los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos.
...¡imponente!, ¿verdad? Así, sin pie que dé una pista y ante una mayoría que lo desconoce, podría pasar por una foto desde el campo base de una cordada en el Himalaya. Ciertamente es la vista más alpina, desafiante, cautivadora la siento, que se puede tener sin salir de Granada. Así se ve el MULHACÉN desde la vereda de la Estrella o desde el refugio de la Cucaracha. Ese pico que se corona en forma de trapecio, esa escarpada cara fragmentada de vasares, es la abrupta cara norte del techo de la península Ibérica. Ah, la de veces que felizmente he comunicado, tan ancho, tan humildemente orgulloso yo (enseñar al que no sabe, una de las obras de misericordia, da igual el campo en el que sea, correspondiendo a tantos conocimientos como recibo) que este es el pico más alto de la España peninsular, que no es el Aneto ni está en los Pirineos como tanta gente, poco exigente o indiferente, piensa, y que lo más alto de las hispanas tierras está lejos de aquí, en Tenerife, Canary Islands, y que es un volcán, el Teide, como he explicado mayormente fuera de nuestras fronteras. (Ahora entiendo el motivo por el que algún buen amigo "tacha" de pedagógicas mis páginas)...
...días pasados, tres años después, medicado y controlado por el tiempo que le corresponda a este bien aprovechado corazón, tal generoso él, sentí, vamos a decirlo así, una llamada interior, una pulsión, una sugerencia que se ponía irresistible al paso de los días: me parecía que había que subir otra vez. Era el primer día de agosto y el día no podía pintar mejor en tiempo y ánimo...y tenía personalmente asumido que fuera como me fuera estaría cumpliendo siempre con mi destino...
...mientras subía en el microbús, ajeno a las explicaciones sobre flora, fauna y geología que iba dando el buen guía Paco, yo hacía leve recuento de mis subidas, memoria tan poblada de ellas, con tantas lagunas ya, la mayoría salvadas por tener un soporte en fotos y diarios, subidas en solitario y compartidas...Fue la primera aquella de finales de mayo de 1979, final del curso en Pampaneira, uno de los cursos decisivos en mi vida por motivos varios. Javier, compañero de Trevélez, fue el artífice de este arranque, fue mi introductor en Sierra Nevada que hasta entonces se había ceñido para mí al Trevenque y alrededores, la baja montaña que era, es, mi referencia en La Zubia. Él conocía aquellas altas cumbres en la que yo era novicio, un novicio con aspiraciones. Un detalle que valoro, pues es una de las pocas veces de mi vida viajera/montañera que he sido llevado, que normalmente soy yo el llevador... Desde entonces hasta la última doy por bueno un número aproximado de, pongamos, 30 ascensiones...
Ahí estoy con mis compañeros Javier y Pura en mi primer Mulhacén; con ellos hice varias largas marchas por la sierra...meses después, yendo de nuevo los tres en travesía invernal y a la vista ya del refugio de Elorrieta donde pensábamos pernoctar, Pura perdió su vida al despeñarse por aquellos helados tajos...
El Mulhacén ha formado parte de obligadas citas veraniegas...solo recuerdo dos invernales estando de maestro en la estación de esquí de Prado Llano. Me veo ahora pasando por lugares muy por encima de mi escasa experiencia y poca pericia, me veo osado y temerario, y sobre todo amparado por un ángel de la guarda que tendría que terminar su jornada exhausto...
Decía lo de citas veraniegas...Aquí dejo un ancho muestrario de ellas, de las que he podido encontrar rastro...subidas con mi hermana Paz, mis sobrinos Jose y Olga, mucho después con mi sobrino Sergio, con Milagros, Luisa, Cloti, don Jesús, Miguel, Luis, Aminata, el alemán Roland (qué habrá sido de él), mi prima Encarnita y su hijo Josué, mi amigo alumno José Carlos...
...¿dónde iría a parar esa cruz?...
...He ahí la laguna de la Mosca citada antes, inicio de las aguas de lo que será el Genil, y el valle por donde serpentea la espectacular vereda de la Estrella...
...Y las que continúan son de la laguna de la Caldera, a más de tres mil metros, un buen lugar para apreciar si el año transcurrido fue o no fue de nieves...En esta foto con mi amigo Luis era mediados de julio, que fue un año digamos normal...
...Justo un año después, a mediados de agosto había mucha más, y en más de un lugar mi sobrino Sergio y yo tuvimos que tomar precauciones...