...COIMBRA,COIMBRA...

...a esta bella ciudad, asomada al Mondego, llego al término de la octava etapa de esta ruta jacobea y lo hago envuelto en una luz y una templanza impropias del mes de enero...
En la pensión o residencial International me dan el cuarto 208, asomado al río teniendo al otro del mismo, al frente, los conventos de Santa Clara y San Francisco, los hermanos de Asís...todo un lujo por veinte eurillos, contando con baño, amabilidad y cumplida limpieza...esa ventana abierta en el piso de arriba con ese chorro de sol y esa vista es la que ocupo...

...Ya reposado y con permiso de la prioridad que supone subir por las callejuelas hasta donde se asienta la famosa universidad, salgo directamente a ver si está aquello que vi, y fotografié en diapositiva, aquel 2001 en el  viaje en bici a la Bretaña francesa que cité días pasados...
OS AUSENTES SEMPRE FAZEM MAL EN VOLTAR 
decía la pintada...no, ya no está en la oscura pared donde la vi, aquí, al lado de la estación del tren...tal vez solo su grafitero autor y un servidor la recuerden...
...es una frase que pasó a ser de cabecera y que reiteradamente me trajo de cabeza...años después, la veo y la siento tan natural: nada extraño tiene que se eche de menos a los que siempre están presentes y se extrañe la presencia de los que normalmente siempre están ausentes...esto parece un trabalenguas, un metafísico acertijo...AUSENCIA y PRESENCIA, conceptos complementarios por encima de contrarios...por ahí me encontré esta otra, rotunda en su simpleza...

...dejémoslo en SAUDADE, palabra portuguesa de las más gratas a mis oídos...

...gustàndome tanto (los patrimonios UNESCO de la Universidad, la capilla-cafetería de Santa Cruz con sus fados, el Portugal dos Pequenitos, conventos, callejeo, pastelerías, paseos junto al Mondego...) es para mí Coimbra una ciudad incitadora a la nostalgia, la melancolía...vamos, la SAUDADE...puede ser por el recuerdo de la pintada en mi primera venida y su unión con la más famosa historia de amor de la historia de Portugal, la del infante Pedro con Inés de Castro, en el mismo lugar, la QUINTA DE LAS LÁGRIMAS, donde se encuentran la joven Marcenda Sampaio, con su manecica como si sujetara un pajarillo muerto, y el doctor Ricardo Reis, de la novela de Saramago alguna vez citada y ahora vuelta a recomendar "EL AÑO DE LA MUERTE DE RICARDO REIS"...

...tras pasar el día con el amigo Carlos, que conocí en Azores, acabo escuchando fados...y me confirmo que hay mucha más poesía y música y literatura en general "cantando" la ausencia que la presencia, seguramente por el acabamiento al que todo, TODO, está abocado........

...EU FAREI BEM EM RETORNAR...ATÉ A VISTA, COIMBRA...

...a JANELA de TOMAR...

...es decir, LA VENTANA en el CONVENTO DE CRISTO, en TOMAR...

...Las ventanas tuvieron que inventarse mayormente para franquear el paso a la luz y asomarse al exterior, ver sin ser vistos ...cierto que también para enamorar o descolgarse por ellas cuando las puertas no lo permitían...pero esta ventana, la ventana del capítulo de este gran y grandioso complejo conventual, sí, deja pasar la luz, pero pareciera que su diseñador  y sus ejecutores la concibieran para ser mirada, admirada desde fuera, para ser sentida en el cuasi arrobo que provoca su contemplación...

...La vida debe ser ancha, ya que no puede ser larga. En nuestras manos está el ensancharla, maneras no faltan, ni situaciones, en cambio no podremos añadir ni un segundo al tiempo que el TIEMPO nos asignó...pensaba en ello contemplando la ventana de Tomar, el árbol de Jesé, tanta simbología, esa labor, orfebrería en piedra, portento del gótico manuelino, en la que se combinan de manera inusitada, brillante por demás, historia y arte portugueses...

...me acordaba de anteriores veces que pasé por Tomar, de la buena gente con la que contemplé la ventana y recorrí claustros y demás dependencias de este lugar de más que merecido reconocimiento como Patrimonio UNESCO, de este Tomar de intensa huella templaria...valgan estas imágenes para disfrute de los ya estuvieron por aquí, y de irresistible acicate para los que todavía no...

...un regalo más de esta ruta jacobea....

...en torno a SARAMAGO...

...hace apenas un mes volvía a visitar en Tías, Lanzarote, la casa en que vivió los últimos años, casa en la que también murió...(? murió? Sólo sabemos que se nos fue por una senda clara...que decía Antonio Machado...), algo de ella dejé reflejado en el "errático Lanzarote" colgado en Youtube...

Hace unos días, al inicio de este camino jacobeo en el que estoy, hice lo propio visitando, con qué gusto, la fundación que lleva su nombre, en Lisboa, a cuya puerta, un olivo alentejano guarda sus cenizas...

....y 18 años después de pasar en bicicleta en un viaje que acabó llevàndome a una boda a la Bretaña francesa, ayer volví a pasar por Azinhaga, Azinhaga do Ribatejo, patria chica del grande José Saramago...

...lo más novedoso que me encontré fue esta figura del escritor, sedente y lector, en la plazuela del pueblo (casualmente mi anfitrión en Tomar, donde escribo esta página, me cuenta que estuvo cuando la pusieron, y que saludó a don José, "hombre de pocas y precisas palabras" me dice...

...no hubiera sido mala idea haber empleado el tiempo invertido leyendo esta pàgina en leer un par de páginas de uno de sus libros, Vgr. "Ensayo sobre la ceguera" o mi, digamos, favorito, EL AÑO DE LA MUERTE DE RICARDO REIS....

VÍA LUSITANA, primera etapa...

...cualquier camino, por corto o largo que sea, incluso si no tiene fin, y  hasta ni principio definido...cualquier camino empieza con un paso...un rato antes de las nueve de esta mañana, a las puertas de la catedral de Lisboa, testigo un tranvía,  daba el primer paso de este camino que, corriendo el tiempo, Santiago, salud y vida mediando, me llevará a Compostela...camino en código compartido, en estas primeras etapas, con el que va a Fátima...

...cruzar el típico barrio de Alfama, pasar por los aledaños donde estuvo la Expo 98, orillas del río Trancado, pasarelas por los humedales junto al Tajo, algún pueblo,algún paso a nivel, soleadas soledades...

...nueve horas después, tal vez 38 km, con la última luz de un día soleado, atemperado, muy pero que muy agradable, llego a Vila Franca de Xira... con ese mercado de planta cuadrada cuyos azulejos contemplaré mañana con mejor luz...

...en fin, otro día más, y otro día, más...