...no hubo agua que se me resistiera, desde las más puras a las más sospechosas, con el H2O un tanto quebrantado... Beber de todas las aguas, con la justa y mínima restricción, formó parte de mi viajar y puede que haya ayudado a una cierta inmunidad al respecto. No podían sentarme mal las reconocidas aguas potables de tantos lugares pese a tener el logo de un vaso tachado o las que no recomiendan tomar en guías de viajes, pensando en viajeros algo pusilánimes, naturalmente temerosos de enfermar en un viaje de unos días. Recuerdo cómo nos miraban los demás componentes del grupo a mi hermana y a mí bebiendo el agua en una fuente ligada a un santón en un lugar de Uzbekistàn...No podían sentarme mal, decía, después de tomar de aquélla en la península del Sinaí cuando iba con Pandora por aquellos bíblicos lugares: desierto, un calor de sofoco...de vez en cuando a un lado de la carretera un depósito metálico: solo había que levantar la tapa, llenar la botella, beber, agua más caliente que templada, y seguir...!y aquí estoy, contándolo!
Con menos necesidad que en ese caso referido pero igual unción por el agua, al fin y al cabo estamos mayormente compuestos de ella, cito estas dos marcas de agua que conocí en mis primeras venidas a Grecia, ignorando entonces que me proporcionarían, propiciarían, el regalo de este viaje, el motivo de esta página...
Región de EPIRO, cordillera de Pindo, noroeste de Grecia, Balcanes, al otro lado Albania...ahi está la comarca de ZAGORIA...
ZAGORIA...uno este enigmático nombre de comarca a otros como Alpujarra, Serrablo, Ancares, Maestrazgo, Cameros, Hurdes, Merindades...nombres sonoros, epopéyicos diría yo, lontanos, remotos entonces...Hoy las carreteras acortaron distancias y el turismo, ora benefactor, ora arrasador, quebró su ancestral aislamiento...lo mismo, aún no tanto, acontece en este recóndito lugar de Grecia. Su escasa población se reparte entre una cuarentena de aldeas donde la piedra es el material de construcción, aldeas que se alzan en un paraje accidentado entre profundos barrancos y densos bosques...
...en las plazas de los pocos pueblos que pasé se alzaban portentosos plátanos, como éste en la otoñal y solitaria plaza de Vitsa. Todo camino fue poco para llegar a este lugar... |
Y por estos lares se encuentra el remarcable parque nacional de VIKOS-AOOS...
Tal vez alguno de mis escasos, aunque tan selectos, lectores recuerde una ya lejana página que dediqué a la garganta de SAMARIÁ, con extensión a la de Aradena, en la abrumadora isla de Creta...bien me acordé de ellas, todas grandiosas...leo que el cañón de VIKOS es el más profundo del mundo en relación con su ancho, así reza el cartel al empezar el sendero a la salida de Monodendri..
...dato curioso sin mayor importancia...un paisaje soberbio y un otoño pletórico, una salamandra y un par de jabalíes que salieron a la estampida, fueron mis "únicos" acompañantes en el ancho, profundo paseo, encañonado...
..si habéis conseguido llegar leyendo hasta aquí tenéis más que merecido el regalo de estas imágenes, verdadero objeto de esta página, en la que rivalizan, aunando asombro, un rutilante otoño y un cañón disparando maravillas...
...desde mi tiempo de maestro en los Pirineos no me había encontrado con una salamandra...! qué rato contemplándola, ni se movía, tal vez reconociéndome como un igual!... |
...Empecé hablando de agua y acabo haciéndolo de cerveza, que es una evolución natural. Tras cinco horas metido en el cañón (unos 17 fáciles km.) llego al pueblito de Vikos, media docena de casas contando la iglesia (una de las fotos anteriores), la escuela, hace años cerrada (cómo resistirme a mirar por la ventana pese a que recién jubilado como estoy no debería hacerlo...) y un par de negocios cerrados estos días de temporada baja...Tengo que telefonear al patrón de mi hotel en Monodendri, quedamos en que le llamaría y vendría a recogerme...
Me acerco a la ventana de una taberna al reclamo de una música y unos golpes: "kirios, parakaló", "señor, por favor", el buen hombre se asoma, brocha en mano,y comprendo que está de reformas, le muestro la tarjeta de mi hotel, "teléfono, parakaló", abre la puerta, me da un inalámbrico, llamo...cuando acabo me dice birra?...ni respondo, saca una Mythos (un rato después sacará otra), dos vasos y a beber. Como no hay inglés común, señalando la escuela le digo que soy didaskalos, y de Ispanía... y sin previo aviso me suelta esta retahíla: Barcelona, Valencia, Cartagena, Málaga, Bilbao, Vigo, Las Palmas, Lisboa...seguida, más pausadamente, como buscando las palabras, de España, caracoles, señoritas, gambas con gabardina, bueno...haciendo gestos de recuerdos agradables...un niño de pecho ya habría visto que es, era, marino: rostro curtido, tatuajes de timones en los brazos..me ofrece el tabaco y mal que bien lío un cigarrillo, nada que ver con la maestría con que él lo hace, (lo mismo que mi amigo José Carlos, un experto en esta psicomotricidad fina)...me cuenta, con gestos y algún dibujo, que estuvo 22 años por esos puertos de Dios...(estoy por decirle que me recuerda al poeta español José Hierro)...En esto llegó Panos, mi patrón...
Se llama Sabbas Sabbiadis... fue mi ángel protector de ese día, un nuevo soporte de mi fe en el anónimo ser humano, mi buen ángel de Vikos...y cuando regrese a España (cañón) enviarle carta con esta foto será de mis primeras actividades...
..y así es como gracias a aquellas dos marcas de agua, tirando de sus hilos, llegué años después a estos lugares...y os lo cuento desde Tesalónica, otra vez camino del monte ATHOS...
...permitidme que termine esta página con el verso del santo Juan de la Cruz...
!Mi amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonoros,
el silbo de los aires amorosos...