...GRANDES ESPERANZAS...

...calladas, serenas, íntimas,vibrantes...hablo de las, digamos, alegrías que proporciona el leer, las satisfacciones sin cuento de los libros, a compartir con quien se tercie, o se deje, o con uno mismo, nunca solo, que es como se está cuando se está con todos los yos que nos conforman, con los tantos yos que somos, pocas veces tan de acuerdo...las pequeñas grandes alegrías, intensas, permanentes, acumulativas, que nos regala la literatura...


...hace dos meses, mediados de enero, tuve la oportunidad, y la fortuna, de asistir al acto de doctorado de una joven amiga, a la exposición y defensa de su tesis en la que, como siempre en estos casos, ha invertido ojos, tiempo, codos, ánimos...
Hace años, allá por los años 90, asistí a otro acto así, al paso de doctoranda a doctora, siguiendo los protocolos al respecto. Aquella vez mi amiga Loli centró su trabajo sobre
        PINTURA DEL SIGLO XIX EN GRANADA, ARTE Y SOCIEDAD
  
Ahora, en enero, como decía,  mi joven amiga Violeta, a la que dedico esta página, expuso y defendió su tesis basada en un profundo estudio sobre las varias adaptaciones al cine de la gran novela de Charles Dickens, 
                           GREAT EXPECTATIONS
 titulada en español GRANDES ESPERANZAS...

Un servidor, con un balance lector deudor donde los haya, deudor en general, y en particular de este prolífico y reputado autor británico, un servidor confiesa que solo había leído LOS PAPELES DEL CLUB PICHWICK, y ello, afortunadamente, porque en uno de mis libros de cabecera (El libro del desasosiego de Bernardo Soares) mi maestro Pessoa decía, dice, literalmente: "haber leído los PICKWICK PAPERS es una de las grandes tragedias de mi vida  haba escrito (no puedo volver a releerlos)...Ante semejante aseveración me faltó tiempo para hacerme con el libro...mira por donde estaba en la biblioteca de la escuela de Alojera, en La Gomera, y su maestra, Nieves, me lo envió (las pequeñas historias en que de deshilvana una historia mayor...)
...historias de niños pobres, en ambientes ausentes de sol pero no de sordidez, picardía, orfandad, ternura y de humor, de sombreros de copa, de gente de negro, de caracteres humanos muy bien representados...
...Cierto que en su momento vi las películas sobre David Copperfield y Oliver Twist, y bastante antes, años 1970-72, en aquellos años de televisión en blanco y negro que hoy sacaría los colores a la de color, vi, y no con poco gusto, "LA PEQUEÑA DORRIT", en aquellas telenovelas en las antípodas de los culebrones de décadas posteriores. Entre el elenco  sobresalía una adolescente Ana Belén, y aún recuerdo la canción en inglés que encabezaba cada capítulo (Where is love...se puede volver a ver en la socorrida y agradecidísima página de "TVE a la carta"...o de momento pinchar en este enlace
https://youtu.be/kydahBI_oXY

...por juntar méritos, al fin harto magros, en torno al gran Dickens, diré que en aquel grupal viaje a Londres en el verano de 1978, fui a visitar la casa museo de este hombre, que ya entonces empezaba a atraerme visitar los santuarios donde había transcurrido la vida de escritores, pintores y gentes de ese vivir ...De la misma no estoy seguro conservar alguna foto... sencillamente, recuerdo que estuve, y que me admiró lo que vi, nada más, en aquel número 48 de la Doughty street...



...Con la motivación propia de asistir a este doctorado no tardé en hacerme con este bien manoseado ejemplar en la biblioteca de Andalucía de Granada y en un par de días, de pleno disfrute, subí un peldaño con Dickens...Ahora ya me resta la pequeña gran esperanza de ver un par de las versiones cinematográficas para la que ya he puesto a trabajar a mi pirata particular (imposible de conseguir de otro moda estas películas, vgr. la titulada CADENAS ROTAS, del año 1946...) 

...compenso la aridez de lo escrito hasta ahora con esta sencilla celebración en un balcón de Almuñécar el día que concluí el libro...¡SALUD! Y LARGA VIDA A LOS LIBROS...

...y este ramillete de párrafos sacados del mismo... 

...Pensé que cualquier persona podría aquella noche morirse en los marjales.Y cuando luego miré a las estrellas, consideré lo horroroso que sería para un hombre que se hallara en tal situación el volver la mirada hacia ellas cuando se sintiese morir helado y advirtiese que de aquella brillante multitud no recibía el más pequeño auxilio ni la menor compasión…

...el cincel hizo dos o tres tentativas para embellecer su nariz, pero la abandonó sin esforzarse en pulirla…

...me pareció que las series de ventanas de las habitaciones en que estaban divididas las casas se hallaban en todos los estados posibles de decadencia…

...como si yo les pidiera por favor que se dedicaran a hacerme la vida imposible…

…hasta que la tía abuela del señor Wopsle venció con éxito la mala costumbre de vivir,de que tanto desean verse libre algunas personas…

...y así como no podemos contener el avance de las mareas, tampoco podemos podemos impedir lo que haya de suceder…

...pero me cuidaba una vieja muy vehemente, ayudada por un saco de harapos al que llamaba su sobrina…ambas tenían los ojos muy débiles, cosa que yo atribuía a su costumbre crónica de mirar por los agujeros de las cerraduras…

...me hicieron llorar interiormente, que es el llanto más triste de todos...

...fingiendo que me entregaba a la lectura de un periódico local de fecha remota, en el que no había nada tan legible como las manchas de café, de encurtidos, de salsas de pescado, de manteca derretida y de vino de que estaba lleno, como si el papel hubiese contraído el sarampión de un modo muy irregular…

...pero cuando oí las campanas del domingo y miré un poco más la belleza que me rodeaba, comprendí que en mi corazón no había aún bastante gratitud…

...la vida está compuesta de muchas despedidas unidas una a otra...

...cualquier desconocido amable, con pretexto de doblar mejor mis billetes de banco, podría escamoteármelos y darme, en cambio, papeles en blanco; pero ¿qué era eso comparado conmigo mismo, cuando doblaba mis propios papeles en blanco y me los hacía pasar ante mis propios ojos como si fueran billetes legítimos?... 

  ...amarguras inherentes al amor...

...en su compañía jamás gocé de una sola hora de felicidad, y, sin embargo, durante las veinticuatro horas del día no pensaba más que en tenerla a mi lado hasta la hora de mi muerte…


...no encuentro placer como el que deparan los libros" (Fernando Pessoa)