...hace unos días, cuando iba camino de Hatton, en las vueltas y revueltas del tren (un super lujo en estos tiempos ir asomado y acodado en la ventanilla, raramente a más de 25 km/hora, viendo el tren curvado entrar en túneles...) salvando geografías, ofreciendo superpuestos cuadros de maravilla natural (laderas de té, montañas boscosas, paisajes abiertos, campos de labor, sonrisas de gente al pasar...) iba en el tren, decía, cuando lo vi, no podía ser otro...
... inconfundible, cónico e icónico...Para ponernos en situación copio y pego lo que leo en la no siempre fiable Wikipedia...
El Pico de Adán (en tamil, Sivanolipatha Malai - சிவனொளி பாதமலை; en idioma cingalés, Sri Pada; en árabe al-Rohun; y en inglés Adam's Peak) es una montaña cónica de 2.243 metros de altitud situada en Sri Lanka, reverenciada como sitio sagrado por hinduistas, musulmanes y sobre todo budistas...
Por deferencia al país, justo nombrarlo como SRI PADA...
La reliquia sagrada del santuario es una roca con forma de huella, similar a un enorme pie (casi dos metros). La leyenda musulmana afirma que es la huella del pie de Adán, quien situó en Sri Lanka (la isla de Ceilán) el mejor sitio después del Jardín del Edén; de esto viene el nombre de Pico de Adán. Otros candidatos de otras leyendas para haber dejado esa gigantesca huella son Shiva, el apóstol santo Tomás, y sobre todo, BUDA...
Buda, que mueve y conmueve este lugar.
...mitos, leyendas, historias...lo que pasó, lo que pudo haber pasado, lo que quién sabe qué pasó, y sucesos realmente registrados: de la fusión de todo y algo más sale este errático y fabuloso ser que es el ser humano en su profunda diversidad...
...Lo cierto es que la cima de esta montaña es un lugar de peregrinación, un destino religioso como no he visto otro igual en mi vida habiendo ya visitado bastantes, y ello lo baso en la dificultad sin cuento que conlleva llegar hasta él. La fe mueve montañas, dice el adagio, o hace llegar hasta ellas.
En la cima de la montaña hay un santuario en honor a Buda, en el que los fieles dejan sus ofrendas, y tocan una campana según el número de veces que han subido al santuario.
Preguntando a mi patrona de hospedaje y al gentil camarero donde dos tardes fui a echar una cerveza Lion, la de Sri Lanka, ambos coincidían en que la temporada alta de peregrinación es de diciembre a mayo, cuando las lluvias, que en cualquier momento pueden presentarse, no son tan frecuentes, y que un día cualquiera pueden venir cuatro o cinco mil personas, incrementándose fines de semana y no digamos en torno a la luna llena...a veces se producen auténticas retenciones, de horas, en el acceso a la cumbre pues el lugar es muy reducido y la escalinata acaba siendo un cuello de botella. Por cierto: son más de 5.000 escalones, un recorrido entre cinco y seis kilómetros salvando un desnivel de unos mil metros.
Los turistas, apenas sobresaliendo entre la masa local, aconsejados por las guías que circulan en la red, suelen salir en torno a las 2 de la mañana para llegar arriba a la mágica hora del amanecer y ver la triangular forma del pico extendida al otro lado (¡cómo recuerdo espectáculo así desde la cima del padre Teide!...); el camino, la larga escalinata, está toda iluminada, no faltan puestos de comida, bebida, recuerdos, lugares de oración, descansos, baños...y el trasiego no conoce descanso en las veinticuatro horas.
LA SAGRADA HUELLA DE GAUTHAMA BUDA, aquí puede situarse el principio oficial del camino. Es en el pueblo mínimo de Dalhousie, Nallatanniya, donde todo son hospedajes, comedores y tiendas...la tarde que llegué di un paseo por los boscosos alrededores y el río y vi en los claros abiertos amplios aparcamientos con autobuses y furgonetas y gente por doquier...después lo entendería...
Salí de mi hospedaje poco antes de las cinco de la mañana, con generosa luz de luna y, como digo, sin faltar gente. No podía dar crédito a esos espaciosos arroyos humanos que mansamente iban descendiendo, como si en la cumbre a la que me dirigía hubiera desembarcado una multitud... luego lo entendí... salí con ilusión y también con mi duda, consciente de que hay días que "no me toca" poder esforzarme...
Entre la recogida de la noche alunada y el disfrute de los levantes de la aurora (préstamo de san Juan de la Cruz) pasé buena mitad del trayecto, comprobando además que lo que veía sobrepasaba en mucho las crónicas leídas... después, ya, toda mi concentración fue observar a la gente y controlar mis pasos y mis latidos. Más de una vez, bien que apenas percibido, tuve el recuerdo del "no puedo más y aquí me quedo", no frecuente pero no tan extraño en mi vida (v.gr. en una subida al Mulhacén, en una marcha por Guadarrama o en unos 100 km...) pero no, no cabía tal opción: la alternativa, la única, ya fuera de mí, era, sería, caerme en redondo demandado por la propia vida. Sobrado, aún, de piernas, ajustado de corazón, generosísimo como siempre, como nunca, en sus latidos, llevándome las unas y pidiendo tiempo el otro, así completé el inmisericorde último tramo, contando con el apoyo moral que recibia cuando en esa momentánea debilidad me cruzaba con personas así...
...personas que bajaban casi a mediodía y que seguramente habían empezado a subir la tarde anterior, algunas descalzas, las más con las chanclas de dedo, el calzado nacional, dando cojetadas, agarradas a la barandilla o apoyadas en el palo que portaban, poniendo los dos pies en cada escalón, muchos de 25 cm...sonríete 🙏 de los fieles cruzando de rodillas la explanada de Fátima...de nuevo: ¡nunca vi nada igual!...
...Y así pasó como tantas veces: que de pronto, como si nada, como si no hubieran mediado esfuerzo, tiempo y espacio, casi cuatro horas después vi que había llegado y que formaba parte de la intricada red humana tejida en torno al lugar.
El lugar santo es un pequeño habitáculo cubierto de labradas chapas doradas y adornos varios, donde se permite estar, orar, unos segundos. Imposible tomar una foto...
...Guardo cantidad de detalles que el tiempo irá despoblando...aquellos manises que me ofreció un hombre joven o aquel palo que igualmente me ofreció un hombre menos viejo que yo, que no acepté, contrariamente a mi costumbre de aceptar todo lo que me ofrecen: subiendo no estaba para masticar y me era más cómodo ir cogido a la barandilla...ya bajando, con gusto y agradecimiento, acepté esta barrita que me regaló una chica o aquella muchacha que me ofreció fruta de un bolso a rebosar con rajas de sandía y de mango, rodajas de piña, medias naranjas, y la golosina que me dio otra señora o el niño que me chocó su mano mientras bajaba...la fraternidad de la montaña...el gran teatro del mundo, espectador avezado...lo recordaba ya a la tarde, en el pueblo, en pacífica celebración del día, con esta cerveza y la ocasional charla del camarero ...
Lo que para mí era la subida a una montaña, con su reto y su contemplación, se convirtió en un asombro sin precedentes, en un espectáculo humano, humilde y sublime, una experiencia en cierta forma transformadora..
...Subiendo al SRI PADA, subí también al monte Tabor, al Carmelo, al Calvario, al monte de las Bienaventuranzas de aquel Oriente bíblico en los que estuve...en los momentos de tribulación, leve, todo sea dicho, pensaba si sería allí el momento y hora que culminaba mi vida, como tantas veces voy pensando tiempo ha... sería, hubiera sido, un tránsito de altura, a la justa altura de mi vida... pero me sopló la machadiana voz: ..tú no verás caer la última gota...Obligados como estamos a vivir hasta el último instante.
Sea como fuere, subir a esta altura, a este lugar tan cargado de la presencia humana, con esa energía que se palpa, fue sin duda el mejor broche para cerrar estos 22 días en Sri Lanka..
Brindé por esto que es estar un rato y dejar de estar un rato después, este camino que se llama vida.
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Tres días después, cerrando esta página, me escribe la pareja tibetana que conocí días atrás en Polonnaruwa. Casualmente se hospedaron en el mismo lugar que yo y subieron a la montaña dos días después; me envían un par de fotos y unas letras que se traducen así:...necesitamos un total de diez horas entre subir y bajar. Por la mañana, en mitad de camino a la cumbre, había tráfico humano. No puedes creer que estuvimos en fila durante 1 hora y luego nos movimos un poco así durante unas horas. Avanzamos muy lento hasta la cima. Pero finalmente lo logramos💪🏼💪🏼💪🏼...