martes, 10 de julio de 2018

...FLANEANDO por Santa Cruz...

...vamos a empezar por lo de flanear, que me temo que algunos de mis seis o siete seguidores, no necesito más, no conocen este término...Nada de flanes ni de pecadillos dulces...
La primera vez que lo leí fue en el libro, gustosísimo libro, "Por tierras de España y Portugal" del ínclito don Miguel de Unamuno...de la forma que hablaba era fácil deducir su significado: pasear, vagar, andar sin rumbo (y sin meta, a vueltas de veleta... como decía la canción de mi admirada Cecilia), mayormente en una ciudad. Posteriormente busqué la palabra; no está en la RAE pero no faltan definiciones, todas teniendo de fondo el galicismo que es...
FLANEAR: caminar por la calle fijándote en las cosas, en paseos prolongados, y esperando perderte para que el tránsito tienda al infinito....“paseante”, “andariego”, “callejero”, “trotacalles”, “holgazán” o “gandul”

Esto del flaneo lo practico mucho, digamos que lo tengo tan incorporado a mi acciones viajeras que ni me doy cuenta...Pero hoy, esta mañana, me eché a las calles de este Santa Cruz con esa determinación pese a saber en todo momento por dónde iba...



...con todo mi cariño y mis respetos a esta ciudad que tanto debo, no es Santa Cruz una ciudad que suscite deslumbrante asombro... Sin embargo, está sobrada de detalles que causan asombro, detalles cientos que están ahí, aguardando pacientemente la mirada del caminante sin prisas, curioso, observador y mirador (iba a poner directamente mirón, también vale...), que mira, contempla y anota para buscar después en los medios que la técnica nos facilita hoy...                                                        

...Salgo de mi hospedaje en una calle del un tanto venido a menos  popular barrio del Toscal y echo a andar...regreso un par de horas después y sin orden pero con algún concierto anoto una mínima parte de las hijuelas del flaneo...  



Entro al parque García Sanabria por una de sus esquinas, la que está a la entrada de la calle Dr. Guigou, y allí está como hace años la fuente, sin agua, con la frase de Fernando Pessoa, que en su día descubriera y me lo comunicara mi amiga Mar de Alcalá de Henares...





...Doy una vuelta bajo la frondosidad de dicho parque y allí me está esperando el busto de Leonor Pérez Cabrera, la madre del político, filósofo, estadista... y sobre todo -para mí-  poeta cubano José Martí del que desde que estuve en Cuba sabía que su madre era canaria y el padre valenciano...
Sigo por el parque y paseo por entre las estatuas de estilo italiano
 en jardín romántico que me recuerdan, qúé vamos a hacer, a las del jardín del parque de verano de San Petersburgo...





...Paso por donde el reloj de flores, que ya no marca las horas, y en la entrada frente a la clínica Parque hay un busto en relieve con placa mínima que leo con ayuda del zoom de mi cámara... Es curioso: está dedicada al doctor Guigou cuyo nombre he leído un rato antes nombrando la calle que arranca junto a la fuente de Pessoa...(cuando horas después regreso y busco en internet algo de lo que he visto, me encuentro con la biografía de este que resulta gran hombre, médico, ilustrado, benefactor... fundador del hospitalito de niños desamparados, una biografía que no cabe aquí pero que recomiendo leer...)  

Sigo camino por la calle Méndez Núñez y me acuerdo de la calle de mismo nombre en Granada...ya es más que hora de saber qué se esconde tras este nombre...Al regresar al hostal lo hago...marino y militar español, gallego, contraalmirante de la Real Armada Española y héroe de la guerra hispano-sudamericana destacando especialmente en la batalla del Callao, en el Perú, todo en la primera mitad del siglo XIX...  


 Paso junto a la majestuosa fachada del cine Rex...ay, los tiempos dorados del cine...En él vi, entre otras que no recuerdo, la película "Moscú no cree en las lágrimas", corría el curso 1981-82...cuando era joven y creía que creía en el amor...




El paseo, como siempre, me va provocando recuerdos de hace diez,veinte, treinta...años...Paso por la plaza Weyler, corazón santacrucero, me acuerdo de mi amiga Milagros que me contó las gestas del general Weyler, don Valeriano, grande de España, y mira por donde muy relacionado con José Martí...En el kiosko de la esquina me encontré hace años con mi herreña alumna Yaniza...Por los alrededores vive un famoso psicólogo que ayudó a salir adelante a un gran amigo mío...Un poco más abajo, en plena calle Castillo, un puesto de donantes de sangre, "me gustaría pero ya no puedo" le digo a la chica que me aborda, y me acuerdo de cuando yendo de viaje en bici doné un poco de la mía a la puerta del lugar arqueológico de Pompeya...¡qué nivel!...



Voy camino de la recova y veo, miro,  en uno de los extremos del puente Serrador, frente al TEA, a un mendigo sin pinta de ello que sentado en el suelo y recostado en una farola tiene un libro en una mano y una lata de la bebida energética Monster en la otra...Me aborda una de las chicas con chaleco recabando ayuda para esa hambre en el mundo que no acabará nunca...me acerco a un kiosco de prensa y en uno de los periódicos más vendidos del país pillando toda la portada leo: si valgo cien millones es que no me quieren dice el humilde Cristiano Ronaldo... 

...Una reliquia y si me apuran, por su solera, patrimonio cultural de la ciudad...
 Entro al Corte Inglés donde me dejo caer en la tentación de ponerme en los puntos de pulso unas gotas  de buen perfume  camino de pasar a la sección de fotografía para pasar a papel unas fotos que tengo que enviar a las Vegas de Arure. Mientras me hacen este encargo voy a la sección de prensa a embeber algo de lo que se expone...

La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor es el poder del incompetente (Francisco Ayala)

Luismi es mi amor, un ser adorable, y sabe cómo tratar a las mujeres (...)

La dependencia de las personas de la televisión es el hecho más destructivo de la civilización actual (Robert Spaemann)

El espíritu santo cambia los corazones (Papa Francisco)

Etcétera...

Cuando regreso un par de horas después a este hostal que estos días es mi casa en Santa Cruz, vengo rumiando el flaneo, su aluvión, y me acuerdo del que llamo síndrome de Pessoa, el gran viajero estático que volvía de Cascais a Lisboa, un trayecto menor, como si hubiera regresado de meses y países después...abrumado, aturdido, de lo tanto visto y sobre todo sentido, de cómo vivía en su interior todo lo que entraba del exterior...

Unos conmovedores versos de José Martí para rematar el paseo....
 ¡que aproveche! y SALUD.

Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes;
en los montes, monte soy.

Arpa soy, salterio soy
donde vibra el Universo:
vengo del sol y al sol voy,
soy el amor, soy el verso.

Vierte, corazón, tu pena
donde no se llegue a ver,
por soberbia, y por no ser
motivo de pena ajena.