lunes, 29 de septiembre de 2025

...Al Fin ¡CHINA! (CHINA 1...)

... Aquel año lo empecé en El Hierro, al grato cuido de Sally. Poco después, ya con mi primer teléfono móvil, me fui a recorrer el gran Camino Nacional de Israel. Para cuando fuera septiembre de dicho año tenía previsto dar el muy deseado salto a China. Fue el año en que el mundo se hermanó en la pandemia, hablo de 2020, y todo, también los proyectos, quedó en suspenso. No tardé en aceptar que viendo cómo ibamos el mundo y bastante yo, el ir a China habría que dejarlo para segunda orden, que decía mi madre, lo decía con visos más de suspensión que de aplazamiento, y lo mismo pensaba de otro gigante, la India, y aquel conglomerado de países que se arraciman en torno al Índico, unidos todos a mis deseados destinos cuya visita era entre imposible o muy remota por circunstancias políticas, económicas, físicas...(Tombuctú, Etiopía, Yemen, Tíbet, Buthan, isla de Pascua, islas Marquesas, isla de Sajalin, crucero por las tierras australes...y ya paro...). Pasó el tiempo, brillante Esculapio que cura lo incurable (licencia tomada de Galdós en uno de sus libros que llevo) y en una especie de revival, ya no sé cómo, la sugerencia hecha camino debió venirme de muy adentro, empecé el año pasado por Tailandia, Camboya...rindiendo visita a casi todos... y este año me llevó a la India...y pensé que si conseguí salir indemne de la gran India (calores, muchedumbre, distancias, salud...) pensé entonces que aún tenía un par de cartuchos para gastar en la China, y justo lo pensé de nuevo junto a Sally, el pasado agosto...y así fue, está siendo.
...Qué sabía, qué sé yo de la China...su situación geográfica, su populosa población, lo que leí de Marco Polo en su libro de El Millón (Libro de las Maravillas), aquel libro que vi en el escaparate de la librería Dauro de Granada y que tenía el amenazante título de Cuando China despierte, el Taichi que aprendí en mi pueblo con Lilith (en mal momento fui dejando de practicarlo), los Conciertos en China de Jean Michel Jarre que compré en doble casette, películas que me gustaron mucho como Regreso a casa, Ni uno menos, entre otras, también de Bruce Lee, alguna lectura de Chuang Tzu, algo de Mao, de la gran Muralla, de represiones políticas, del santo Francisco Javier que se quedó a sus puertas, el álbum de las maravillas del mundo que aun conservo, el cuento del Chinito chin cha te, el Chinito de amol de los payasos de la tele, las naranjas de la china y tantas otras expresiones, los consabidos chistes donde no se pronuncia la r, mi admiración por su alfabeto, esa arquitectura que es su palabra escrita, el poemita de Lorca -La canción china en Europa- a veces dramatizado en alguna de aquellas mis ya lejanas escuelas...
La señorita
del abanico,
va por el puente
del fresco río.
Los caballeros
con sus levitas,
miran el puente
sin barandillas...
...y la imparable, imbatible, ascensión de este país de unas décadas hasta la actualidad, que no parece tocar techo...pero viajando sentado, libros entre manos, viajes ilustrativos y placenteros como pocos, viajé mucho por su inconmensurable territorio, por su vastísima historia, yendo donde no iría, llegando donde no llegaré, hollando con fotos y letras tantos territorios de este maravilloso mundo que no hollaré...
Con este bagaje viajo siempre y estoy viajando ahora, al fin, por la China...

...por delante un mes. Algún amigo, esos que tengo sin amistad común con otros, de esos que nadie dará nuevas de nuestra ausencia, solo que si ha pasado mucho tiempo sin comunicación querrá decir que uno de los dos ya partió con la nave que nunca ha de tornar, me pidió consejos de qué ver, qué visitar, en un mes en España... Compleja cuestión para alguien como un servidor tan traído y llevado por su país...pues, ¡qué decir de China!. Para no despistarme, ni devanear excesivamente, he tomado como guía varios lugares, en varias de sus provincias, eligiendo como norte las sabias elecciones de los Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO, tanto obras de la Naturaleza como del propio Hombre..ellos y, como con la amistad, lo que surja, son mi norte...
Con el bagaje descrito, digo, desembarco en Hangzhou...
...La cama me tienta tras el largo viaje, pero, dónde se ha visto, ya tendré tiempo...A menos de una hora a pie desde mi hospedaje, un paso en proporción a estas inmensidades, se encuentra el Lago del Este, donde inauguro oficialmente el viaje y lo hago con este patrimonio UNESCO.
(copio de la wikipedia: este lago ha inspirado a famosos poetas, pensadores y artistas desde el siglo IX. Alberga numerosos templos, pagodas, pabellones, jardines, árboles ornamentales, así como un paso elevado e islas artificiales. [...] El Lago del Oeste ha influido el diseño de jardines en el resto de China así como en Japón y Corea durante siglos y muestra un excepcional testimonio de la tradición cultural paisajística creando una serie de vistas que reflejan la fusión idealizada entre el hombre y la naturaleza...)...
Un lago rodeado de colinas boscosas, de gratos senderos, de pasarelas, de gente fotografiándose... mientras, engalanadas barcazas de madera lo surcan en apacible paseo para visitantes. Sobre una colina (Colina del Atardecer) destaca la pagoda Leifeng...desde su altura me vino el acostumbrado pensamiento, recurrente: estoy de viaje: he vuelto a casa, a sus incertidumbres, a sus pequeñas grandes alegrías, a la acostumbrada dependencia de los demás (la caridad de los desconocidos como dice mi recuperado amigo Paulino), a sus trasiegos y descansos, a la dimensión periférica del tiempo...
...Hangzhou, que como me comunica mi prima Rosa, viajando/documentándose con mis mis pasos, significa paraíso terrenal...

domingo, 21 de septiembre de 2025

... un Regreso a PORTUGAL...



...he dicho en más de una ocasión, mayormente si me han preguntado, que estas páginas que salen al aire cual palomas sin rumbo, a giro de veleta, pretenden hilvanar literaturas varias, tantas, filosofías, tantas y varias, y viajes, es decir, geografía e historia, asignaturas hermanas, entonces, al estilo de la física y la química. Pues en este caso me centro en geografías y dejo plasmado aquí uno de mis planes más viejos, canoso ya, diría que resignado a quedarse en el baúl de los proyectos...tuve hace unos días un sueño en el que algo me instaba a no demorarlo. El sueño en sí no es contable ya que estaba hecho de gasas, de jirones, de brumas y rumores...en una palabra: el vocabulario de los sueños para los que no hay traductor. Solo eso: me decía que la sierra de la Estrella era uno de mis planes más viejos y yo, ya en esta activa mocedad de la ancianidad en que ando, debía darle salida...Vi que tenía unos días antes de partir para Catay, vi que Alsa, el transportista del que en parte soy carne, me ofrecía una excelente opción de acercamiento continuada con la portuguesa Rede Expressos...y ya en plan "ahora o nunca", se pasó aquel tiempo de hay más días que ollas que decía mi madre, y dicen los que aún se lo creen... saqué billete de Madrid a Viseu; en llegando a este lugar di una vuelta por su casco histórico, la Sè...

...cambié de autobús hasta Covilhā y allí, en el terminal rodoviario, me aguardaba Suman, conductor de Uber, de Bombay me dijo que era, y en un rato ya estaba en Penhas da Sàude, peñas de la salud, en el flamante albergue, 1.500 m.s.n.m. ya en plena sierra de la Estrella y a la vista de las cumbres...El santo estuvo de cara, como a lo ancho de los cuatro días en el querido país vecino. 


...voy atrás en el tiempo, allá por finales de los 70...tenía unos libros tamaño grandioso como correspondía a su contenido: Maravillas de la Península Ibérica y Maravillas del Mundo, publicados por Reader Digest. ¡Cuánto viajé con ellos sin moverme!, formaron parte de la base de lo que después construí. En sus páginas vi, o tal vez no lo leí bien, que la altura mayor de Portugal se situaba en la sierra de la Estrella, y en ese craso error estuve hasta los 90, en que ya empecé a espabilar. Dicho punto estaba, está, en la isla de Pico, en Açores...no fue hasta 2017 que no di el salto a aquellas islas, bellas entre las más bellas, las nueve islas que anduve, incluyendo en la andada, manías de montañero errático, la subida a los puntos más altos de cada una. Aquí está el pico en la isla de Pico, 2.351 m.s.n.m.

En dicha isla, la estampa del volcán, soberbia, aparece por doquier, omnipresente, como constante fue mi recuerdo hacia el padre Teide gigante, estampas casi gemelas...Solicité el correspondiente permiso y turno, y subí a su altura para contemplar el hermosísimo proceso de amanecida... 



Ahora, saboreándolo y disfrutándolo no poco, como corresponde a estas edades vespertinas (ah, las variopintas numerosas edades del hombre, y la mujer...) cumplí con la máxima altura del Portugal continental, la Torre da serra da Estrela, no un pico como tal sino una gran explanada donde se levantan un par de construcciones militares, varios establecimientos comerciales, el punto superior del telesilla de la única estación de esquí portuguesa y en el centro se alza la torre con su cruz, tal y como se ve. Esta explanada remata un espléndido paisaje moldeado por seculares glaciares, paisaje granítico, berrocales y berruecos repartidos por sus laderas, ese tipo de paisaje en el que el cincel del tiempo ha ido creando caprichosas formas, ese paisaje que tanto me gusta y que he encontrado en tantos otros lugares (la sierra de Guadarrama en la zona de Siete Picos, por ejemplo). 









...por aquellos parajes se encuentra el naciente del río Zêzere, ahora en pleno estiaje. El Zêzere y el Mondego son los dos únicos ríos relevantes exclusivamente portugueses...y hablando del Mondego, ese en el que se mira la universitaria Coimbra...
...Cómo adherencia de este plan con el que fui a Portugal, adherencias esperadas siempre pero que surgen de manera inesperada, en el mismo albergue surgió el caminar lo que casualmente descubrí y que es, según me dijeron, el sendero de moda en Portugal: las pasarelas del río Mondego. Estaba algo baqueteado después de los más de 30 km caminados el día anterior pero fue irresistible...y sí, un auténtica obra faraónica que según Ana, la conductora de Uber que me llevó a su inicio cerca de Guarda y me recogió casi cinco horas después en su final cerca de Videmonte, la obra no se demoró mucho, fue ponerse y hacerla. Sus casi 12 km, 7 de ellos por pasarelas, conforman un camino impresionante junto al Mondego, un recorrido exigente pero muy abordable, asequible, con una mediana forma física. Ah, y con tres puentes colgantes... 



   ...pero no hay viaje a Portugal, por muy corto que sea y por muy serrano que lo pretendiera, en el que puedan faltar azulejos, pastel de nata, plaza de Luis de Camoens, don Henrique el Navegante, hospedaje con olor a sacristía como el de Guarda, una cerveza Sagres, un san Antonio y alguna historia que devino originalísima e interesantísima para mí, tanto por su tema como, más, por su personaje... 

...Iglesia de santa María la Mayor, en Covilhā...
...me disponía a coger el microbús de Penhas da Saúde a Covilhā cuando pasó el muy amable hombre que salía de su turno de portero de noche del albergue donde me quedé. Me ofreció subir a su coche y ahí se gestó la historieta. Antonio, como yo, me contó, entre curiosos detalles, que nuestro común santo (de Lisboa por nacimiento, de Padua por muerte) salía en los antiguos billetes de 20 escudos junto con los peces del simpático y entrañable famoso milagro (lo busqué y ahí está el buen hombre, el tan querido santo)...y Antonio, en su hablar que me sonaba a castellano saudadoso y ultramarino me dejó sueltos unos hilos de los que tirando de ellos posteriormente...y es que tampoco, personalmente, estaría completo un viaje a Portugal sin alguna mención a Fernando Pessoa. Lo que me parece increíble es cómo se presentó, como si ignorara, como dice mi amigo Pepe, que tras eso que llamamos casualidad hay un concentrado esfuerzo, un permanente estar atento...resulta que el brillante escritor, el oscuro personaje, el contable de ocupación etc fue el encargado por su empresa de confeccionar el eslogan para introducir la Coca Cola en Portugal. Hablo de 1927. Y bien, lo concentró en estas palabras: No primeiro día extranha-se. No quinto día entranha-se (el primer día sabe raro, al quinto la llevas dentro), un, digamos, que primero parece raro pero acabas enganchado...
Con el eslogan (copio), el entonces ministro de Sanidad, el doctor Ricardo Jorge, tuvo la excusa para incautar todas las bebidas procedentes de Estados Unidos, ya que, como demostraba el lema, el refresco contenía un estupefaciente que creaba hábito. El ministro entendió que el lema ponía de manifiesto la toxicidad del producto, ya que extrañar y entrañar es el mecanismo con el que operan los estupefacientes según el cual una sustancia extraña al cuerpo acaba siendo extrañada por el mismo. Con el lema se puso fin al negocio de la firma con Coca-Cola que vio prohibida su distribución en Portugal hasta... ¡1977!, tres años después de la caída del régimen de Salazar. La Coca Cola vino a significar un acto de incorporación a la modernidad...Por muchas cosas recordaré este viaje a Portugal y este detalle, directamente relacionado con mi Pessoa, no será el menor...Completo esta salida de mi recorrido con el cartel de la entrada oficial de la bebida en 1977 (a mí no me gusta ni poco ni mucho, per se y por su trasfondo...donde se ponga un vermú o un vinho verde o incluso un Beirão, que se quite la bebida de la libertad... )...por cierto, mi vecina Carmela, que Dios tenga en su gloria, la tomaba, lo recuerdo, para poder eructar...   
De regreso a Madrid, tres días después pero con la sensación de regresar de un anchuroso viaje, no por más acostumbrado me asombro menos al constatar, ahora, de nuevo, la cantidad de viaje/vivencia que puede caber en muy pocos días, mi vecina de asiento lleva un bolso del que pende este colgante...
El cielo es el limite, vamos llegando, el horizonte...Y Catay me aguarda...