domingo, 19 de noviembre de 2023

...ANENTO, Pueblo con Encanto...


...La nómina de pueblos bonitos de España, lo que ahora viene a llamarse pueblos con encanto, es inconmensurable, repleta de nombres repartidos por los cuatro costados de nuestra geografía, como los hay, ciertamente, allende nuestras fronteras. 
Para llegar a ser considerados tales tienen que cumplir una serie de condiciones no escritas pero tácitamente aceptadas...Me atreveré con algunas...
...Que sean pequeños y fácilmente abarcables pasa por ser de los primeros requisitos, seguidos de cierta irregularidad en el trazado, callejuelas en un orden solo explicable al son de las necesidades antiguas, que se encuentren  mayormente adosados a un risco o encaramados en un montículo, mejor abrazados por río o riachuelo con su correspondiente soto, no digamos si además están rodeados de bosques o aguileños roquedos, por supuesto que se note que la historia ha dejado su evidente impronta en torreones, castillos aunque sean ruinas, algún otro monumento, y así una serie de evidentes pormenores de esos que van tirando unos de otros... y todo el pueblo levantado con materiales nobles, del terreno, en una asimetría uniforme. Ah, y la Iglesia, claro, en medio, con airoso campanario sobresaliendo y visto desde la lejanía...en fin, una fusión perfecta o cuasi perfecta entre lo que la Naturaleza puso y la obra del hombre dispuso sobre ella... 
No es cuestión de componer una larga lista de tantos como ya he visitado y contemplado por esta piel de toro. Como botón de muestra y a voleo citaré Orbaneja del Castillo, Miravet, Cudillero, Bocairent, Almócita, Ayna, Galisteo, Alquézar, Tuy, Pampaneira, Rupit, Hornos de Segura, Artenara, Zahara de la Sierra, Hervás, Agulo, Hita, Pedraza, Albarracín...la mano se me va al son de la memoria de mis pasos y mis años...
Viene a cuento todo este preámbulo como presentación para el último que añado a mi vasta lista de ellos...


Todas aquellas condiciones le cuadran, y hasta más, a ANENTO, pueblo de Zaragoza, en la comarca llamada Campo Romanos, en el valle del Jiloca, no lejos de Daroca, ya lindando con la provincia de Terueltierras aquellas donde la belleza natural, pura y desnuda, son palabras mayores que no necesitan adorno.


...la wikipedia dice que cuenta con una población de 93 habitantes, de los que en nuestro paseo por el pueblo solo encontramos uno y no parecía del país...un más que grato paseo por las pocas calles con rincones curiosos, detallosos, solitarios, como puestos ex profeso para tu paseo...




   





...Callejeando, disfrutando estos rincones y tomando la cuesta con calma contemplativa, viendo la labor de encaje vertical, supremo artista la erosión, se puede llegar al castillo, siglo XIV, lo que queda de él, perfectamente restaurado. Coronando el risco, es un castillo de los llamados roqueros o de colina, los farallones que lo sustentan hacen de naturales defensas...











Anento cuenta con un lugar natural de excepción, vivificante: el llamado  Aguallueve, una rinconada por donde brota el agua que debe venir por sabe Dios qué galerías milagrosas (como todo lo que tiene que ver con el agua). Agua, placidez de día, colores de otoño: lugar encantado. La propia agua genera un bosque de ribera en el que proliferan los nogales. Llegando al pueblo un paisano que recogía el fruto nos llamó y nos dijo que nos lleváramos todas las que quisiéramos. El nogal tenía, nos contó, la misma edad que llevaba casado (desde luego, más de medio siglo). Y más cerca del pueblo campos abandonados alternando con otros, feraces hortales, un monumento de la generosidad de la tierra.






...Y tiene Anento un bar con estilo, un sitio de estar y degustar, La Mur se llama, un perfecto complemento al paseo...La idea de ir a Anento fue del amigo Miguel Ángel, acogido como he estado un tiempo a su hospitalidad y a la de Alicia, en Utebo, a un tiro de piedra de Zaragoza. No recuerdo cómo llegó Anento a su conocimiento, el caso es que para los tres no pudo haber mejor plan para comenzar el mes de noviembre, con todos los santos, esperanzados, de cara...


...es justo señalar que en el camino a Anento, como un regalo previo, conocimos la iglesia de Longares, una más que grata sorpresa, un templo cuyo adusto exterior no avisa de la grandiosa belleza que encierra su interior, no digo más, y Paniza, la patria chica de la ilustre María Moliner, tan continuamente citada por su documentadísimo diccionario, y otra iglesia del unescopatrimonial mujédar aragonés...








Anento y compañía, 

¡Humilde y grandiosa tierra de España!