sábado, 19 de abril de 2025

...Las Gafas de GANDHI...

...en aquellos primeros años 90 vi en una óptica de la calle Gran Capitán de Granada, allí, en un rincón del escarapate (inevitable recordar como lo decía aquella alumna de La Gomera) unas gafas que eran las que me gustaban: de marcos redondos, tipo John Lennon; tardé en asociarlas también con Gandhi. Costaban 3000 pesetas. Son las que he llevado hasta el final con algún repuesto que otro, y con gusto las seguiría llevando si pudiera revertir la operación a que me sometí hace dos años...todavía me sorprendo haciendo el gesto de subírmelas o ajustármelas..
(Con mis gafas, foto de archivo, en Barcelona, a principios, o así, de este siglo...)
El primer monumento a Gandhi visto en este viaje a la India fue en una rotonda de Goa, camino de aquel personal deslumbre ante el patrimonio que dejaron los portugueses. Muchos días más tarde me encontré otro que parecía estar contemplando el monumental trasiego de humanidad frente a la estación de Jaipur (en todas las estaciones del país, verdaderos cantos de muchedumbre).
 ...y desde un principio la presencia constante del Mahatma, cada día, en los billetes en curso, de 10, 20, 50, 100, 200 y 500 rupias, billetes que cambian de tamaño y color pero todos llevan su efigie...(100 rupias=1,02 €)
Visitar los lugares que buenamente pudiera relacionados con este hombre fundamental en la historia de la India, padre de este país actual tal y como se le reconoce hoy en día, era uno de mis objetivos de viaje. Cumplí agradecido y con creces en sus lugares, primero en Mumbai y, después, ya cerrando mi periplo, en Delhi. 


...En la casa de Mumbai (Bombay) vivió 17 años, desde 1917 a 1934. En esta casa, Mani Bhavan, propiedad de un amigo suyo, vivió, trabajó, y se gestó buena parte del ideario que acabó con los años de colonialismo británico dando lugar al estado que hoy conocemos. La mansión es hoy centro cultural, biblioteca, archivo, museo... un recogido lugar donde fotos y recuerdos de este hombre mantienen viva su memoria...
Puede que las generaciones venideras no crean que alguien de carne y hueso caminó algunas vez sobre la tierra (A.Einstein)
...en el segundo piso se encuentra la habitación en la que vivió, conservada en su condición original. Aquí tomó su primera lección en el arte de hilar y bebió su primer vaso de leche de cabra cuando su salud se deterioró...Así dice el folleto, en español, que dan a la entrada. 
Obviamente la rueca de hilar no falta en todos los lugares relacionados con él. Es curioso que he aprendido el verdadero significado de la palabra spinning (hilando, de hilar) hoy arrinconado por esa actividad tan de moda en los gimnasios: hoy muchos hacen spinning y nadie hila... 


...rueca, sandalias, gafas, mesita baja, blanco inmaculado... y la sencillez rayana en la austeridad, una especie de minimalismo filosófico...y multitud de fotos, documentos, enmarcadas frases de su ideario... colman su museo en Delhi y Bhavan Birla, la casa donde vivió los 144 últimos días y en cuyo jardín fue asesinado...

...el lugar donde fue abatido y el lecho donde lo despositaron...

Tanto en Mumbay como en Delhil se repite una cumplida serie de dioramas, detallosamente elaborados, sobre su vida, desde sus primeros años, su ida a Londres (su madre le conminó: nada de mujeres, ni vino ni carne), sus años en Sudáfrica, sus marchas reivindicativas tanto allí como en su regreso a la India, sus periplos, reuniones...



...el lugar donde fue incinerado...




 Al gran fotógrafo Cartier Bresson se debe esta instantánea del momento. Posteriormente sus cenizas en un tren expresamente dispuesto fueron llevadas para ser arrojadas a la confluencia de los rios Yamuna y Ganges... 



...las gafas de Gandhi...No tardé mucho en cumplir mi curiosidad de saber qué decía en sus cristales, lo mismo que veía en los cotidianos billetes pero también en algunos vagones de trenes, puerta de aseos públicos, bancos y más lugares...


 El traductor (¡cuán agradecido estoy!) me ayudó...   

...ciertamente, si no lo leo no lo creo...no sé, no me llega el conocimiento para pensar que la suciedad, la basura etc. es ancestral en este país pero forma parte de la cotidianidad, lo mismo que la pulcritud y vistosidad de las ropas que lleva la mayoría de la gente. País de contrastes, tantos...Las siguientes imágenes reflejan no la realidad, sino una ancha parte de la realidad que convive con la otra, irresistible, apasionante, de la India...













...este es el río Assi, a unos metros de su desembocadura en el santo Ganges. Como occidental que soy miro para otro lado, observo más y juzgo menos...cómo controlar un país de mil quinientos millones de personas con un pie que no sale del pasado y otro metido de lleno en la modernidad... 



...en otro orden dentro de mí mismo, la figura de Gandhi está muy ligada a mi labor escolar. ¡Con qué pasión preparaba la fiesta y los encuentros de las escuelas unitarias tanto de El Hierro como, sobre todo, de La Gomera, con motivo del declarado día escolar mundial de la paz en torno a finales de enero. Aquellas dramatizaciones que incluían poesía, teatro, música... puedo decir que suscitaban verdadero interés en los niños y no poca complacencia en mis compañeros...
 

...al arrimo de las, todo un símbolo, gafas del Mahatma, recuerdo las mías, que empezaron como tipo Lennon y acabaron modo Gandhi...hoy son pieza de museo, como tantas gafas que me dieron vista, como tantas cosas que me dieron vida: libros, objetos, recuerdos, papeles, cuadros, huellas, hojas,  piezas, cosas... que me siguen impregnando de una a veces dolorosa nostalgia, que siempre supero por la propia nostalgia y el propio ánimo de seguir viviendo...cosas (qué poca palabra para abarcar tanto: COSAS) que me sobrevivirán, y que sostengo al amparo de los versos de Borges...
...¡cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
...mis gafas, mis cosas... desde la lejanía en tiempo y espacio, estoy con ellas, no sabrán que me he ido... 


domingo, 13 de abril de 2025

...a Orillas del GANGES...

..."A orillas del río Piedra me senté y lloré", así titula uno de sus libros el aplaudido Paulo Coelho. Este encumbrado autor es de los pocos escritores cuyos libros he visto en tantas librerías de cuantos países he visitado. Tuvo su momento fugaz en mi vida, ya décadas ha, y lo asocio mayormente a aquellas noches que leía junto al lecho de mi madre que andaba transitando en ese remoto, críptico, país del coma profundo...
Este preámbulo se me ha colado al empezar la página con este título...
...A orillas del Ganges, a su paso por Varanasi, Benarés, he pasado horas sentado o paseando, concentrado en el oficio de ver, en el trabajo de mirar, de vagar, de dejar que todo fluya como un río en el cauce de mi propia mirada.
Es otro gran espectáculo repleto de humanidad, como lo fuera subiendo al monte Adam de Sri Lanka pero junto a un río, un aire muy diferente, un muy diferente río de gente.
Si allí decía que la fe si no mueve montañas era obvio que te lleva a ellas, aquí retocaría el algo tendrá el agua cuando la bendicen para plasmarlo mejor en un algo tendrá este agua cuando bendice y/o purifica, que así es tomada por millones de personas desde remotos tiempos, y si el río no descansa en su fluir la fe tampoco cesa. 
No entro en los detalles que todo el mundo puede saber sobre el estado de salubridad de las aguas del Ganges...leer cualquier crónica sobre la contaminación que arrastra y la que acabará arrastrando cuando acabe su andadura en el Índico ya en Bangladesh es para llorar.
...es una cloaca, cierto, pero es una cloaca santa. Y dejo obviado este tema y me adentro en él, en sus orillas, en este Benarés, ciudad santa hindú, como si sus aguas siguieran siendo las puras, prístinas, que nacen en el Himalaya, muchos km arriba...
Fue como lo imaginaba pero no se parece en nada, es como el sueño que hemos tenido y la realidad que creamos al contarlo. Desde que asomé aquel ardiente mediodía al Ghat de Assi, uno de los más populares, quedé prendido, imposible decir prendado, digamos abducido, del espíritu que mueve aquella masa humana. Diré que los GHAT son las escalinatas, los graderíos que bajan al agua...
... podría decirse que toda la orilla de Benarés es un GHAT, simplemente va cambiando el nombre cada poco trecho...
El punto álgido de los Ghats para un declarado tanatófilo como yo, está en el Ghat Makarininka...es donde se llevan a cabo las cremaciones, al menos buena parte de ellas...en sus alrededores bulle la vida, el trasiego, la materia combustible, el traspaso sin fronteras de lo que será y está siendo y acaba de ser...
 Tuve suerte, sí, pasé por allí cuando tenía que pasar...la mujer, podría ser abuelita menuda, estaba en la orilla, olvidada de la vida, a saber ya en qué regiones andaba, allí la habían dejado sobre unas parihuelas de bambú, cubierta de vistosas telas, solo descubierto el óvalo del rostro, medio cuerpo sumergido...
...Uno de sus deudos, podría ser, recogía una y otra y muchas veces el agua que cabía en el hueco de sus manos, previamente vi que agitaba el agua, procurando no llevará detritus sólidos, y asperjaba el rostro de la difunta. Otros hombres y un par de perros y un servidor, a discreta distancia, asistíamos a la ceremonia. Mientras, junto a mí, otro hombre traía carretillas amontonando cenizas y restos de las piras de más arriba.
 Me retiré al otro lado justo cuando vinieron por ella y la pusieron sobre el modesto lecho de troncos que previamente habían preparado. Cubrieron el cadáver con más troncos, manteniendo despejada la cabeza...y me marché...
Sobre cremaciones etc se puede leer mucho. Sólo cuento un poco de lo que vi. Me adentré por los callejuelas, qué trasiego, en esto veo que viene ocupando el espacio otra comitiva, otras parihuelas portadas por hombres que van salmodiando a paso rápido. Rato después, un hombre alto, barbado, pelo largo, podría recordar a Jesucristo, completamente desnudo, va escoltado por otros, vestidos. Me vuelvo y salgo a cualquiera de los GHAT, hay algún mendigo que otro, ceremoniales, esperando sin pedir o pidiendo sin insistir. Pero aquel que veo, desnudo, cubierta su piel como con escamas de ceniza ya seca...un aghori, no cabe duda...seres tenebrosos, fascinantes...
Mi hospedaje quedaba a media hora: necesitaba un rato de isla personal...
El dueño de mi hospedaje me dio detalles, no ánimos, que ya los tenía, para asistir a la cotidiana ceremonia previa a la salida del sol en el Ghat Assi. Poco antes de las cinco allí está, profusamente acompañado...fueron colocando sobre las siete mesas los adornos, atavíos, prendas, lámparas, se subieron los oficiantes, la música...el Ganges poco a poco iba saliendo de la noche...acabada la ceremonia, cuando el sol, algo nebuloso, irrumpió en el horizonte empezaron los baños, las ofrendas...dejo a la imaginación apoyada en estas imágenes el relato de aquellas horas...
Completé la mañana con un paseo en barcaza...Varanasi es esplendorosa y decadente, vibrante y moribunda, agotadora, pero es santa...
El Ganges es el más importante de los siete ríos santis del hinduismo. Tomado como madre y como diosa, en sánscrito GANGA viene a significar "va, va", que se mueve con ligereza. Millones de fieles van a purificarse en sus aguas y también desean morir cerca de él, en Benarés, en la creencia de que terminarán su ciclo de reencarnaciones alcanzando el moksha, equivalente al nirvana budista. 
...Reencarnación, el más allá, nirvana, cielo, laguna Estigia, infierno, Átropos, la otra vida, el purgatorio, los novîsimos, Caronte, las postrimerías, río Leteo, la clepsidra y su gota, el Limbo, la Nada imposible de pensar, tan llena de preguntas y tan ausente de respuestas (ex nihilo nihil), reencarnación y volver a empezar...no sé si acabará siendo lo que creamos o podamos creer, atrapados todos en la misma ignorancia, en la misma falta de certezas, la fe es un asidero...de poder elegir (proposición ya de por sî disparatada) yo no volvería...¿Quiero decir esto que tan mal me ha ido? Noooo, me fue, me sigue yendo, muy bien, con sus naturales bretes, sus bastantes escollos, con un lastre que tanto me lastra...Mi agradecimiento no alcanza a ser expresado en palabras, vive Dios. Pero miro mi vida desde esta atalaya que culmina y prefiero pensar que así estuvo bien...
Pobre ser humano, digno de compasión, que apenas sabe quién es y no sabe de dónde vino ni donde irá si es que tales lugares son...bien decía León Felipe:...que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre inventó todos los cuentos...o el canto de Darío, Rubén: ...y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ¡ni de dónde venimos!...
A orillas del río Ganges me senté y medité...
¡Oh Madre... Collar adornando los mundos!
¡Estandarte que sube al cielo!
Te pido que me vaya de este cuerpo a tus orillas, bebiendo tu agua, rodando en tus olas, recordando tu nombre, otorgándote mi mirada...
(Canción del Ganges)