...tuvieron que pasar todavía varias décadas para que se llamara como se le conoce actualmente, o sea, Puerto del Rosario. Por aquel tiempo y hasta la segunda mitad del siglo XX, creo que 1956, se llamaba Puerto Cabras. Hablo, claro, de la capital de FUERTEVENTURA, la segunda isla en superficie, tras Tenerife, y la más antigua de todas las Canarias geológicamente hablando: unos 22 millones de años...
Ya he venido a ella en bastantes ocasiones desde aquel 1981 que andaba de pedagogías en Tenerife, incluso estuve fugazmente (un mes, en 1997) de maestro en la escuela, hoy cerrada, de La Pared. Y le dediqué una página de este mismo blog hace un par de años, FUERTEVENTURA, PAISAJES DEL ALMA, cuando vine con mi amigo José Carlos, dando una vuelta por la isla, con extensión al islote de Lobos, amén de nombrarla en otra al arrimo de mi paso jacobeo por Salamanca, página titulada FRAY LUIS Y DON MIGUEL... aunque, la más cumplida y sentida, trabajada y disfrutada, visita, fue la de aquella navidad de 2011 que seguí el sendero que partiendo del norte, Corralejo, culmina en el extremo sur, el faro de Jandía, caminata reflejada en un reportaje colgado en Youtube (basta poner en el buscador erratico navidad 2011-12)...con este personal bagaje, al reclamo de un centenario y el empuje extra de un precio de pasaje irrisorio (7 € ida y 5 € vuelta, precio para residente canario que soy) regreso una vez más a la antigua Maxorata...
A Puerto Cabras, el 10 de marzo de 1924, llegó don Miguel de Unamuno, no precisamente de vacaciones, ni a disfrutar de su benigno clima o de sus playas, que aún quedaban lejos de ser la atracción turística que hoy son...
Sus continuas críticas a Alfonso Xlll y a Miguel Primo de Rivera le valieron el castigo con la consiguiente deportación, siendo exiliado a este entonces confín de las tierras patrias, una prisión al aire libre donde confinar a los que incomodaban...(entre otros, estuvo Buenaventura Durruti. En la misma tanda de Unamuno, compañero también de hotel, llegó Rodrigo Soriano, político, periodista y escritor, y junto a Neruda uno de los auspiciadores del Winnipeg, el barco que partió con el mayor contingente de exiliados rumbo a Chile en 1936...)
Unamuno había salido de Cádiz, pasó por Tenerife y llegó a Las Palmas de Gran Canaria donde embarcó en el correo "La Palma", arribando a la capital majorera dicho 10 de marzo.
Es cuestión de imaginar cómo vería este castellano, vasco de nacimiento, este paisaje isleño, aquel esqueleto de isla, aquel trozo de África lanzado al Atlántico, como alguna vez la describió...
En carta a Concha, su mujer, dice: “La isla es de una pobreza triste; algo así como unas Hurdes marítimas. Es una desolación. Apenas si hay arbolado y escasea el agua. Se parece a La Mancha. Pero no es tan malo como me lo habían pintado. El paisaje es triste y desolado, pero tiene hermosura”.
...Llegó, digo, y se instaló en lo que entonces era el hotel Fuerteventura, sito en un lateral del templo parroquial, y que hoy acoge el museo dedicado a su memoria...
Sobre las visitas anteriores, v.gr. con mi amigo José Carlos, la novedad exterior es ese gran retrato, acertadísimo, perfectamente retratado, en el muro sobre el edificio... Obra realmente remarcable y admirable del artista lanzaroteño Matías Mata...
Un ramillete de actividades repartidas a lo largo del año conmemoran esta llegada del autor de Niebla, San Manuel Bueno, mártir o Del sentimiento trágico de la vida...Vengo tres días a la isla y justo no me coincide ningún acto... No importa. Días antes, mi amiga Mercé me envió esta foto y me dijo que fue con su hijo, el pequeño Kilian, a este espectáculo...
Me cuenta que no era un espectáculo para niños, más bien para adultos o para muchachos ya motivados, una recreación biográfica de don Miguel alternada con canciones.
Mi celebración personal ha incluido una nueva visita a su museo, caminar por la isla, concretamente esa parte oeste entre Betancuria y Pájara que es mi preferida, y llegarme una vez más hasta su monumento sito a los pies de la montaña Quemada...
El museo, aparte de las habitaciones donde se recrea lo que podría ser el ambiente de la época, todas en torno a un patio central, se ve ahora enriquecido con múltiples fotos, paneles y noticias relativas a su obra y su estancia...
(palabras de un estudioso de su obra)...un territorio de destierro que el escritor, a golpe de sonetos, situó en la literatura universal, con versos que empoderaron al majorero, castigado por el hambre, la sequía y el señor territorial de turno...Fuerteventura, por su paisaje desnudo, desprovisto de hojarasca o vegetación encubridora y del ruido de lo que él consideraba la superficial historia, y su mar, le permitieron entrar en contacto directo con la divinidad”.
Amén de leer (llevó tres libros consigo: poesías de Leopardi, La Divina Comedia y el Nuevo Testamento), de hacer vida en los entornos del hotel, tomar el sol en la azotea (como vino al mundo, escandalizando, obvio, a los vecinos), pasear por Puerto Cabras, participar en las tertulias que a buen seguro llevaría a cabo la camarilla tanto del hotel como de personajes de la vida social majorera, don Miguel, en camello o más bien en auto, tuvo que hacer incursiones por la isla. Estas imágenes personales, entre las tantas que atesoro, no deben estar muy lejos de las que él presenció hace cien años...
...¡Estas soledades desnudas, esqueléticas, de esta descarnada isla de Fuerteventura! ¡Este esqueleto de tierra, entrañas rocosas que surgieron del fondo del mar, ruinas de volcanes, esta rojiza osamenta atormentada por la sed!...
...¡y qué hermosura! Claro está que para el que sabe buscar el íntimo secreto de la forma, la esencia del estilo, en la línea desnuda del esqueleto; para el que sabe descubrir en una calavera una hermosa cabeza...
...Y llegó, cómo no, a Betancuria, la otrora capital de la isla, hoy un pueblo museo dormido en el pasado que solo despierta con el turismo de cada día...
...mi particular cita con el centenario incluía, como dije, unas buenas horas de contemplativa caminata por esa parte este de la isla donde la aridez se hace roca pura, de una belleza inusitada en las horas crepusculares. Cuando paso por aquí no me cuesta nada imaginar que he regresado a los parajes del Sinaí o del desierto del Néguev...Aquí también las rocas sueñan, que decía don Antonio Machado por tierras sorianas...
...e incluía el callado lujo de dos noches de luna y saco en silentes rincones de esta geografía, sintiendo el privilegio de saber que soy una décima de segundo, en el mejor de los casos, en la vida de esta isla...
...y como es preceptivo cuando vengo a la isla, los caminos me llevaron al monumento que en 1980 se inauguró a los pies de la Montaña Quemada...don Miguel parece, tal vez es, un trasunto de don Quijote...
(el monumento es obra del artista canario Juan Borges)
...Escribía don Miguel: si viese que mi fin se acercaba y que no podía morir en mi tierra propia... o en mi Salamanca...iría a acabar mis días ahí, y mandaría que me enterrasen en lo alto de la Montaña Quemada...
...muy cerca de la montaña Quemada está la de Tindaya, la montaña sagrada de los majoreros. Justo a su vista vino a recogerme la amiga Mercé, compañera de los tiempos pedagógicos en La Gomera. Ella y su simpatiquísimo hijo Kilian vinieron a mi rescate para ablandar mi última noche y compartir recuerdos y presentes...y retomar el "aperol", un tiempo abandonado...
Cuatro meses después de su llegada Unamuno consigue salir de la isla, la misma que ya llevará por siempre en su recuerdo: Fuerteventura, un oasis en el desierto de la civilización...A él le debo este viaje; fueron solo tres días, tres días de ese tiempo que gastamos y que nos une y nos rige a todos, por el que nos movemos y nos ponemos de acuerdo, pero que para cada uno se dimensiona según unos parámetros que ya no mide el reloj...una vez más mi tiempo se desligó del calendario y, cierto, como pocas veces lo he percibido: lo achaco a la edad, al abismo, a las desnudas sinuosidades de la isla, al libro de Galdós que llevaba, a volver a extender el saco que ya pedía nuevo suelo desde aquella ermita de la isla de Sifnos, al silencio preñado de voces de la luna llena, a las lejanías que van poco a poco llegando...Si para él fue un oasis y un sanatorio, para mí estos días en esta isla han sido un consuelo, un bálsamo, un tomar aire para seguir respirando...
Vuelve hacia atrás la vista, caminante,
verás lo que te queda de camino;
desde el oriente de tu cuna el sino
ilumina tu marcha hacia adelante.
Es del pasado el porvenir semblante;
como se irá la vida así se vino;
cabe volver las riendas del destino
como se vuelve del revés un guante.
Lleva tu espalda reflejado el frente;
sube la niebla por el río arriba
y se resuelve encima de la fuente;
la lanzadera en su vaivén se aviva;
desnacerás un día de repente;
nunca sabrás dónde el misterio estriba.
Dichoso confinamiento, quién pudiera ! lanzarse al atlántico desterrado un tiempo...
ResponderEliminar...ya imagino, no tanto la necesidad, sino el gusto inefable que te supondría pasar unos días, no hace falta que fueran meses, en la isla...y desde luego no tendrías mejor guía que yo...
EliminarLanzarote y Unamuno, dos nombres de resonancias artúricas y dos almas, la de la isla y la del caballero, que estaban destinadas a cruzarse, sino hubiera sido un caprichoso dictador otra circunstancia se habría dado. Con don Miguel podríamos afirmar que fue don Quijote a pasear por esas áridas tierras, sobre Rocinante al que, allí, le salieron dos jorobas para asegurarse el agua (Sancho se hizo majorero, la realidad lo exigía). El alma castellana, el espíritu quijotesco, y la mística y la sobriedad majorera, se unieron en unos valores que explican el amor que el bilbaino sintió por esa tierra en aquellos momentos de decadencia.
ResponderEliminar...desde la costa norte de Fuerteventura se tiene bien a la vista la vecina Lanzarote y se divisa el ir y venir de los ferries...nuestro don Miguel no vería a estos pero seguro que se quedó con la gana de visitar la isla hermana...por lo demás, doy por aplazado, que no suspendido, el viaje proyectado a Fuerteventura...
EliminarCierto, me has pillado: pensaba de Fuerteventura, pero hablaba en Lanzarote. ¿Cómo te juega estas pasadas la mente?, o serán los años, eso sería peor.
Eliminar...eso es puramente la paramétrica...
EliminarQuerido amigo don Antonio, no sabes cuanto me alegro de que hayas estado disfrutando de tu visita a Lanzarote, y que aun tengas la valentía de dormir con un saco en el suelo, y que al día siguiente no te pase factura, y si te la pasa, pues bien... no corre de mi bolsillo, pero si que mentalmente me afecta, ya que para mi es casi inconcebible que a estas alturas de la vida, no procuremos cuidarnos un pelín. Muchísimas gracias por tu labor pedagógica, que personalmente la disfruto muchísimo, sin mencionar lo mucho que aprendo al rabo tuyo (tres coceduras, y las que queden). SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA - EL BIERZO - LEON - ESPAÑA.
ResponderEliminar...los de Fuerteventura, amigo César, no deben estar contentos por cambiar el nombre de su isla por la vecina Lanzarote...pero se entiende la errata...lo de dormir en el suelo todavía...es justo una maneta de cuidarse, pues no solo cuerpo tiene uno sino algo, bastante, masss. Un abrazo
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