reparten armoniosamente la tierra...y qué bosques, en la madurez del otoño nipón, y qué templos...el lugar quedaba no muy lejos de mi hospedaje y allí me fui a leer y, claro, a filosofar, que era como más propio...echaba el rato en esos menesteres, sentado en banco, mirando pasar la poca gente...se acercó a compartir mi banco un señor, pinta de ello tenía aunque se notaba más joven que yo...se presentó, me dijo que era de Taiwán, que nunca había conocido a un español...y un rato después me preguntó si yo era...arquitecto...yo, esbozando leve ironía, lo propio cuando no se comparte idioma, le dije que era "arquitecto...de niños" pero que sobre todo era filósofo...el buen hombre se sonreía con marcada educación pero no estoy seguro si captó mi mensaje...fue un rato muy grato, profundo en su sencillez, apacible, como tal vez tenga que ser la filosofía, pese a todo....
...¿Un paseo del filósofo en La Gomera?...
...el entorno del Raso de la Bruma se presta a ello....Puede iniciarse allí donde las mesas a ambos lados de la carretera, junto a la gran haya, o faya que aquí se ve, un hermoso ejemplar de myrica faya que ha sido personal testigo del paso de todos los amigos y familiares que vinieron a visitarme, la foto junto a ella era reglamentaria, incluso subirse a una de sus ramas hasta que un viento y el tiempo mismo la desgajó...
...junto a ella la senda baja emboscada en el fayal-brezal camino de la Cañada de Jorge donde tras llanear unos metros abandonamos el camino que va a Arure por La Quintana, y a la derecha subimos pausadamente hasta cerca de la carretera y a su vista viramos por el camino de la derecha hasta llegar de nuevo, bosqueando siempre, a la esplendorosa haya...
...y si queremos otro paseo para las confesiones de un pequeño filósofo, que decía Azorín, unos kilómetros más adelante està el senderillo de los Barranquillos, con su añoso ejemplar de brezo, su admirable brezo tumbado y vivo, su mirador sobre el paisaje de Alojera...El sendero de Los Barranquillos, un lugar donde fundir pasear y filosofar preferentemente cuando ya no es de día pero todavía no es de noche...
...Dándole al magín, tirando del clásico
quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos
que llevamos por doquier como espada de Damocles
sobre nuestra débil grandeza de ser humano,
dando vueltas a la noria del no saber del lugar del que partimos para llegar aquí, si realmente somos o todo es un sueño que procuramos no convertir en pesadilla, pensar en el infinito, lo perdurable y lo eterno, lo efímero y transitorio, la impermanencia de todo, TODO...
...más erráticos que convencidos, con más incertidumbres que certezas...cuestiones que se nos cuelan en el día a día, inevitablemente, las mismas desde el primer ser humano sobre la faz de la tierra hasta el que ahora ahora mismo está leyendo esto...
el unamuniano "Del sentimiento trágico de la vida"...
...Tal vez la Naturaleza, casi siempre tan callada, nos esté gritando el secreto...habla siempre en eterno silencio que decía Juan de Yepes, más conocido como
San Juan de la Cruz...
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Buenas tardes D. Antonio, de nuevo me has metido en tu meditación, en ese misterio que te atrae, y que necesitamos tener de vez en cuando, para resolver no se que cosas en nuestro interior, y que algunas veces funciona con la meditación, durante unos días o temporada, y otras con una cerveza o un gin tonic con una buena compañia. Muchas gracias por relajarme esta tarde.
ResponderEliminarNo pares sigue sigue...SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA.
Desde La Dama, en La Gomera, gracias por tus palabras...Añado el cigarrillo y un paseo en moto a San Pedro de Montes...motivos mil para vivir, para afrontar lo que nos viene y vendrá...
ResponderEliminarPaso firme y templado, corazón caliente y mente fria. Lo del paseo en moto a San Pedro de Montes, eso seria la satisfacción más gtrande que nos podiamos dar ese día. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA
ResponderEliminarGracias Titi cómo siempre por ofrecernos estas imágenes maravillosas que nos hace pararnos en ritmo estresante del día a día.
ResponderEliminar...yo lo disfruto dos años después....justo muy cerca del Titisee...
EliminarMe has matado de satisfacción, casi dos años después, y gracias a ti, he podido revivir aquellos momentos. SALUD Y UN ABRAZO.
ResponderEliminarPues,amigo César, he tenido el mismo gusto... gracias
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