...Liverpool, Tefía y Bayreuth conforman el triángulo personal de esta página en torno a la llegada, un año más, de la cita con la Nochebuena (No estaba seguro, lo he buscado y acabo de leer que la forma correcta de escribirla es así, en una palabra y con mayúscula la primera letra)...Nochebuena...la alegría, la amenaza, el trámite, el trago, la ilusión, la tristeza, la esperanza, el desamparo, la nostalgia, nada...todo esto, y el resto, no va sino con la gramática interior que cada cual maneja y que no habrá Nebrija que la escriba.
...me veo cenado mis viandas, cuatro cosas compradas en un supermercado cercano ya con las puertas a medio cerrar, generosamente regadas con un vino chileno, y me veo cenando rodeado de grandes cuadros y carteles, acrílicos, de los escarabajos de Liverpool, The Beatles, aquella Nochebuena de 2009, en el albergue de Liverpool. A unos metros, enfrascado con su ordenador portátil, estaba WangYon, así entendí que se llamaba, el chico coreano con el que también comparto la habitación, siendo ambos los únicos huéspedes del albergue, cosa natural en noche tan señalada.
Había llegado unas horas antes procedente de Tenerife Sur. A lo largo de los años había acumulado ilusión y deseos por llegar a esta ciudad para mayormente visitar el gran museo dedicado a The Beatles así como los rincones relacionados con ellos, que no eran pocos...
Llegar al aeropuerto de Liverpool supuso para mí el primer aterrizaje entre montones de nieve acumulados a ambos lados de la pista...cuando vi el bienvenidos con la frase de la canción Imagine (encima de nosotros solo el cielo) y ya en el vestíbulo del aeropuerto la gigantesca estatua de John comprendí que había ido a lo que había ido y que iba bien encaminado...
...de semejante altura, de muy diferente factura y en un enclave digamos antípoda, es esta de don Miguel de Unamuno que se alza en la desolada plenitud del paisaje majorero (hablo de Fuerteventura).
Si en el seminario aprendí el evangélico "en la casa de mi padre hay muchas moradas" que dijo Jesucristo, qué decir de las casillas interiores donde cada cual da acomodado cobijo a la multitud de seres que en ellas moran (escritores, pintores, músicos, geógrafos, santos, filósofos...)y que me han enriquecido la vida, me la han ensanchado, dotándola de mayor sentido etc. etc. Así, en el mismo sitio, a saber dónde localizarlo, donde habita John Lennon, ocupa su sitio, en armonía, como todos, don Miguel de Unamuno, en ese lugar de nuestro limbo interior donde vive la innúmera legión que a lo largo y ancho de la vida hemos ido adoptando, legión que dejaría en testimonial la famosa legión tebana ..improbable imaginar la vida sin todos ellos...y sin Unamuno y Lennon, ambos tienen, como tantos, su altar dentro de mí, y mi templo es ilimitado...
Saludé a don Miguel, nacido vasco, aclimatado castellano, bajo los claros, profundos, silentes, cielos majoreros. Hablo de Fuerteventura, decía, que para él fue revés primero y posterior fortuna de su vida, pasó de llamarla "esqueleto de isla" a "oasis en el desierto de la civilización".
Era mediodía del 24 de diciembre de 2011, estaba en la segunda etapa del Gran Recorrido que cruza la isla de norte a sur, desde Corralejo a Jandía, camino de mantenida gratísima memoria en mi vida. A la caída de la tarde, a esa hora que es cuando examinarán del amor que escribió el santo Juan de la Cruz , llegué a Tefía, y ya iba sobre aviso de que encontraría acomodo acogiéndome en sagrado junto a los tutelares muros de la ermita de san Agustín...
La cena en este caso carecía de mesa, los cuadros eran las tarascadas en la pintura, todo a la belle etoile... literalmente por encima de mí, en esa excelsa noche, solo el cielo, el exultante cielo de las noches majoreras del interior poniendo todas sus estrellas. ...escueta, cumplida, discreta, solitaria, sublime a la altura de la andada...hablo de la cena, también soberbia si pienso en tanta gente del mundo que se echa a dormir con el estómago deshabitado...
...Algo, o alguien, por dentro, me previno y en un Aldi de Nuremberg hice la justa compra para que mi Nochebuena fuera opípara sin ostentación, humilde sin escasez.
Era navidad de 2013, otro viaje a Alemania (siempre en grata competencia con Grecia, Portugal e Italia: en las cuatro me siento impatriado, casi como Antonio por su casa) para girar visitar al mercadillo de navidad de Nuremberg junto con la casa museo de Durero, los patrimonios UNESCO de Bamberg, Regensburg, Erfurt, Weimar...y Bayreuth, ciudad musical donde las haya, y donde me juntó la Nochebuena en el El León Dorado...
...Por correo electrónico me habían avisado con tiempo desde el hotel que ese 24 de diciembre llegara antes de las 14 horas ya que a partir de esa hora el hotel cerraba...Más tarde, llave del hotel en mano, comprobé que no solo el hotel sino prácticamente toda la ciudad se enfantasmaba... todo el mundo se recogía o recogería dejando las calles en total abandono...permanece en mi memoria una calle como esta: iba andando siguiendo el rastro de una música de acordeón hasta dar con su origen; fue conmovedor encontrar a un hombre poco más joven que yo, sentado en una esquina, al muy tibio sol de la tarde, concentrado en su música...escuché un buen rato, le puse unas monedas, me dio cosa mirarlo, y me quedé con la duda de si el hombre sería ciego...
Parece que no está recogido en las costumbres normales visitar cementerios la tarde que precede a la Nochebuena. Para tal efecto no conozco fechas, máxime si es un cementerio histórico como el de Bayreuth y en él reposa el buen Franz Liszt...suegro de Wagner, don Ricardo, que tanto brilló en la ópera de esta ciudad.
Al grato calor de mi habitación, huésped único del León Dorado, ahí estoy dando cumplida cuenta de la cena que recrea y enamora (de nuevo el santo místico poeta), regada esta vez con vino de Cariñena, todo hay que decirlo...
...Liverpool, Tefía y Bayreuth...Unamuno, Lennon, Beatles, Durero, Wagner, Liszt...y alrededores de esos 24 de diciembre; aquí dejo una muestra de imágenes, en concertado desorden:
...Esas tres Nochebuenas conviven dentro de mí en el mismo fardo donde las otras que podría llamar erráticas y que por mor de viajes fue la primera, si mal no recuerdo, aquella de 1991 con los amigos españoles en la casa de Regina, en Damasco, donde había llegado con Pandora...Nazca, Chañaral, Santiago de Chile, El Hierro, San Miguel de Abona, La Dama, Gosslar (el año pasado).....todas unidas a las familiares primero en La Zubia y después en Baeza.
Todas viven en armonía dentro de mí...pero todas se apartan reverencialmente dejando que destaquen con su prístina luz, aquellas, inmaculadas, vírgenes, de ilesa esperanza, aquellas familiares, entrañables, en que mi padre, a una hora de la tarde camino de la noche, encendía ritualmente la chimenea a cuyo calor cenaríamos, informalmente, sin saberlo, toda la familia, mis padres, mis hermanas, mi cuñado y mis cuatro sobrinos...así fue hasta 1983. Cuando estaba a punto la de 1984 vino la muerte a llamar a su puerta y se llevó el fuego de la chimenea y una considerable ración de esa alegría que nos dicen que hay que sentir en Navidad, nuevamente golpeada con la muerte de mi progenitora en el 1998...ello y la propia errancia llamándome a voces...
Hoy, casi 40 años después, Nochebuena de 2022, en este Hotel Elite Adlon de Estocolmo, escribo esta página al amparo de este recuerdo, y colmo mi soledad con soledad, no hay otra manera, como ya expresara con otras, mejores, palabras, Luis Cernuda (cómo llenarte soledad sino contigo misma...)
...más o menos las mismas viandas que otros años, con una mejor presentación, noche obliga, con el mantelito que me pintó mi hermana hace ya años, la vela de mis amigos de Berlín, un licor del señor Velasco, de Alpedrete, mantecados del Mercadona, aceite de mi familia puesto en botellita de ouzo griego, vino, algo escaso, cortesía del hotel...buscando, ¡y encontrando!, razones para vitalizar la vida que hay que seguir...
Escojo unos versos del gran poema Defensa de la Alegría...Mario Benedetti me perdonará que en mi interior trueque la palabra alegría, un exceso para mi tiempo, por la de humor, sin el que no sé si podría vivir...
Defender la alegría... de las ausencias transitorias y las definitivas...
de la obligación de estar alegres...
de la famosa pátina del tiempo...
defenderla de Dios y del invierno...de las mayúsculas y de la muerte...del azar y también de la alegría.