viernes, 29 de julio de 2022

... del GENARO al ARCEDIANO...

Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar...andar.
Moviéndose a compás 
como una estúpida máquina el corazón:
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
(G.A. Bécquer, rima LVl)

...iba caminando por esta no muy transitada carretera. Era sol y mediodía, las sombras escasas, el calor sofocante. Me eché a ella en Riaño, León, rumbo norte en dirección al puerto del Pontón, ya en plenos Picos de Europa, en cuya ermita me aguardaba un rincón donde pasar la noche. Fueron 19 km afrontados con ánimo, sin otras concesiones que los tragos de agua para reponer las pérdidas.
Ya la tarde iba declinando, pasada la hora del gran sofoco, cuando encuadré la foto anterior. Enfocándola me vino a la memoria el recuerdo de aquel agónico final de tarde por la cordillera argentina, con Pandora, cuando tras un día pleno de paisajes y un horizonte que se copiaba a sí mismo, tan fotogénico, las sombras venían sin remisión y el frío arreciaba y la estación de policía de Las Grutas, en ese momento mi tabla de salvación, no aparecía...(lo describí en páginas pasadas)
A veces me han preguntado en qué pienso, en qué entretengo la mente, en las largas, aparentemente tediosas, andadas, en que el paisaje parece ya todo visto y es andar todo el trabajo y el camino parece no tener otra justificación que el medio de llegar.
En qué pienso...diría yo que "en nada". Mi interior sestea mientras se deja llevar, cómoda, confiadamente, por este físico que ya tengo motivos para confirmar que me ha salido resistente...pero también, y a ello me dediqué un buen rato en este caso, distrayendo la sofoquina y mientras las gotas de sudor se concentraban en la punta de la nariz, a recordar caminos con nombre, senderos, tracks, en tantos lugares de este mundo tan hermoso...me recreaba en sus nombres al tiempo que los situaba en su espacio, y la memoria, tan baqueteada, tan generosa, me enviaba alguna imagen de esas que guardo en mis archivos...VIA degli DEI (Sendero de los Dioses, Italia), KEPLER track (Nueva Zelanda), CAMINO del INCA,(Perú, una parte), SULAYR,(Sierra Nevada) MAHLERWEG(Camino de los artistas, Alemania), CAMINO DE LA SERPIENTE (Australia), CAMINO DE LOS MONASTERIOS (Valencia), CAMINO DE SAN OLAF (Noruega), SWCP (Camino de la Costa Sudoeste, Inglaterra), CAMINO DE KUKAI (Japón), CAMINO NACIONAL DE ISRAEL...
...Me faltó camino...y antes de caer la noche avistaba la humilde ermita cuyo pórtico me acogió...
...allí extendí el saco que unos días antes me había recibido a las afueras de Robledillo de la Jara, en la sierra norte de Madrid...

...unía así el GR 300 caminado días pasados, y el GR 201, conocidos como Senda del Genaro y Senda del Arcediano respectivamente...caminos que pueden ejemplificar la complementariedad de la España seca y la España húmeda, el esplendor de lo cuasi estepario, más en el tiempo que lo hice, con la exuberancia de los bosques, los tonos del pardo no exento de pinceladas de verdura, con los matices del verde, las intrincadas espesuras y los dilatados horizontes...el gusto y el disfrute y el esfuerzo hartamente compensado, recompensado, de ambos...


Un poco de historia personal, cómo los conocí...cómo llegué a conocer a GENARO no lo recuerdo. Sería en esas búsquedas sin objeto que es cuando se suele encontrar lo que realmente nos andaba buscando...digo yo que iría por la red, buceando en las páginas de GR (Grandes Recorridos) y me aparecería...

Más claro tengo cómo conocí al ARCEDIANO (cargo, dignidad, relacionado con las catedrales)... mucho más antiguo en mi tiempo. Tal vez hace 30, 40 años... aún desconocedor de mis posibilidades, y fue en una de las revistas que acompañan el periódico (El País, Ideal...) de los domingos. Lo recorté y como tal recorte estará criando solera en una de mis tantas carpetovetónicas (licencia escolar)...esas que, como tanto, aguardan el día de su redención...
 ...Y un poco de la historia de ambos senderos entresacada de las páginas leídas...


La senda del Arcediano atraviesa parte del parque nacional de los Picos de Europa, comienza en el puerto del Pontón y une el valle de Sajambre con el municipio asturiano de Amieva. Fue en el siglo XVII/XVIII cuando alcanzó su esplendor debido a la labor de don Pedro Díaz de Oseja, arcediano de Villaviciosa, quien dedicó grandes esfuerzos a acondicionar la histórica vía, incluso dejó en su testamento unas partidas expresamente destinadas a la reparación y mantenimiento de la ruta...
El origen del popular camino empieza en el siglo XVII cuando una vecina de Soto de Sajambre subió con sus dos hijos al alto del Pontón para enseñarles nuevas tierras donde buscarse la vida... Uno de ellos fracasó en la aventura pero el otro empezó como monaguillo y llegó a canónigo, convirtiéndose en el citado arcediano. Cuando volvió a su aldea natal su madre estaba vieja y enferma. El buen hombre prometió seguir visitándola con frecuencia, mandando construir el camino, en buena parte anterior calzada romana, que uniera estas partes altas de León y Asturias, disponiendo rentas, foros y diezmos para llevar a cabo las obras y su posterior mantenimiento por medio de ventas, cuadras y fuentes...

...Hace más de diez años, el alcalde de El Berrueco, gran aficionado a todo lo que tuviera que ver con la historia de los arrieros que llevaban sus productos desde la Sierra Norte de Madrid hasta la capital y Guadalajara, se propuso reutilizar alguno de aquellos caminos y darle un contenido lúdico. Así que acompañado por chavales del pueblo empezó a marcar los caminos utilizando un muñeco azul. Un día, uno de los jóvenes, un tanto harto de aquel trabajo, exclamó “estoy hasta la coronilla de pintar genaros” y con Genaro se quedó el muñeco que acabó bautizando el camino. A saber qué muchacho y por qué motivo dijo aquello de Genaro...  


...el Genaro, un recorrido circular de unos 70 km, rodeando la presa de El Atazar... Esta placeta de la iglesia de El Berrueco como punto de salida y llegada tres días después...


... y el citado puerto del Pontón como arranque deArcediano, unos 29 Km. en línea... y la continuación hasta el Puente de Vega, a orillas del Sella, como punto de llegada tras 14 horas y 40 indesmayables, trabajados y disfrutados kilómetros...


 ...y entre medias estos encuadres de uno y otro...




 







...añosos árboles, espectaculares ejemplares, no dejan de asomarse al camino del Arcediano...valgan estos centenarios robles y estas asombrosas hayas...junto a ellas coloco, portentoso en su porte, generoso en su fruto, humilde y arrogante en su resistencia, este moral o morera que casi descuajado alza su fronda en un pequeño repliegue del terreno, todo un ejemplar que me extrañó no tuviera mención en tanto como leí sobre el camino del Genaro...me hizo recordar aquellas moreras, ya puros gigantescos troncos, que como reliquias, benditas, se mantenían junto a santuarios, unidas al recuerdo de algún hombre santo y a los que iba la gente en peregrinación allí en Uzbekistán...
  

 



...arriba el Cancho de la Cabeza (1.264 m.s.n.m.)  con la mejor vista sobre El Atazar; abajo la portilla Beza (1.530 m.s.n.m.), límite de provincias León y Asturias, los puntos más altos de ambas rutas...   











...ambos caminos están perfectamente señalizados, no hay cómo perderse, y parecen diseñados para perderse en la soledad, la que me acompañó durante ambos recorridos, solo animada por le cruce de los pueblos madrileños, poco poblados, y el café y las cervezas en los leoneses, bellamente cercados por las alturas...

 
El Arcediano solo atraviesa dos, Oseja de Sajambre y Soto de Sajambre, aunque concluye en el municipio de Amieva...

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El Genaro pasa por los pueblos de El Berrueco, Patones de Arriba, El Atazar, Robledillo de La Jara y Cervera de Buitrago. El Berrueco invita a un paseo en torno al granito, la piedra base de las construcciones de estos pueblos...y Patones de Arriba, declarado Bien de Interés Cultural, que estando casi escondido se salvó de la labor devastadora de los franceses, verdaderos atilas, cuando la invasión napoleónica...todos formando parte de la llamada sierra pobre de Madrid, diría yo sierra tranquila, silente, tan cerca y tan lejos de la gran urbe...





 Esta plaza de Robledillo de la Jara lleva este nombre porque en ella se puso el primer aparato receptor de televisión en aquellos años 50...


...el río Lozoya...





...cuánta gente habrá pisado estas seculares piedras, desde aquellas tantas que lo hicieron por necesidad a las actuales por gusto, cosas del buen ocio...cuántas habrán pasado bajo estas hayas, las habrán contemplado...si estas hayas hablaran... 

...que en qué pienso en mis andadas me preguntan a veces. Mayormente no me cuesta nada sentirme abstraído, abducido, por el propio camino, tan pleno en sí...me identificó como persona el andar y ver, el andar y contemplar, el machadiano se hace camino al andar, la propia filosofía del andar, esa que como inusitado mantra se va construyendo dando un paso tras otro...tratar de desentrañar el sentimiento trágico, mejor tragicómico, de la vida, esa mágica fusión de ser vivo y perecedero, como Naturaleza que soy, tratando de aprender su lección de permanecer en la impermanencia, el carácter eterno de su fugacidad, y ese ser humano y heredero de tanto legado como dejaron quienes vivieron antes, Naturaleza y Cultura, todo en exuberante, profunda amalgama y ...para, para, me parece estar escuchando a un amigo, un amigo que me dice que podría hacer un programa que se titulara  Zánganos por el mundo...bien...y otro que parezco un bon vivant en el exilio de sí mismo, un bon vivant camuflado de peregrino, un vagabundo con posibles...qué más da...nadie podía vivir por mí el papel que desarrollé, y conmigo me llevaré a lugar alguno mi historia, como cada cual...
Voy a dar por hecho que caminar y contemplar (y leer) es lo único que hice, no me atrevo a rematar con un hice bien, pero me asiste la certeza que caminé mucho muchísimo, caminé incluso por los que no lo hicieron, cubriendo las distancias que les correspondía...En mi ocaso todo son dudas, incluso lo que eran básicas certezas. Todo pasa, todo ha ido pasando, y van llegando las piezas que completan el rompecabezas y todas van encajando...Herida y bálsamo.


...un camino concluyó con una sanadora cerveza en El Berrueco, donde empezó, y otro, tras una mala noche al amparo de un hórreo en ruinas, lo acabé oficialmente rindiendo visita al famoso puente de Cangas de Onís sobre el río Sella (el último viaje que hizo mi padre antes del definitivo...), un excelente colofón personal...ese día por la tarde me esperaba la Regenta, pero eso ya es otra historia...del mismo camino... 




...y a mí ¿quién podría salvarme?
¿tus ojos, que ahora crean mi tarde inexistente?
Lector, esfuérzate y enciéndela:
está donde un olor de rosas te llega del camino.
Si existo es porque existes
Tú repites mi vida, y no la reconozco. 
(La tarde imaginada, Francisco Brines)