viernes, 26 de noviembre de 2021

...DÍA del MAESTRO...

 

...con aquellos finales de noviembre llegaba el día del maestro. Por supuesto, ya desde mucho antes, habíamos mirado en el calendario a ver en qué caía ese 27 de noviembre: si lo hacía en día laborable pues teníamos fiesta, vulgo no había escuela; si caía en lunes o viernes disponíamos de una minivacación, y si coincidía con sábado o domingo pues nada, ahí se quedaba, no había cambio ni permuta, no se estilaban esos trapicheos...ese día era, sigue siendo, la festividad de san José de Calasanz, el ínclito fundador de las escuelas pías, los escolapios, y a él, en España, desde que era una, ¿grande y libre? y hasta bastantes cursos después, se le asignó el patronazgo de los maestros...

Estos días me viene a la memoria un tropel de recuerdos al  arrimo de un nuevo 27 de noviembre, ya tan lejos de las aulas, y ahora, gracias al blog, voy a participar buena parte de ellos, esos recuerdos de entonces, bastantes de los cuales han llegado hasta ahora en carpetas que siguen resistiendo el paso del tiempo y que ni yo sé cómo han esquivado un par de veces el fuego apaciguador...es la hora de desempolvar...

Julio de 1979, mi primer viaje en bicicleta, del que guardo más recuerdo de ascesis que de disfrute y placer, pero puso la base para lo que vendría después, que no es poco. Empecé las vacaciones viajando a Madrid en el expreso, de toda la noche, con la bicicleta y un mediana mochila a la espalda. Iba a dar una vuelta por la Castilla mística y guerrera, así me lo promocioné yo mismo, todo ilusionado, en ese viaje que me llevó por lugares de Teresa de Jesús y Juan de Yepes, grandes santos, insignes escritores, andariegos de pro...por Segovia, Ávila, Salamanca, Zamora...Justo paseando por la ciudad que no se tomó en una hora, por la parte nueva, me encontré en una plaza este monumento al maestro...Lo capté con mi cámara de entonces, en diapositiva, y fue el primero de una lista de monumentos al maestro que fue creciendo con el tiempo y los viajes...

Fue, como digo, el primero que vi, en directo, pero ya antes, y mucho antes de pensar que acabaría siéndolo, había conocido otro a través de una postal que aún conservo, otra cosa es encontrarla, y que llegó a mi vieja casa de La Zubia (calle Pastrana, número 5, ay...) de parte de unos amigos de la familia que vivían en Elche...mientras la rescato del olvido, cuestión de tiempo, internet me la facilita, de hecho diría que es la misma, "Elche, al maestro"...

...en 1986 en un viaje a México encontré el siguiente monumento al maestro, que rescato a través de las ondas...


Encontré otro en Almagro del que no encuentro réplica, y así, ya sin más orden que el propio propio y agradecido recuento, 
dejo aquí monumentos que me han ido saliendo al paso o me han envidado amigos, caso de este de Conil de la Frontera, gentileza de mi amiga Ulrike (declarada hispanófila, dicho sea de paso ahora que viene al caso...)...

   
En Cartagena...

Madrid, en el parque del Oeste...


 

  En Barcelos, donde el famoso gallo portugués, allí estaba, en una rotonda...

...en Gáldar, la primera capital de Gran Canaria...

...y el último llegado a la colección: el de Almería, en una de la arterias principales de la ciudad; lo descubrí gracias a mi manía de no dejar placa sin leer. Conozco otros muchos de referencia y solo el tiempo dirá si iré a verlos con estos pedagógicos ojos cuyo destino ya sabemos...

 Dejé la escuela con el último día de octubre de 1988, en Hornos de Segura, Jaén, empezando así mi primera excedencia... seis años después, 1 de septiembre de 1994, retomaba la tiza y la pizarra en la escuela de Guarazoca, en la isla de El Hierro. Mientras este maestro estuvo vagando, errando, aprendiendo, tratando de hacer de buen discípulo por esos mundos de Dios, se cocinó un cambio grande, sustancial: la escuela que retomé no era la escuela que dejé, supongo que había mejorado mucho o al menos esa era la intención...yo era un maestro unitario, y con mejor o peor inspiración, daba todas las materias, y los infantes no tenían más referencia que a un servidor...Cuando me incorporé ya se habían nombrado los maestros especialistas, los maestros itinerantes que pasaban buena parte del tiempo en desplazamientos (a veces no menores, caso de La Gomera) entre las distintas escuelas, para impartir su especialidad (Inglés, otra lengua, Educación Física, Religión, Música...)...

...pero, centrándonos en la festividad objeto de esta página, cambió algo más que aún cambió más con el tiempo; hablo de las islas Canarias, donde me incorporé y de donde, con algunos años de excedencia por medio, ya no salí y donde puedo decir que desarrollé mi, digamos, madurez pedagógica, con sus ciertos aciertos, supongo que bastantes, y sus naturales errores, declaro que no pocos...Y es ello que el susodicho día 27, inamovible, se cambió al último viernes de noviembre, ese era el nuevo día del maestro, así ya estaba el día libre asegurado. Pero la cosa no quedó ahí...no sé en qué año, las mentes preclaras lo decidieron colocar en el 7 de diciembre de manera que se enjaretaba un monumental puente, un ensayo de vacación previa a la navidad, al juntar el día 6, día de la Constitución, y el día 8, la Inmaculada... y ni que decir tiene que podían darse jugosas combinaciones si al día 5 se le ocurría ser lunes, por ejemplo...pero lo más llamativo, y triste, es que se acabó la palabra maestro para dejarnos en enseñante: así el 7 de diciembre se celebra el día del enseñante...tal vez maestro era ya demasiada palabra...Ignoro, en esta España fragmentada, cuándo se celebra el día del maestro, o lo que sea, en cada comunidad, incluso si ha cambiado en mis queridas islas...

 Fuera como fuese, yo seguí con mi costumbre, y para la fecha que trato seguí enviando cartas como hice desde antaño, enviaba cartas, cartas de sobre y sello, a las más dispares direcciones, a mis amigos maestros repartidos por el suelo patrio, inclusive los que tenía a mano como compañeros de colectivo de escuelas rurales en los últimos años...Material tenía en abundancia: recortes de prensa, poesías alusivas al magisterio, canciones, artículos de firmas célebres, frases cargadas de mensaje, noticias curiosas, fotos desde el año de la pera (hablando en propiedad de cuando los maestros tenían más hambre que un maestro de escuela...aunque ¡qué respeto despertaban por donde pasaban!...), todo lo que llevara el marchamo maestro, eso que aún resiste en la carpeta citada...Y un par de películas alusivas entre la que destaco Le maître d´école, El maestro de escuela, del gran Coluche, película de 1984 que aún conservo en formato video, y que era preceptivo disfrutar cuando alguien venía a visitarme en El Hierro...    











...¡qué emoción me producen estas dos fotos!...


... y componía curiosos collages, felicitaciones originales, todo en en el mejor espíritu pedagógico... 



...en fin...me resulta muy entrañable, lo vivo calladamente en ese momento de soledad esteparia, cuando por esos pueblos, mayormente castellanos, vacíos, me encuentro en la plaza placas como estas dedicadas a maestros de cuya memoria no queda...   ¿quién los recordará ya...? y sin embargo, el recuerdo, puede que por ello mismo, por ser patrimonio del olvido, tenga una valor imperecedero... 

...Y para amarrar esta memoria no son pocos los museos que se alzan por esas geografías dedicados a la escuela rural (Huesca, Santiago de Compostela, Carcasonne, Cabranes, Alcorisa...)...en fin...y en pleno camino jacobeo, el pasado mes de abril, por la provincia de Salamanca, me encontré este:
 


      ...no voy a entrar a filosofar sobre qué queda de aquel espíritu que alumbraba la vieja escuela, de cómo se desarrollan hoy los valores, del papel de los maestros, de los maestros mirando hacia dentro, la fe y esperanza en su labor...no, mis capacidades, como mis conocimientos, no llegan a tanto, como mi interés al respecto...va todo en esta nave de rumbo incierto...Esta página cumple con el objetivo del recuerdo...y dejo como término un par de recuerdos personales, estos como podían haber sido otros...Una carta de Beatriz, ya debe tener 50 años, justo la niña que aparece sobre mi cabeza en la foto de más abajo, curso 1977/78 en el Barrio de Monachil, y una foto del trabajo audiovisual "Querida nube" con mis alumnos de Hoz de Jaca...



...y este retrato con mis compañeros del Colectivo de Escuelas Rurales de La Gomera, mi primer año allí, curso 2001/02. Estamos en Alojera, en la casa de Pilar, la coordinadora. Se nota que es el último claustro: nos da una luz de final de junio en los rostros serenos, relajados, casi felices, con la satisfacción del deber cumplido y la perspectiva de una largo y cálido verano...     

Desconfío de los maestros que no pueden serlo de enseñanza primaria. Son para mí como esos poetas extraños incapaces de escribir como sus semejantes. Acepto que sean extraños pero me gustaría que me probasen que lo son por superioridad sobre el común de las gentes y no por la pura impotencia de ser superiores...

(Fernando Pessoa, Libro del Desasosiego)

viernes, 19 de noviembre de 2021

...si las PIEDRAS HABLARAN...





...Hace ya unos años me invitó mi hermana a pasar unos días en el balneario de Alicún de las Torres. El lugar pertenece al pueblo de Villanueva de las Torres, hallándose en un apartado rincón de la provincia de Granada en la comarca de los Montes Orientales y no lejos de la zona de Guadix...Dicho de otra manera: se halla en un entorno naturalmente privilegiado, solitario, inmerso en un paisaje de gran belleza, 
inusitada belleza con las primeras y últimas luces del día, un paisaje que se encuadra dentro de la estética de los badlands, donde abundan los barrancos, las cárcavas... todo aquello que el tiempo ha ido modelando con el incansable cincel de la erosión...para qué gastar palabras en lo que a la vista está...



El lugar, también, está en zona de yacimientos arqueológicos. Cerca queda el reconocido Parque Megalítico de Gorafe...pero mucho más cerca del balneario, en el llamado cerro de la Mina, allí, aguardan unas piedras, unas piedras grabadas, unos petroglifos hablando en propiedad... 
 
   
   Mi hermana, más balnearia que yo, y tan andariega, ya conocía el lugar, así que fui de su mano. No he vuelto a ir, pero ahora que por motivos que saldrán a lo largo de la página he desempolvado estas fotos, siento un pálpito, un deseo de regresar, de contemplarlas, de tocarlas, de escucharlas... mientras  apoyados respetuosamente en las piedras mirábamos el imperturbable paisaje que desde allí se abre recuerdo escuchar a mi hermana, como palabras escapadas de un rumiaje interior, decir, musitar apenas...me gustaría a mí que estas piedras hablaran...





   ...Muchos años antes de que estas piedras se cruzaran en nuestro camino hubo una serie en TVE que tenía el expresivo título de  SI LAS PIEDRAS HABLARAN...Yo lo recuerdo vagamente, con las brumas propias de tener 18 vacilantes años. Se emitió entre octubre de 1972 y marzo de 1973. Su autor, Antonio Gala, mi admirado don Antonio.  El programa comenzaba con una presentación de la aristocrática Natalia Figueroa para seguir con un recorrido por lugares históricos de nuestro país (Monasterio de Yuste, La Granja, Poblet, Granada, Tordesillas....) paseando entre piedras ilustres con el fondo de las voces en off de los personajes que las habitaron en ese momento...Años más tarde, el mismo Gala repitió y amplió formato en su Paisaje con figuras...ambas series, TVE ha tenido la buena idea de recuperarlas, y yo la suerte de volver a verlas, agradecidísimo...dentro de lo tanto bueno que se ha hecho en televisión, me parece que hablo mayormente de tiempos pretéritos, yo destacaría, viene al caso, estas dos...




De todo esto, y más, en bloque y por separado, a saber cómo piensa el pensamiento que pensamos, si no será él el que nos piensa...todo ello pensaba, decía, en un segundo sin tiempo mientras caminaba hace unos días por este bosque siguiendo los pasos de Beatrice que era en este caso mi guía...Un rato antes me había recogido en el santuario de Santa Odilia, estoy hablando de la región francesa de Los Vosgos, no muy lejos de Estrasburgo. Me propuso a ir a un sitio que estaba segura me gustaría....
Tras una buena hora de marcha por estas espesuras envueltas en bruma y oyendo solo nuestros pasos sobre la hojarasca, al fin llegamos...
El lugar se llama VERLORENECK, que viene a traducirse como "rincón perdido"...reconozco el impacto que me produjo llegar y encontrar allí este jardín de Merlín, este lugar encantado más aún por mor de la soledad, el silencio y la niebla...recordé los petroglifos del cerro de la Mina, los de El Hierro, y tanto lugares de menhires, dólmenes...a lo largo y ancho de las geografías, tanta piedra que permanece y permanecerá después de ver pasar la vida de tantas generaciones...












...me acordé, cómo no, de mi hermana y de su suspirante me gustaría a mí que estas piedras hablaran... estas de la Alsacia deben hablar el mismo idioma de aquellas del cerro de la Mina, tal vez se expresen en una eternidad telúrica de la que estamos excluidos pero no tanto como para no atisbar un retazo de la misma...tal vez hablan, gritan, desde su silencio de siglos, de milenios, tal vez han visto amaneceres y ocasos de eras, de eones...y esta habla en eterno silencio que decía San Juan de la Cruz...



...huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.
(de un soneto de Quevedo que cita Natalia Figueroa en el capítulo "César y nada" de la citada serie Si las piedras hablaran...)