sábado, 29 de junio de 2024

...de Bishkek a Osh: CORAZÓN KIRGUÍS...

"LOS QUE NO VIAJARON NO CONOCIERON EL CORAZÓN DEL HOMBRE"
(guardo, aunque no sé dónde, una postal con esta sentencia escrita en alemán)
                                  ♥️
...en un país con una superficie que no llega a la mitad de España, hablo de KIRGUISTÀN, una distancia de 750 km puede considerarse una distancia no pequeña: es la que media entre Bishkek, la capital, al norte, y Osh, la segunda ciudad, en el valle de la Ferganà, al sur.
Hay una forma rápida de salvarla, menos de una hora y un precio afrontable, entre 50 y 80 € (la dejaré para el trayecto inverso). Y hay otra...que fue la mía, no podía ser menos, y en buena hora entonces que lo viví y ahora que lo cuento, cuando la natural emoción de lo vivido se va atenuando por mor del tiempo y la propia vida que va solapando, sin piedad, vivencias sobre vivencias...
Un turista/viajero como el que llevo conmigo está todavía lejos de arredrarse ante el número de horas que le esperan encajado entre otros viajeros en el más que ajustado espacio de una marshrutka, un microbús, que no tiene otro horario de partida que cuando se completan los asientos...no pude dejar de aceptar el reto, tampoco me costó mucho, después de haber leído relatos de otros que lo han hecho. Pienso en mi geografía corporal en general y en mi vertebral columna en particular y si con toda la matraca autoinfringida durante tantos años he conseguido llegar a esta edad, pienso, por un lado, que no tuvo que ser tan malo y, por otro, puestos a lo peor, ya para lo que me queda... (como me dijo, en otro contexto, mi querida alumna gomera Nerea en anécdota alguna vez referida...)
Fui la tarde anterior a merodear en la estación de autobuses, la del oeste, a ver posibilidades...y uno, yo, que lampo por un -buen- augurio, así lo tomé cuando de lejos descubrí, entre todos, el cartelito de OSH...
Bendito teléfono, bendito internet y bendito traductor...me dijeron, o deduje, que a las seis de la mañana era una probable buena hora...obviamente, mejor antes...y allí estaba, bien temprano...
Llegué donde los microbuses, me acerqué a uno, dije ¿ОШ? y da, da, contestó el buen hombre. No me lo podía creer: quedaba un lugar solo, subí y arrancamos...tuve el santo de cara.
Obviamente, me tocó el peor asiento, ajustado entre dos muchachos, asientos elevados del fondo, alejado de ventanillas y con vistas al pasillo y su humanidad. Dios proveería...
Apenas saliendo de BISHKEK el buen conductor, lo pude comprobar, paró junto a una gasolinera a cobrar: mi vecino de la derecha, se llamará Kilim, me enseñó un billete de 1000 som, el precio, unos 11€.
Y pasadas las inmensas vegas que rodean la capital el coche tomó rumbo a las montañas, esa cordillera Tianshan que en buena parte habíamos de atravesar. Por dos veces la carretera supera los 3000 metros...
El paisaje se iba poniendo excitante: quebradas, ríos, vaguadas, yeguadas conducidas a caballo por airosos pastores...y subir y subiendo, las nieves empezaron a aparecer en los picos cercanos. Me llama la atención, aquí como en tantos lugares, en España, sin ir más lejos, cómo la gente corre las cortinas y parece que no quisieran ver el pletórico paisaje que se ofrece al otro lado. Por suerte, mi vecino, Kilim, la despejó viendo mis esfuerzos por mirar e incluso por sacar alguna fotografía...el muchacho, gentil donde los hubo, no tardó en ofrecerme encarecidamente el cambio de asiento...
Y empecé a mirar lo que ahora vosotros veis...
...un túnel en una cumbre y como por ensalmo, a la salida, un rotundo cambio de paisaje: se abría un dilatado panorama, una casi infinita vaguada festoneada muy a lo lejos por un reborde de picos nevados...
Por allí debería andar el pico Lenin con sus más de siete mil metros (leo que se llama Lenin en Kirguistán y Ibn Sina -Avicena- en Tayikistán).
La carretera yo no diría que fuera mala, no estaba mal teniendo en cuenta el trazado y el propio nivel del país; el traqueteo, eso sí, era continuo... cómo sería que por la noche miré casualmente el número de km en teoría caminados y me salían más de cuarenta... El teléfono captaba como pasos el propio meneo...
No despegaba los ojos de la ventanilla, renovando cada poco el asombro de lo que veía.
El conductor, Timur, en una de las paradas, y antes de colocarme el sombrerillo, caía un sol inmisericorde, señalando las condecoraciones solares que adornan mi calva, me quiso ofrecer una gorra. Con qué gusto se puso para el retrato. Al principio me recordó, con la gorra, a Quico, el hijo de doña Florinda la del Chavo del Ocho...pero, no, era muy parecido a Joaquín, un portugués con el que hice varias campañas de la aceituna años ha.
Se fue creando la camaradería propia del roce bajo el mismo techo y el mismo aire. Recordaba el pensamiento de Pessoa, atinado como todos:
Vivimos todos, en este mundo, a bordo de un navío zarpado de un puerto que desconocemos hacia un puerto que ignoramos; debemos tener los unos con los otros una amabilidad de viaje.
El microbús era nuestra momentánea casa. Una señora hablaba un poco inglés y me preguntó a sugerencia del señor que llevaba al lado cuál era mi edad (cada día me lo preguntan varias veces y siempre causo, a lo que veo, un indescifrable asombro, un "pues no parece", que de varias formas se puede tomar). En una de las paradas (una para comer y varias para servicios varios) al bajar me preguntó que por qué había venido a Kirguistán y cómo supe que existía este país y que no había visto españoles...que viene a ser lo mismo que me dijeron en el ahora ya lejano, qué hermosura de lugar, parque nacional BAYANAUL, en KAZAJSTAN.
(Días después en el albergue de Osh saludé a dos chicas vitorianas)
En esta orilla de frescor y humilde exquisito buen gusto fue la parada para comer. Yo, inapetente, disfruté de un tazón de airàn, muy espeso y ácido, que me supo a gloria. Unas horas antes, en uno de tantos lugares orillados en la carretera, junto a unas yurtas, volví a tomar, como todos, el sabroso kumis, leche de yegua fermentada que ya me había ofrecido Natasha en el citado Bayanaul (me cuenta Natasha en un wasap que el día que me fui vino un cambio de tiempo radical, estuvieron tres días sin luz y tuvieron que vender a prisa la comida guardada en congeladores...y que cuándo voy a volver...)
...pero, traductor mediante, el contacto mayor, obvio, fue con mis vecinos Kilim y Marlen...ahí los capté sesteando...
... y aquí un rato antes de despedirnos con tan generosos apretones de manos.
A mi lado Kilim, que me cedió la ventanilla, y Marlen el de las gafitas. Me dijo que estudiaba diseño y me enseñó, qué artista, un montón de dibujos, acuarelas, retratos y composiciones que guardaba en el teléfono...yo les mostré fotos de mi tiempo de maestro (ser, haber sido, maestro, sigue siendo, por estos países, como por aquellos árabes, un privilegio...). No son pocas mis vivencias con muchachos, ya más jóvenes que adolescentes, que me atienden, atendieron, con respeto y cariño, como viajero y transeúnte. Así lo siento. Qué verán a través de mi torpe aliño indumentario, a veces astroso y cierto estropeamiento, tal vez el desvalimiento inherente a una cierta edad, lo enjuto de carnes, la evidente extranjería...o tal vez perciben en mí la apertura, la falta de temor...me trataron, me tratan, como respetuosos hijos, o nietos. En el camino me vienen los sentidos, resignados y profundos versos de Cernuda...
Muchachos
que nunca fuisteis compañeros de mi vida,
adiós.
Muchachos
que no seréis nunca compañeros de mi vida,
adiós...

... Adiós, muchachos, que por unas horas fuisteis compañeros de mi vida...
La carretera no se prestaba a trabajos de precisión y sin embargo, tras preguntarme si podía retratarme, Marlen se aplicó a ello con esmero...
La hermandad creada en horas se fue desahaciendo en minutos conforme íbamos llegando a Osh y los pasajeros fueron solicitando parada.
Justo treces horas y media después, los huesos y músculos bien cernidos, descolocados y recolocados, llego a la estación de OSH, ya a solas con Timur. El buen conductor, con una sonrisa que no da muestras de cansancio, con un gesto, cabeza echada sobre las dos palmas, me pregunta donde dormiré...trata de buscarme un taxi que no hay en los alrededores. Encaro con ánimo de estirar piernas los cinco kilómetros que me marca el teléfono hasta el albergue...
En la amplia, limpísima, acogedora habitación compartida, parece que me estuviera esperando Nur. Tras presentarnos, en esforzado español me nombra Murcia, Almería, Zaragoza...es conductor de autobuses...🤦‍♂️, también me nombra Mercadona...le regalo un par de barritas de Hacendado que llevan ya un mes en la mochila esperando una emergencia que no llega. Nur me regala un pan, va al baño, vuelve muy peripuesto y se despide hasta mañana, que dice que va a ver a su novia...y servidor, ya rendido, se acostó, corrió la cortinilla y trató de dormir...No duermo por no soñar, escribió Machado...

jueves, 20 de junio de 2024

...el País del Fuego: AZERBAIYÁN...


...este hombre, azerbayano, puede pasar por ser ejecutivo, un ejecutivo dinámico informal, y diríase que lo he captado en el momento de tomar decisión sobre un negocio, resolver la duda de algún socio, qué se yo, algo momentáneamente importante, tanto que hasta se ha bajado del coche que, a una señal de la policía,  ha tenido que quitar de la puerta de la embajada de Hungría donde se detuvo...pero, no...el negocio era telefonear al albergue donde un servidor había buscado nuevo hospedaje y que estando en el dédalo de callejuelas intramuros de la ciudad vieja de Bakú, y sin acceso a internet por mi parte, no tenía forma de encontrarlo. Primero había preguntado yo, sin éxito, a uno de los policías en la puerta de la citada embajada...y en esto pasó este buen señor que paró a instancias del propio policía...la cuestión se resolvió tras contactar con el albergue, subirme en su coche y dejarme en una esquina donde poco después vino a recogerme Rasul, el chico del albergue... así pasó, así lo cuento, una de mis pequeñas historias de Bakú que buena parte, como tantas, quedarán por ahí guardadas...

Bakú, suena bien el nombre, lleva en sí mismo un marchamo de lejanía, de remotismo, de estepa a caballo de Europa y Asia...y tan fácil de pronunciar. Ya digo Bakú y me adentro intramuros, de lleno por los vericuetos de la ciudad vieja (Icherisheher) que fue reconocida como patrimonio mundial por la Unesco en el año 2000. Callejeando por ella, por sus puertas y almenas, visitando su torre de la Doncella y el palacio de los Shirvansháhs, flaneando buenamente, pasando por los lugares más frecuentados, por callejones solitarios, de gatos durmientes, conformando un laberinto en el que no es fácil perderse pues siempre acabarás en alguna parte de la muralla que la circunda... Me han venido ruerdos de la ciudad vieja de Rodas, de Dubrovnik, de...tantos lugares...y por doquier asoman, mironas (como se llamaba aquella gata de mi amigo Alfonso) las torres llamas, arriba, o el pacífico Caspio abajo...ciudad vieja y ciudad moderna, muy moderna, contrastando, complementándose...
Junto a la ciudad vieja de Bakú, Azerbayan tiene otros lugares registrados en el Patrimonio UNESCO. No lejos de la capital se haya el impresionante conjunto rocoso de Gobustàn, parque nacional, que dentro de un trepidante paisaje de roquedos se enmarcan unos petroglifos que se remontan varios miles de años atrás. Embarcaciones, escenas de caza, constelaciones..."éramos los mismos otros" ...son cientos de ellos y un paisaje bellísimo y abrumador del que solo se permite visitar una muy pequeña parte...

...dentro de la misma zona, a no muchos kilómetros, el paisaje se hace tierra y barro emergente, pequeñas colinas: son los volcanes de barro. De tantos como hay repartidos por el mundo Azerbayan copa la mayor parte...
También en los reores (terminología gomera) de Bakú se levanta el llamado templo del fuego, lo que fuera un monasterio, templo en cuyo derredor se encontraban las celdas y en el centro la llama permanente. Hoy sigue el fuego pero ya alimentado artificialmente: cuando empezaron las extracciones de petróleo y gas se interrumpió el flujo. El lugar es centro de periódicas celebraciones, reminiscencias de adoradores del fuego y zoroastrismo, y también patrimonio UNESCO...
...la verdad es que fueron unos días en que iba de pasmo en asombro, constatando que lo leído quedaba lejos en impresión de lo que veía...
... cómo no sentir esa impresión viendo que de las piedras brotaba, brota, permanentemente ese fuego...YANAR DAG, montaña de fuego...el gas del subsuelo atraviesa la roca porosa y arde al contacto con el aire, indiferente a las condiciones climáticas del exterior. Leo que es enorme la concentración de hidrocarburos en el interior de esta tierra. Es natural que desde antiguo se relacionara todo ello con la deidad y que la montaña sea considerada sagrada. Más montañas así había en el país pero se han ido apagando a tenor de las extracciones.
...el petróleo ha sido, es, el motor del país aunque es Bakú quien más se ha beneficiado. Desde los autobuses podían verse los campos de extracción, o este panorama desde el castillo de Ramana... 
...y dos patrimonios de la humanidad más: la ciudad de Sheki y el pueblito de Khinalagi, lejísimos, ya en plenas montañas del Cáucaso y a un paso de la frontera rusa.
A Sheki fui por sugerencia de Rasul, el chico del albergue de Bakú, su lugar natal. Agradecí su recomendación. Es lo que se dice una ciudad encantadora, recogida en una valle custodiado de bosques. Tilos, fresnos, plátanos de Indias...se reparten con las casas el grato paisaje urbano. Y moreras, en plena temporada, con su fruto alfombrado las calles...
...Sheki era una etapa más en la ruta de la seda, y no menor a tenor del gran caravasar reconvertido hoy para el turismo...ah, imaginar cómo sería ese tráfico, ese trasiego de gentes y camellos en el camino entre Asia y Europa...
Sheki y mi bonito hospedaje a cargo de la muy gentil Shabnan y su padre, poco más joven que yo. Ella pasó un tiempo en Valencia, Alzira, laborioso y esforzado su español, conversando de aquella tierra a la que está deseando volver...
Khinalig se alza a unos 2.300 m.s.n.m en las montañas del Cáucaso y a poco trecho de la frontera rusa aunque por aquí no hay pasos.
El verde que contemplé en estas bandas es un tono que nunca había visto sino en fotos tipo Nacional Geographic...
...aunque para colores los de este lugar que hermané con el argentino cerro de los siete colores y otros que guarda el olvido...
...no es cuestión de recargar esta página. Dejo en el tintero detalles, personales y paisajeros, no menores...vgr las veladas en la terraza del albergue tomando té al amor del samovar y escuchando la voz de la cantante de ópera ucraniana que vino desde Viena para un certamen, o la imposible arquitectura marca Zada Hadid.
Si me viera mi madre me diría que voy haciendo gentes por donde voy, quién si no me lo podría decir😂🙏
...y página aparte merece la estancia en Ganja, ciudad histórica, segunda ciudad del país, que, cosas de los encantadores que me siguen, allí aparecieron el Quijote, el Pessoa, la Rosalía de Castro... allí salieron a escena...y eso merece otro cuento...
...regresé a Bakú completado más que aceptablemente el ajustado periplo por el país. Y regreso al albergue (Café Terras Hostel) donde me recibe hospitalario Rasul, contento de que gracias a él haya ido a Sheki, su lugar. Me ubica en la misma habitación de hace diez días. Donde dormí entonces ahora descansa un chico turco, donde duermo ahora lo hacía entonces un brasileño de Río Grande do Sul. (¡Qué trasiego este de cuerpos animados, cuerpos y almas, hasta encontrar el acomodo final...Con el destino!). Con ambos platiqué de cuando iba con Pandora por sus respectivos lares. Noto cómo fluyen recuerdos que a saber dónde estaban al acecho...y me voy de AZERBAYAN como de otros países: con la sensación de haber visto y vivido mucho en poco tiempo, más conocedor de la Tierra que antes y con la frustración, aceptadaque da la certeza de que me quedaba tanto país por recorrer y que es harto improbable que regrese... ...Pensamiento recurrente y consolador:
si yo con toda la vida en España y reconociéndome español convicto y caminante en su tierra donde los haya no he visto toda España a qué voy a lamentar no ver más AZERBAYAN...
(aeropuerto internacional Haydar Aliyev, Bakú )