...ARCADIA...lugar o ambiente utópico e idílico, cuyo referente originario era el mundo pastoril clásico (diccionario de la R.A.E.). Conozco a la señora Arcadia, vecina de La Dama, en La Gomera, y conozco al famoso José Arcadio Buendía, fundador de la dinastía de Macondo...Y de mis viajes por Grecia conozco un poco de aquella Arcadia, antigua región que ocupa la parte central del Peloponeso...
...EL HIERRO. Un nuevo regreso a la llamada isla del Meridiano, la isla del Árbol Santo, del roque de la Bonanza, de las asombrosas sabinas y los alucinantes campos de lava...El Hierro, una nueva venida, de nuevo contratado, y ya van tres veces, como guardés... mejor housemeister, queda más propio dado los propietarios del lugar, mis amigos, la familia Ballmann, y le añade un plus de categoría para un humilde servidor...La casa, las gallinas, la huerta, las macetas, el jardín y, sobre todo, la perrita Sally, quedaban de nuevo a mi cargo. Fue la primera vez a caballo entre 2019 y 2020, posteriormente entre noviembre y diciembre del año pasado...y dada mi probada honradez, mi reconocida probidad, mi celo en el cuido del lugar (aquí me estoy pasando en la alabanza pero no hay que olvidar que no tengo abuela), sus dueños vuelven a fiarme su hacienda con una nueva ausencia.
Así, otra vez en las Casas del Monte, en el norte herreño, por encima de Erese, El Mocanal y Guarazoca. A la escuela de Guarazoca llegué en septiembre de 1994, en buenísima hora fue, y de aquel pasado parten estos presentes...
Estaba yo por tierras de Asia Central hace unos meses cuando mis amigos consultaron mi disponibilidad y acepté más que de buen grado un nuevo tiempo de activo reposo en mi vida, un necesario detenerme en la errancia, una invitación a un nuevo sosiego en la más grata de las soledades...Afortunadamente, se confirmaba el aserto de que no hay dos sin tres, como cerraba, en esa duda, la página (Paseos con Sally) que venía a resumir mi anterior estancia.
Vuelo de Madrid a Tenerife norte, previa noche en el aeropuerto (el vuelo sale a horas poco cristianas, dijo mi amiga), un reencuentro con los amigos Ana Ester y José Carlos, una nueva pernocta en la casa de Cabo Blanco, siempre dispuesta y por mí siempre agradecida, y el domingo 4 de julio embarco en Los Cristianos en la nave Volcán de Tirajana de la naviera Armas...Una nueva singladura, muchos viejos recuerdos, la certeza de que esto se va acabando pero el presente, candente, sigue prometedor...
Partieron mis amigos, coloqué mi más que parco equipaje y cumplí con Sally el tácito ritual: ir al impresionante pino de las Casas del Monte, árbol singular donde los haya por motivos sobrados, árbol que estando junto a la carretera queda desapercibido...Empezaba nuestro tiempo, un mes, en común...
Cada día comenzaba con la misma tarea: ranchar las ocho gallinas y el gallo. Picar hojas de col, de acelgas, de calcosas, el reclamo del verde que las vuelve locas, más ración de pienso y millo. Después la comida de Sally, que nunca pide nada pero siempre anda dispuesta: arroz blanco con su porción de carne de lata...mi té, el kéfir, la fruta...y al trabajo. Empecé con disciplina y ánimo mis oficios de la soledad: libros por leer, páginas de este blog por completar y un capítulo denso, mucho, de mi vida que necesitaba sacar, desembuchar, desahogar, en escritura...
Largos paseos con Sally, siempre presta para salir, donde sea, por los tantos andurriales, aparentemente nunca cansada, feliz, seguro que más que yo, correteando por las espesuras herreñas...por si acaso le llevaba una chuchería permitida, tipo barrita energética canina y siempre bebía de mi mano a lengüetazo limpio...los abiertos paisajes de Nisdafe, la espesuras de la ahora llamada ruta del agua, el paseo por los letimes, el mar en el Charco Manso, ratos de capital en Valverde...y qué disposición y facilidad para ser retratada.
(con el gato de Csaba al que miraba con más que respeto)...Educada y discreta a la puerta de ventas y supermercados, siempre haciendo gentes allá por donde iba ...¡Ah, la amiga Sally...y eso que yo era o soy poco amigo de animales de compañía, en general!...a mi lado, a mis pies, a la vista siempre, la miraba a hurtadillas y comprendía que era mi permanente recordatorio del presente...
...Y cada día, siempre con ella, a media mañana o media tarde, la visita al vecino y amigo Csaba...Café, a veces cerveza o aguardiente de pera destilado en aquellas sus tierras húngaras a las que, cómo no, espero volver si la vida me sigue teniendo en su caprichoso seno. Y cigarrillo. Y charla. Lejos de mí, lejos de él, muy lejos de ambos, sospechar que en nuestras cotidianas tertulias entraría Jorge Manrique y el Eclesiastés, la fugacidad de todo y el todo vanidad de todo...
...Paseos por mi pueblo, Guarazoca, alguna puesta de sol en el mirador de la Peña, como antaño, encuentro con algunos padres, algunos amigos, algunas compañeras maestras de aquel tiempo...
...con Iznaya, casi treinta años después. Le fue fácil reconocerme cuando me abrió su puerta y le dije "la rubia asesina de las películas"...(Con eso me vino un día mi querido alumno Jonathan: ¿verdad, maestro, que la maestra Iznaya le parece a las asesina de las películas?😂
...y sobre todo la inmensa felicidad, esa que se repite cada vez que regreso a la isla, del encuentro con antiguos alumnos, los niños que eran, los hombres que son, la vida conmoviendo el tiempo...con Ayoze, con Javi...
...y el citado Jonathan, siempre fijo en mis regresos a la isla ...
No me faltó la justa ración de verdura en ese generoso jardín huerta que es todo el alrededor de la casa...Apenas tuve que regar, el exceso de bruma, el no mucho sol, algún pequeño chubasco, temperaturas que no pasaron de los 25 grados mantuvieron la justa humedad del lugar...
...estás en el paraíso, me dijo alguien...no tuve valor para responderle tímidamente con aquello tan cierto de que el paraíso está donde estamos o no está...pero, sí, ciertamente, estuve un mes rescatado en un paraíso, motivos me sobraban para creerlo...
...y una verdadera novedad en mi vida, un regalo de estos días, una más que grata experiencia no pequeña para alguien que llegó tan lejos sobre dos ruedas: mi primer contacto con la bicicleta eléctrica, buen gusto le tomé...el amigo Csaba testigo de mi primera salida...Y Sally que se quedaba en casa, resignada y mohína, y me recibía dando saltos como loca...
...con ella llegué en mis salidas hasta El Pinar, visité su cementerio para encontrarme allí tumbas de muchos inmigrantes llegados a estas costas...
...difícil tomar conciencia de estar en el paraíso si no se tiene atrofiada la sensibilidad de hermandad...al otro lado de la isla, donde casi siempre luce el sol, el clima excelente y los paisanos y turistas bajan a comer pescado, en La Restinga, sigue imparable la llegada de personas desde el otro lado...más de tres mil arribaron a estas costas durante este mes que estuve...y a escasos cuatro kilómetros de las Casas del Monte, en San Andrés, el campamento de acogida, segunda etapa a la que seguirá Tenerife y después...Dios, Alá, como se llamen, sabrán...
...y así estuve, prisionero en la Arcadia del presente, como decía Antonio Machado, más feliz cuanto menos cayera en la cuenta de ello, y así pasó el mes: ensanchar aquel tiempo fue mi única manera de alargarlo...Y llegó el amigo Kitabo al que rendí cuentas, le hice un cumplido informe de cómo dejaba la hacienda, cumplí con lo que de mí se esperaba, quizá algo excedido en el saneamiento de la bodega, dejé en una bolsa la ropa que mayormente usé (era de Dustin, un hombre alemán que unas semanas antes había ido a la isla sin saber que allí cumpliría su tiempo en la tierra, somos de la misma talla y conozco el lugar por el que se precipitó. Mis amigos colaboraron en la búsqueda y a su cuido quedó su equipaje...) ropa que allí queda por si regreso...
...me parece que Sally me decía no te vayaaaasss. Pilar me llevó al muelle y en el mismo barco que vine me marché de la isla...la vida dirá si habrá otra oportunidad de recibir la cotidiana lección del presente que me daba la buena perrilla...En el muelle se repetía la escena de un mes antes: el embarque de los mismos otros inmigrantes...vamos todos en el mismo barco...
..¿estuve en el paraíso, fue un viaje a la Arcadia? no hay más arcadias ni más paraísos que los que podemos sentir, portar y soportar...Lleva quien deja, decía don Antonio Machado...