sábado, 24 de diciembre de 2022

...ERRÁTICAS NOCHEBUENAS...

...Liverpool, Tefía y Bayreuth conforman el triángulo personal de esta página en torno a la llegada, un año más, de la cita con la Nochebuena (No estaba seguro, lo he buscado y acabo de leer que la forma correcta de escribirla es así, en una palabra y con mayúscula la primera letra)...Nochebuena...la alegría, la amenaza, el trámite, el trago, la ilusión, la tristeza, la esperanza, el desamparo, la nostalgia, nada...todo esto, y el resto, no va sino con la gramática interior que cada cual maneja y que no habrá Nebrija que la escriba. 


...me veo cenado mis viandas, cuatro cosas compradas en un supermercado cercano ya con las puertas a medio cerrar, generosamente regadas con un vino chileno, y me veo cenando rodeado de grandes cuadros y carteles, acrílicos, de los escarabajos de Liverpool, The Beatles, aquella Nochebuena de 2009, en el albergue de Liverpool. A unos metros, enfrascado con su ordenador portátil, estaba WangYon, así entendí que se llamaba, el chico coreano con el que también comparto la habitación, siendo ambos los únicos huéspedes del albergue, cosa natural en noche tan señalada.
Había llegado unas horas antes procedente de Tenerife Sur. A lo largo de los años había acumulado ilusión y deseos por llegar a esta ciudad para mayormente visitar el gran museo dedicado a The Beatles así como los rincones relacionados con ellos, que no eran pocos... 
Llegar al aeropuerto de Liverpool supuso para mí el primer aterrizaje entre montones de nieve acumulados a ambos lados de la pista...cuando vi el bienvenidos con la frase de la canción Imagine (encima de nosotros solo el cielo) y ya en el vestíbulo del aeropuerto la gigantesca estatua de John comprendí que había ido a lo que había ido y que iba bien encaminado...



...de semejante altura, de muy diferente factura y en un enclave digamos antípoda, es esta de don Miguel de Unamuno que se alza en la desolada plenitud del paisaje majorero (hablo de Fuerteventura).   


Si en el seminario aprendí el evangélico "en la casa de mi padre hay muchas moradas" que dijo Jesucristo, qué decir de las casillas interiores donde cada cual da acomodado cobijo a la multitud de seres que en ellas moran (escritores, pintores, músicos, geógrafos, santos, filósofos...)y que me han enriquecido la vida, me la han ensanchado, dotándola de mayor sentido etc. etc. Así, en el mismo sitio, a saber dónde localizarlo, donde habita John Lennon, ocupa su sitio, en armonía, como todos, don Miguel de Unamuno, en ese lugar de nuestro limbo interior donde vive la innúmera legión que a lo largo y ancho de la vida hemos ido adoptando, legión que dejaría en testimonial la famosa legión tebana ..improbable imaginar la vida sin todos ellos...y sin Unamuno y Lennon, ambos tienen, como tantos, su altar dentro de mí, y mi templo es ilimitado...
Saludé a don Miguel, nacido vasco, aclimatado castellano, bajo los claros, profundos, silentes, cielos majoreros. Hablo de Fuerteventura, decía, que para él fue revés primero y posterior fortuna de su vida, pasó de llamarla "esqueleto de isla" a "oasis en el desierto de la civilización".
Era mediodía del 24 de diciembre de 2011, estaba en la segunda etapa del Gran Recorrido que cruza la isla de norte a sur, desde Corralejo a Jandía, camino de mantenida gratísima memoria en mi vida. A la caída de la tarde, a esa hora que es cuando examinarán del amor que escribió el santo Juan de la Cruz , llegué a Tefía, y ya iba sobre aviso de que encontraría acomodo acogiéndome en sagrado junto a los tutelares muros de la ermita de san Agustín...
         


  La cena en este caso carecía de mesa, los cuadros eran las tarascadas en la pintura, todo a la belle etoile... literalmente por encima de mí, en esa excelsa noche, solo el cielo, el exultante cielo de las noches majoreras del interior poniendo todas sus estrellas. ...escueta, cumplida, discreta, solitaria, sublime a la altura de la andada...hablo de la cena, también soberbia si pienso en tanta gente del mundo que se echa a dormir con el estómago deshabitado... 



...Algo, o alguien, por dentro, me previno y en un Aldi de Nuremberg hice la justa compra para que mi Nochebuena fuera opípara sin ostentación, humilde sin escasez.
Era navidad de 2013, otro viaje a Alemania (siempre en grata competencia con Grecia, Portugal e Italia: en las cuatro me siento impatriado, casi como Antonio por su casa) para girar visitar al mercadillo de navidad de Nuremberg junto con la casa museo de Durero, los patrimonios UNESCO de Bamberg, Regensburg, Erfurt, Weimar...y Bayreuth, ciudad musical donde las haya, y donde me juntó la Nochebuena en el El León Dorado...  
...Por correo electrónico me habían avisado con tiempo desde el hotel que ese 24 de diciembre llegara antes de las 14 horas ya que a partir de esa hora el hotel cerraba...Más tarde, llave del hotel en mano, comprobé que no solo el hotel sino prácticamente toda la ciudad se enfantasmaba... todo el mundo se recogía o recogería dejando las calles en total abandono...permanece en mi memoria una calle como esta: iba andando siguiendo el rastro de una música de acordeón hasta dar con su origen; fue conmovedor encontrar a un hombre poco más joven que yo, sentado en una esquina, al muy tibio sol de la tarde, concentrado en su música...escuché un buen rato, le puse unas monedas, me dio cosa mirarlo, y me quedé con la duda de si el hombre sería ciego...

Parece que no está recogido en las costumbres normales visitar cementerios la tarde que precede a la Nochebuena. Para tal efecto no conozco fechas, máxime si es un cementerio histórico como el de Bayreuth y en él reposa el buen Franz Liszt...suegro de Wagner, don Ricardo, que tanto brilló en la ópera de esta ciudad.


Al grato calor de mi habitación, huésped único del León Dorado, ahí estoy dando cumplida cuenta de la cena que recrea y enamora (de nuevo el santo místico poeta), regada esta vez con vino de Cariñena, todo hay que decirlo...    


...LiverpoolTefía y Bayreuth...Unamuno, Lennon, Beatles, Durero, Wagner, Liszt...y alrededores de esos 24 de diciembre; aquí dejo una muestra de imágenes, en concertado desorden:















...Esas tres Nochebuenas conviven dentro de mí en el mismo fardo donde las otras que podría llamar erráticas y que por mor de viajes fue la primera, si mal no recuerdo, aquella de 1991 con los amigos españoles en la casa de Regina, en Damasco, donde había llegado con Pandora...Nazca, Chañaral, Santiago de Chile, El Hierro, San Miguel de Abona, La Dama, Gosslar (el año pasado).....todas unidas a las familiares primero en La Zubia y después en Baeza.  
Todas viven en armonía dentro de mí...pero todas se apartan  reverencialmente dejando que destaquen con su prístina luz, aquellas, inmaculadas, vírgenes, de ilesa esperanza, aquellas familiares, entrañables, en que mi padre, a una hora de la tarde camino de la noche, encendía ritualmente la chimenea a cuyo calor cenaríamos, informalmente, sin saberlo, toda la familia, mis padres, mis hermanas, mi cuñado y mis cuatro sobrinos...así fue hasta 1983. Cuando estaba a punto la de 1984 vino la muerte a llamar a su puerta y se llevó el fuego de la chimenea y una considerable ración de esa alegría que nos dicen que hay que sentir en Navidad, nuevamente golpeada con la muerte de mi progenitora en el 1998...ello y la propia errancia llamándome a voces...




Hoy, casi 40 años después, Nochebuena de 2022, en este Hotel Elite Adlon de Estocolmo, escribo esta página al amparo de este recuerdo, y colmo mi soledad con soledad, no hay otra manera, como ya expresara con otras, mejores, palabras, Luis Cernuda (cómo llenarte soledad sino contigo misma...)



...más o menos las mismas viandas que otros años, con una mejor presentación, noche obliga, con el mantelito que me pintó mi hermana hace ya años, la vela de mis amigos de Berlín, un licor del señor Velasco, de Alpedrete, mantecados del Mercadona, aceite de mi familia puesto en botellita de ouzo griego, vino, algo escaso, cortesía del hotel...buscando, ¡y encontrando!, razones para vitalizar la vida que hay que seguir...
Escojo unos versos del gran poema Defensa de la Alegría...Mario Benedetti me perdonará que en mi interior trueque la palabra alegría, un exceso para mi tiempo, por la de humor, sin el que no sé si podría vivir... 
 
Defender la alegría... de las ausencias transitorias y las definitivas...
de la obligación de estar alegres...
de la famosa pátina del tiempo...
defenderla de Dios y del invierno...de las mayúsculas y de la muerte...del azar y también de la alegría.

viernes, 16 de diciembre de 2022

...por un Puñado de HISTORIETAS...

...Gozo de la brisa que me dan y del aire que me dieron para gozarla y no pregunto más ni busco. Si  lo que dejé escrito en el libro de los viajantes puede, releído un día por otros, entretenerlos también en el tránsito, estará bien. Si no lo leen, ni se entretienen, estará bien también… (Libro del Desasosiego, Fernando Pessoa) 

...hacia ya un par de años que no subía a un FLIXBUS, alternativa económica para viajar en autobús por buena parte de Europa. En uno de ellos llegué a Szczecin, Polonia (fui a visitar el bosque torcido, de gran repercusión entre los míos) procedente de Dresden y Berlín, y en otro, dos días después, regresaba a la capital alemana. Viajeros dispuestos a la puerta del hotel Ibis, de Szczecin, subimos y partimos. El autobús iba completo; a mi lado toma asiento una muchacha de mediana joven edad, no muy alta pero de recia envergadura, de una discreta morenez que hace pensar en todo menos que sea polaca o alemana...son detalles que apreciaré más tarde.
Cómo a una hora de la salida el autobús es desviado a un área de servicio donde mucha, mucha policía, como cantaba Sabina, está inspeccionando coches y viajeros. Nos invitan a bajar del autobús y vamos entregando documentos de identidad. Me llama la atención que mi compañera de asiento cambia impresiones con un policía traspasando la invisible pero cierta línea que se ha establecido entre viajeros y autoridad. Tras un buen rato nos dicen, supongo, que los que quieran pueden subir al autobús, que la cosa va para largo...el tiempo pasa, ya casi dos horas...hay pasajeros que se quejan, son, obviamente, los que van al aeropuerto de Berlín, donde tiene parada el autobús camino de Alexanderplatz, fin de trayecto, donde voy yo. Al rato llega un microbús y se lleva estos viajeros...casi tres horas después, al fin, dicen que seguimos viaje. No pequeña sorpresa la mía al ver que quien reparte pasaportes y carnés es mi compañera de asiento...Yose Antonio Molina, me nombra, lo recojo y pienso "ay, pillina"...por supuesto, esta Christie Love, mujer policía, no siguió viaje...
Al parecer el asunto iba de rusos y ucranianos...por mi parte yo me trasladé por un momento a mi primer año de maestro en el colegio Juan XXlll, del barrio del Zaidín, Granada, curso 1976/77. Por aquel entonces, en la escueta televisión que teníamos, estaban de moda Los hombres de Harrelson, con TJ a la cabeza, a eso jugaban los niños, y Christie LOVE o Busquen a Christie Love, una serie protagonizada por una mujer policía, afroamericana...recuerdo a aquel niño (Sergio Ruiz, se llamaba, hoy, de seguir navegando, tendrá 51 o 52 años) que vino una mañana, muy ufano, preguntándome: "Maestro, ¿vio usted anoche Christie Love?"...Así entendí, personalmente, el motivo de este control policial entre Szczecin y Berlín...
La red me regala esta foto de Teresa Graves, la actriz protagonista,  aunque en aquel tiempo la veíamos en su color natural que era el blanco y negro...
...La curiosidad, en mi caso cuasi inevitable, me lleva a buscar de esta artista y me encuentro que su carrera, actriz y cantante, fue corta, la abandonó con 35 años para dedicarse a su vocación religiosa como testiga de Jehová, y murió en 2002, con 54 años, trágicamente, en el incendio de su casa...en fin... 
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La vida da muchas vueltas y revueltas...y con ella lo mismo ocurre a las palabras, esas que siendo casi nada aspiran a expresar todo...me centro en la palabra NINFA...
La palabra ninfa ocupó durante mi infancia y primera adolescencia (si es que alguna vez llegué a ser lo que a estas edades corresponde; cuanto más tiempo vivo y buceo en mi vida más lo dudo), la palabra ninfa, decía, era para mí la palabra que definía a una muchacha, ya no niña, era evidente, tampoco mujer, que también era evidente, sería o estaría en aquel traspaso que años después cantaría Julio Iglesias, adolescente...las ninfas, en los tutelares muros del Seminario, donde me formé, eran las muchachas que ayudaban en la cocina, a las órdenes de la simpar, simpática y autoritaria madre Terremoto, (casi 60 años después me entero por compañeros de claustro que nuestra querida monja fue llamada por Dios a su presencia valiéndose de un accidente de tráfico yendo a Madrid)...las ninfas vivían, o revoloteaban, en los entornos del comedor y la cocina, y salían en estampida a esconderse cuando nos divisaban...Eso era para mí una ninfa...a saber quién le colocaría el nombre, nombre de nivel como correspondía al nivel que intramuros se manejaba...
La cosa se me empezó a complicar cuando estudiando ciencias, naturales, por supuesto, en el mismo seminario, salió la palabra ninfa, esta vez escrita, definiendo una de las fases en la metamorfosis de algunos insectos...ninfa cocinera, ninfa pinche de cocina, ninfa mariposa en ciernes 🤔🤔...ahí tal vez empecé a comprender, sin ser muy consciente de ello, lo que era una metáfora...y ya, sin precisar ubicación temporal, vine a dar con la mitológica acepción de Ninfa...
Y bastante más adelante me llegaron palabras emparentadas entre sí que nada tenían que ver con cocina y mariposas...
Leo lo que mi amiga RAE suscribe, mucha acepción para solo cinco letras
..Joven hermosa... cortesana (mujer de costumbres libres)...Cada una de las fabulosas deidades de las aguas, bosques, selvas, etc., llamadas con varios nombres, como dríade, nereida, etc... En los insectos con metamorfosis sencilla, estado juvenil de menor tamaño
que el adulto, con incompleto desarrollo de las alas... nenúfar (en Guatemala)... Labios pequeños de la vulva...
El autobús se detuvo en el cruce avisado. El cobrador bajó, abrió el maletero, cogí la mochila y me despedí con un efgaristó poli, ese "muchas gracias", mi cotidiano santo y seña griego. Más por sus señas que por sus palabras comprendí que el pueblo al que iba quedaba en ese desvío a tres kilómetros. Era Νύμφες, Ninfas, un pequeño pueblo, rural, en el norte de la isla de Corfú, una de las islas griegas en el Jónico. No iba por el pueblo en sí sino camino de otro lugares y de paso acercarme a este lugar donde en tiempo de lluvias se despeña la única cascada de esta isla. No caía ni gota pero yendo de camino,  aromado por los nísperos en plena floración (de mis olores favoritos, entrañable...) entre olivos, cipreses y naranjos, a lo lejos el mar, paisaje imposible más mediterráneo, mientras me acercaba a Νύμφες me iba acordando de tanta ninfa, y ahí nació esta historieta, este pequeño gran viaje a un tiempo de mi vida...

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...A la sombra de esta encina, en un banco la impedimenta y en el otro un servidor, nos sentamos no tanto para aliviar algún cansancio, atrás quedaban unos cómodos, placenteros, 16 kilómetros, caminando entre dehesas, sino para llamar y reservar hospedaje en Castilblanco de los Arroyos, ya a un tiro de piedra. Al otro lado del aparato la gentil, cantarina, voz de Manoli, una de esas agradecidas voces que te dicen que vas en buen camino, que todo va a ir bien. El lugar donde llamo se llama Casa Salvadora... "¿Usted se llama Salvadora?", "No, yo me llamo Manoli, Salvadora era mi madre, que era la que empezó con el hospedaje a los peregrinos", "¿Ya murió?", "No, tiene 88 años pero con demencia, la pobre"..."Si me permite, Manoli, seguro que usted conocerá la canción que dice quién te puso Salvaora"..."sí, claro, se la cantaba mi padre a mi madre...es el primer peregrino que me lo dice...(risas)"...
Antes de llegar al pueblo me he rendido a la curiosidad de buscar en Youtube y escuchar la copla de los inefables maestros Quintero, León y Quiroga, cantada por Manolo Caracol, con Lola Flores...
Quien te puso salvaora
qué poco te conocía,
el que de ti se enamora,
se pierde pa toa la vida...


Un rato después llego a la Casa Salvadora. Me recibe David, hijo de Manoli, un chico muy simpático con el que echo un buen rato de charla. Me cuenta que estudia Ciencias del Deporte, le cuento que fui maestro...ya a la tarde conozco a Manoli, tal de gentil y amable como la suponía. Echada en el sofá, apenas sobresaliendo la cabeza del embozo de la manta, cerrados los ojos, apagada, respira su madre, la Salvadora...la vida...
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...El tiempo no pasa por la buena poesía, pongo por caso la de don Antonio Machado, siempre en mis anaqueles...entre las machadianas España que muere y la España que bosteza, que permanecen, hay un rendija, una generosa grieta por la que entra, sobrada, otra España, una España que no tiene nombre, o yo no me atrevo a bautizarla, pero que para mis adentros vengo a llamar España Cañí (en acepción muy libre de esta palabra) o, mucho mejor, con más propiedad, titirimundi, como vi en algunas de las bien expresivas viñetas del gran Martín Morales, ha poco fallecido...sí, Titirimundi le puede cuadrar, es como ese teatro, gran teatro del mundo en el que se me van sucediendo cuadros naturales y culturales, y sobre todo costumbristas, cuadros, en los que a veces yo estoy, y escenas de las que mayormente soy espectador, bien que muy privilegiado, lujo al alcance de cualquiera...
Cuando empecé a viajar hace tanto, y digo viajar no tanto a marcharme lejos sino vivir el cada día como un viaje en el lugar por el que transito, llevar activa la cámara interior, me llamaban la atención esos cuadros, esas escenas, de compatriotas míos, desarrollados mayormente en bares, mercados, ventas ambulantes, cajas de supermercados, pregones callejeros, improvisadas tertulias en terrazas, en las colas de espectáculos, transportes públicos... cualquier sitio, pero mayormente en bares...en aquellos tiempos todos aquellos actores eran mayores/yo era muy joven...y pensaba yo que asistía a la lenta pero segura desaparición de un modo de ser hispano que se iba paulatinamente arrinconando por la modernidad....han pasado los años y asisto asombrado, agradecido, disfrutando de mi equivocación: ¡hay repuesto!...
Así me pasó por ejemplo en el bar El Chati, de Real de la Jara, ese grato pueblo de Sevilla ya junto a la raya extremeña. Tras salir de Almadén de la Plata con un vaso agua y mis pastillas reglamentarias como solo sustento, tras 13 km era hora de echar un bocado: café y dos medias tostadas como dos soles, mollete, con aceite a voluntad, eso me puso el buen hombre, evidentemente el dueño, eso se ve en las maneras de situarse tras la barra y en el esmerado servicio no exento de la justa confianza con los parroquianos...las curiosidades que vi en las paredes, las picardías y chascarrillos que escuché, los lugareños a los que miré con discreción, que igual me miraron cuando entré con mi mochila y mi palo  de peregrino...me confirmaron que estaba en uno de mis lugares de esa España que aprecio y valoro, de esa España de centro sur que guarda para mí lo que yo no podré ser, de compatriotas a cuyas vidas, anónimas, me acerco como espectador agradecido, tantas caras de las mil caras de la misma cultura...

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Era media tarde del pasado tórrido verano. El autobús me deja a la entrada de Silos (esta vez me voy a mojar: uno de los pueblos bonitos, pero bonitos de verdad, de España, aunque en Silos o por Silos no tiene gracia la mojadura pues lo es...), dejo la mochila en el hotel y echo andar directo al lugar que me ocupa, que el desfiladero de la Yecla y el monasterio tiempo habrá de visitarlos al día siguiente.
Para un aficionado a cinéfilo como soy, para un buscador y encontrador y disfrutador  de localizaciones cinematográficas, hace ya años que quería llegar a este lugar: SAD HILL, Colina Triste, el cementerio que se levantó ex profeso para las soberbias escenas finales de EL BUENO, EL FEO Y EL MALO, película que  junto a LA MUERTE TENÍA UN PRECIO y POR UN PUÑADO DE DÓLARES completa la famosa trilogía de Sergio Leone. 
Echo a andar, como digo, y como a siete kilómetros, se encuentra esta amplia vaguada rodeada de colinas bajas y promontorios, un enclave solitario, silente, diría, y bello de este rincón de la provincia de Burgos.
 

 Pasado este mirador ya solo queda bajar hasta el cementerio y la era, en el centro, donde se desarrolla la larga, concentrada, escena, del duelo final, adobada con la inspirada música del gran maestro Ennio Morricone. La cámara va pasando por las miradas de Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee van Cleef en un in crescendo hasta el desenlace, consiguiendo ser una de las más recordadas del séptimo arte, gemela de la que se desarrolla en la cortijada Los Albaricoques, Níjar, (pendiente de visitar)... 
La película es de 1966. Leo que el cementerio, con sus 5.000 cruces colocadas en círculos concéntricos, se levantó en varios días con la colaboración de varios cientos de soldados del ejército español...Estuvo en olvido y abandono casi 50 años hasta que en 2015 empezaron los trabajos de recuperación y hoy aspira a ser, si no lo es ya, Bien de Interés Cutural...
En plena construcción de esta página me entero, casualmente, que unos compañeros del seminario se animaron a acercarse al lugar gracias a los wasaps que envié cuando mi visita...Perfecto.  




…Las vidas humanas transcurren en la misma íntima inconsciencia que las vidas de los animales. Las mismas leyes profundas que rigen desde fuera los instintos de los animales rigen, también desde fuera, la inteligencia del hombre…
(Libro del Desasosiego, Fernando Pessoa)