...cuando llegue septiembre todo será maravilloso... Eso decía una canción de aquellos años 60, por ejemplo en la voz de la cantante granadina Gelu...Cuando llega septiembre, las pedagogías retoman curso, unos de grado, otros a la fuerza, no hay elección, hablo de alumnos y maestros. Ahora que tiempo ha ya vivo en una vacación permanente, recuerdo aquellos fines de verano cuando al fin, bien aprovechada la vacación, se aproximaba la hora de volver al trabajo...¿trabajo? bueno, sí, era una labor, estaba sujeta a unas normas, había que cumplir unos horarios, unas obligaciones, todo eso, pero en mi interior septiembre suponía un descanso de las vacaciones vividas a tope, exprimidas hasta la última gota. Así, en mi caso, se armonizaban la obligación con la devoción y más que feliz volvía a mis pedagogías...Más de una vez confesé que la escuela era para mí una vacación por la que me pagaban. Septiembre, con el regreso a mis lugares de maestro, a la gente que los habitaba, a la casa que me aguardaba, suponía un retomar calmas y asuetos, recuperar costumbres aparcadas, volver a mis comidicas, los libros, los trabajos aparcados en junio...un tiempo realmente apetecible...y por supuesto al vivificador día día con con los infantes, educandos, escolares...los niños
Esta es mi primera foto de maestro. Era el curso 1975/76, colegio Juan XXIII, en el barrio del Zaidín, en Granada. El que tenía que ser mi año de prácticas devino, por circunstancias, en mi verdadero primer año de maestro. El grupo lo formaban 40 niños de 2º de E.G.B. Estos tiernos infantes de entonces rondan hoy los 53 años...Fueron un impacto para mí. Servidor, que por entonces no sabía lo que quería ser de mayor, si es que quería ser algo, desde que entró por la puerta y los niños le dijeron "maestro" comprendió que aquello era lo suyo...que la escuela era lo mío. Me parecía increíble sentirme tan solicitado y tan querido, y hasta podía mandar y que me hicieran caso. Fue un revulsivo para mí, un salir a la luz después de unos años bien oscuros de mi vida... ...Aquel año viví para la escuela, era como mi aire...con decir que desde el viernes no veía la hora de que llegara el lunes para ver y estar de nuevo con los niños está dicho todo. Pasaba los fines de semana haciendo tareas varias, en las que incluso involucraba a mis padres. Niño, ¿todos los maestros hacen esto?, venía a decir mi padre...
...y esta de abajo es la última, en enero de 2015, ya más serena mi pasión. No con pena, digamos que con la justa nostalgia (sin demasiado tiempo para ello porque me urgía el tiempo que venía) decía adiós a estos alumnos de la escuela unitaria de La Dama, en La Gomera, una despedida que suponía mi adiós a los niños, a la escuela, cerrando un jugoso tiempo de mi vida...tenía gana de partir, echar el cierre y empezar a aprovechar las energías que aún me quedaban para empresas de cierto abasto...había pedido una excedencia que ya años después se unió a la jubilación (octubre 2019)...
Colegio Juan XXIII un año después, en las mismas escaleras, ya maestro contratado, cuarenta niños...ay, Señor, darles de leer todos los días...Recuerdo como corrían hacía mí cuando llegaba cada día con la vespa. Guardo cantidad de recuerdos de ellos...vgr, esta carta de Gerardo, el niño que está a la derecha del que hace el saludo militar...
día 6 de febrero de 1978
Querido maestro le escribo para contarle muchas cosas, puesto que hace mucho que no le he escrito. Ayer estando en la casa de mi tito Pepe mi primo me tiró un coche chico de hierro y me dio en el ojo y hoy lo tengo inchado. En el colegio estoy bien y ya saco algunas notas megores y Rubén también. Recuerdos de Gerardo.
...mis alumnos del Barrio de Monachil, curso 1977/78, primer año de funcionario tras sacar las oposiciones. Un grupo de niños de primero de E.G.B. del que guardo una carpeta repleta de anécdotas que algún día debería desempolvar...Entonces había escuela por la mañana y por la tarde y los niños se iban turnando para llevarlos en la moto, uno delante y otro atrás. (la de cosas que hacíamos, hoy ya prohibidas)...
...Y de aquí, ya empezando mi peregrinar, a Pampaneira, en la Alpujarra, curso 1978/79, la primera de las veces que usé la escuela para ir donde estaba deseando...
...y Antonio, el niño que sonríe en la fila de abajo, con el que me encontré hace unos meses...
...y de Sierra Nevada a Tenerife, ya con destino definitivo, propietario de la plaza. A veces me han preguntado los motivos de haber dado el salto a las islas, esperando que dé la manida respuesta de "por amol"...por amor, sí, a la montaña: subir al Teide resumía los motivos de haber pedido Tenerife. Ignoraba el juego que me daría aquella tierra...Aquí estoy con mis alumnos de 5º en el jardín botánico del Puerto de la Cruz...
...y tras dos años y por los mismos motivos, digamos, montañeros, naturales, salté a los Pirineos de Huesca, de 1982 a 1985, a la escuela de Hoz de Jaca, tres años de vacaciones, viviendo aquellas montañas, disfrutando el esplendor de las estaciones, acogido por aquella buena gente con la que sigo en fecundo contacto...
...el gran detalle que tuvo mi alumnos Carlos: yo estaba con una pierna escayolada, había nevado mucho, bajó a mi casa un rato antes de que fuera la hora de la escuela y me abrió camino con la pala... y todos alrededor de la estufa...
Los Pirineos me daban para toda una vida pero había que seguir camino, seguir una ruta precisa aunque no estuviera marcada, y así, di un nuevo salto en el mapa y llegué a Hornos de Segura, a rendir culto a aquellas sierras de Segura, Cazorla y las Villas...y estar por un tiempo un poco más cerca de mi familia...
...aquel marchoso grupo sigue vivo merced al wasap en un grupo que ellos mismos tan titulado nuestro maestro, y tiene como estado este retrato:
...la foto a continuación fue la de la despedida, en octubre de 1988, momento en que solicité mi primera excedencia, estaba muy a gusto pero era la hora de partir...este retrato me abrió muchas puertas, me evitó dar explicaciones en aquel viaje en bici en torno al Mediterráneo, especialmente en los países del norte de África donde vino a ser como un pasaporte al corazón!...
...Vuelvo a Hornos de vez en cuando y aquí estamos más de 30 años después...la única niña que tenía gafas entonces es hoy la flamante maestra, y directora, del colegio, muy cambiado, donde fue alumna...Rosario.
Aprovecho este descanso en mi peregrinar pedagógico para recordar a los que fueron mis maestros, allí en La Zubia, desde mi primer templo del saber, las monjas, pasando por don Bartolomé, un maestro bondadoso de calva franciscana que recuerdo cómo una vez se quitó la correa y estirándola con las manos nos explicaba que daba igual en la posición que la pusiera siempre era recta; don Joaquín, en la placeta del Pilar, al que recuerdo ver cómo llenaba los tinteros de los pupitres con un botellón de tinta y que me dijo aquello de Molina molinón eres un melón...y don José, en la plaza de san Pedro, de donde partí camino de las disciplinas del Seminario cuando aun no había cumplido los nueve años...valga en homenaje a todos esta foto con mi maestra Encarnita, en las citadas monjas, maestra a la que visité casi 60 años después...
...pero no confundamos, trabajé mucho... pero poco, quiero decir que me dediqué mucho a la escuela pero poco tiempo, poco tiempo teniendo en cuenta lo que lo hacían, hacen, normalmente los maestros. Mi vida laboral no llega a 26 años. Que los niños me gustaban, no cabía duda (no tanto como para tenerlos propios, vamos), que la escuela la vivía con pasión, lo mismo, que vivir en los pueblos que estuve suponía tener mi casa, mi espacio, mi lugar...todo eso, y más, conformaba mi vida escolar, pero junto a ella llevaba una vida de intensos viajes que fui alternando con las pedagogías...Así, pasé en excedencia hasta un total de 16 años, repartidos en cuatro tomas, ...mi sueldo me daba lo suficiente habida cuenta de las pocos gastos que mi vida generaba unido a la sobriedad, a veces espartana, en que desarrollaba mis periplos (algo que ya voy superando... )
Por gusto, que no por cansancio de viajar, y por llegar a la isla de El Hierro, uno de mis destinos vitales, confirmado posteriormente, pedí la vuelta a la escuela y fue en la de Guarazoca...1994 a 1997, tres años decididamente felices...
...pasé fugaz, un mes, por una escuela de Fuerteventura y nueva excedencia (me aguardaban las Américas...)
...y así hasta llegar a La Gomera... llegué, cómo olvidarlo, el 3 de septiembre de 2001 y allí estuve hasta el 2015 citado al principio, un tiempo mediado por otra excedencia y repartido entre las escuelas de Arure y La Dama...
...estos días he celebrado, así lo he contado a mi grupo de Arure, que hace justos 20 años llegaba al pueblo, nadie podía creer que un señor maestro llegara en bicicleta. Volvía de una excedencia de cuatro años y tenía verdadera gana de escuela en La Gomera... y Arure era mi lugar. Aquella buena abuela Felisa ya con confianza, y con respeto, me decía que eso de un maestro sin coche no podía ser...y harto se extrañaban cuando por venir algún familiar o amigo alquilaba un coche..."así tiene que ser" me decían...
...años después, uno de los reencuentros con las gemelas Violeta y Alejandra...
...y la fábrica de papel, uno de los muchos recursos que fui llevando a cabo junto a las salidas del aula, el teatro...
...servidor, nada carnavalero, ahí me tienen en 2012 como anunciando que vendría el papa Francisco...
...con este apuesto grupo se cerró la escuela de Arure, otra más, ya tres, que cerraba a mi paso...
...algo que me saqué de la manga, aprovechando que había por allí unos caballetes pillando polvo, fue hacer una galería de retratos consistente en que cada alumno pintaba a todos sus compañeros...ni que decir tiene que salían sorprendentes parecidos y verdaderos monstruos...En este caso, en los retratos que me hicieron a mí...parece un desgraciao que no tiene dinero, dijo Sergio contemplando su obra...nada que ver con el de Azahara, algo pasado de pelo...
...uno de los muchos regalos de mi ingenioso alumno de Arure Dylan, 6 años...el maestro ofreciendo a su novia un cruasán en París...eso pone por detrás...
...en fin...por supuesto, aquella pasión primera más que apagando se fue ajustando, reposando...A la hora de pedir los traslados disfrutaba tanto el destino que me daban como lamentaba tantos otros a los que no podría ir...Recuerdo pedir pueblos como Oña, Santa María la Real de Nieva, La Fresnedilla, Uña, Benaocaz...Igualmente, me habría gustado ir de maestro a países lejanos e incluso miré la documentación que hacía falta para optar a maestro de circo, ir rodando en escuela con las familias de los circos. De alguna mucha manera me sentía heredero de aquellos maestros rurales de los años 60. Viendo cómo han ido evolucionando las cosas, la paulatina y parece que irreversible perdida de la ruralidad, los planes de estudio...vengo a creer que formé parte de un especie a extinguir, si no extinta ya. Estoy agradecidísimo al magisterio que me dio tanto...
Aquella ya lejana mañana del 30 de enero de 2015 así me encontré la pizarra. Tenía la mochila en la puerta...
...terminando se me acaba de ocurrir una anécdota de Kevin Jesús, el buen niño de Arure. Un día, con una inocencia entrañable, me dijo: maestro, te veo más chico porque yo estoy creciendo...
"au revoir les enfants"
Estoy masticandolo. SALUD Y UN ABRAZO.
ResponderEliminarAmigo César, nunca un comentario tan corto dijo tanto.. .y sí, hay que masticar, lo expresado y lo dejado a imaginar...un abrazo
EliminarAy Señol...... el sufrido cuerpo lo que ha dado de si...; y lo que sigue dando !
ResponderEliminar...lo que reflejo es una idea de lo que fue tanto más ...hay tantas cosas que por muy pronto o tal vez ya muy tarde no pude compartirte ..aquellos recuerdos de cuando fuiste al Hierro...la vida que pasó...
EliminarBienvenue mon ami.
ResponderEliminarPrecioso tu viaje de " estudios "
...en buena parte compartido contigo desde que nos conocimos en 1977..
ResponderEliminarCómo me gustan las páginas que dedicas a tus experiencias escolares!!! ... Cuánto cariño expresas... Encuentro deliciosas las anécdotas de los niños. Me traen a la memoria tantas vividas... Ay, esa foto del carnaval no tiene precio... Y qué decir de los dibujos de Azahara y Dylan...
ResponderEliminar"Gracias por todo maestro"... Un abrazo.
Amiga Mari Carmen,me quedan en la manga proyectos de páginas relativas a la escuelas, tantos que no sé si verán la luz...¡ojalá y tengamos salud para escribirlas y leerlas!
EliminarUn abrazo y a esperar
Qué maravilla de página. Qué lugares, qué fotos para el recuerdo..., y acabar limpiandote los ojos. Y esos dibujos, cómo han captado lo esencial: el cariño que les diste y la admiración que te profesaban.
ResponderEliminar...fue todo tan intenso, tan ancho, tan profundo...y mirado ahora con la mirada del tiempo, fue todo tan rápido, pasó en el segundo que ahora lo siento, aunque sea un segundo eterno...Y pensar, Pepe, que entré a estudiar en la Normal por chiripa. Cuando volvamos a vernos te contaré cómo fue---
EliminarAmigo José Antonio, ninguna de tus páginas anteriores tienen tan cortos comentarios y ello es simplemente porque nos dejas SIN PALABRAS. Ya te he referido en bastantes ocasiones cuánto te admiré y envidié como compañero; esta recapitulación de tu trayectoria como maestro no ha hecho sino engrandecer mi profunda admiración. No quiero hacer un comentario más amplio que el resto de amigo, porque también la brevedad en este caso es significativa pero como me ha emocionado en grado sumo, sí, también con lágrimas, es lo que cuentas del grupo de whatapp "nuestro maestro". Seguro que está orgulloso de todo lo realizado, como yo me siento al ser tu amigo y que me hagas partícipe de tus experiencias tan entrañables. Un fuerte abrazo desde Navas de San Juan (Jaén), que nunca digo de dónde soy. Y muchisima SALUD
ResponderEliminar..qué tiempos aquellos, Juan, en la sierra de Segura, en las reuniones, en los encuentros...y, sin embargo, ahora veo que nos fomentamos poco, no sabíamos que 35 años después íbamos a estar hablando de esto...siempre me acuerdo cuando Estrella decía..."señorita, que ha venío el lion"...
EliminarMe gustan mucho las escuelas rurales. Permiten a los niños ir a la escuela en su pueblo junto con los niños de los vecinos, aprender en un grupo pequeño con varias edades, vivir en el mismo pueblo como el maestro. Hoy es una forma de la formación escolar muy moderna, para mi un lujo que el gobierno español se permite, en mi país no lo hay mas. Conozco tres escuelas rurales, la en El Pozo de los Frailes de mi propia experiencia, la en La Gomera donde estuvimos para visitarte (pero tu ya te habías marchado por Australia después de tu última excedencia) y la en Hornos de Segura que vimos desde fuera. En este pueblo estuve con tus sobrinos a visitar la fábrica donde trabaja tu alumno José Miguel, maestro de la almazara allí. Hablamos mucho de tí y podía asegurarme de la muy buena reputación tuya en este pueblo:))
ResponderEliminarUna vez más me ha impresionado tu página porque se nota tu cariño con el que hiciste tu trabajo, cuantos recuerdos te quedan todavía y en que lugares preciosos podías actuar y vivir. Que vida plena.
"Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es."
San Juan De La Cruz
Un abrazo desde Baeza
....amiga Ulrike: si no vida plena poco le faltó. Ahora, tantos años después, soy inevitablemente crítico con mi labor, lo que pude hacer mucho mejor, lo que no debía hacer...No hay remedio, se supone que es el natural examen que se hace en el declive de la vida...TE agradezco esa santa frase con la que cierras tu escrito: estoy en pleno trabajo personal sobre ello. Gracias
EliminarMe alegra haber formado parte de esta inmensa carrera, de una vida de escuela!!
ResponderEliminar...pues la verdad que sí...nos conocimos cuando empezaba a tener una inevitable madurez que me permitía disfrutar sin temores, con confianza...en aquella Gomera en la que sigo censado...
EliminarQué bonito Antonio, cuantos recuerdos... cuantos niños te recordaran como ese maestro que deja huella y cuanto te han marcado ellos a ti! Me alegró de haber coincidido contigo de forma breve, ya que ese año partiste de excedencia!!!
ResponderEliminarPero desde entonces presente en cada luna llena! Un besazo...
...por supuesto yo soy el que lleva el peso de los recuerdos. Lo propio de los niños es ir olvidando, si alguno, hoy persona mayor, se acuerda de mí es mayormente porque he contactado con él...SEa como sea, mi bagaje interior, el pozo de las vivencias está repleto...gracias
EliminarCon muchísimo menos enjundia, se han hecho grandes películas, y series de televisión, es una pena que muchísimas mas personas, no puedan disfrutar, ni tan siquiera de la lectura que nos ofreces en tus publicaciones, y no digamos de la ilustración gráfica, que ambas cosas unidas, le dan a uno mucha felicidad, y satisfacción. No dejo pasar la oportunidad de darte las gracias, por cuantas cosas disfruto y aprendo de tu esfuerzo, que ya se que no es tal para tu persona. SALUD Y UN ABRAZO DESDE PONFERRADA - EL BIERZO - LEON - ESPAÑA
ResponderEliminar...bueno, amigo César, ahora se ve que ya lo digeriste...Me alegro mucho que te haya gustado, y haya podido comunicarte la vida que llevaba cuando no estaba de viaje por esos mundos de Dios...Agradecerte tus palabras y desearnos salud para seguir escribiéndolas y leyéndolas...
ResponderEliminarUn placer siempre leer tus anécdotas querido Antonio y un placer haber coincidido en tu andar Maestro!!
ResponderEliminarAlegría compartirlo...🤗
ResponderEliminarGracias maestro por regalarnos esa infancia tan feliz. Te llevamos en el corazón 😘
ResponderEliminarAhora, Rosario, como maestra, hay que intentarlo pese a las circunstancias tan diferentes. ÁNIMO
EliminarTuve que leerlo poco a poco! Tus recuerdos de tu trayectoria llenos de detalles fascinantes...
ResponderEliminarYo me acuerdo cuando te visité en tu escuela en La Dama... Ayyy, aquellos tiempo.
Un abrazo muy fuerte amigo! 🤗
...sí, y recuerdo cuando escribiste en la pizarra los nombres de los niños en árabe..qué y cuántos recuerdos...
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