VIAJAR SE ESTÁ VOLVIENDO MUY COMPLICADO
(escuchado en la película El Ángel Azul, con Marlene Dietrich, película que por una serie de circunstancias encadenadas vi en la noche de hotel junto al aeropuerto de Budapest, cuando concluía el tramo viajero que empezó el 28 de septiembre)...
Si volvemos la vista atrás en nuestra historia, viajar en profundo nunca ha sido fácil, por unas circunstancias, por otras, desde inconvenientes físicos naturales hasta las trabas legales. Teóricamente y dentro del desarrollo mundial, hoy, globalizados como estamos (¿!?) debería ser muy fácil desplazarse de un lugar a otro a poco, ir donde nos pugliera teniendo ganas y no faltando medios...pero no, es un espejismo...que ha venido a agrandarse con la pandemia que nos vino encima...Viajar en tiempos de pandemia...
He terminado este tiempo viajero de manera similar a la que terminé en Israel el pasado marzo, cuando empezaba lo que todavía está candente...
Esta página está en buena medida dedicada a modo explicativo a amigos que, curiosos y extrañados, me preguntaban cómo hacía para cruzar fronteras, para saltar de uno país a otro o para moverme dentro de cada uno sabiendo las restricciones en aumento, y me preguntaban con un cierto deje de sospecha, como si dispusiera de unos privilegios o lo hiciera de manera un tanto clandestina... o poco clara, que también lo hubo como voy a detallar...
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25 de septiembre, me hago en Granada la prueba PCR (130 euros), por la probable petición de ella al entrar en Italia.
29 de septiembre, vuelo Alicante-Bolonia. En el avión nos dan una hoja, un formulario con preguntas tales como si creemos que estamos bien, que no hemos estado en contacto con gente infectada etc. Se supone que al llegar a Bolonia nos lo van a pedir, que nos van a tomar la temperatura, algo...Nada, directamente fuera. En esos momentos en Italia no hay obligación de mascarilla...En los trayectos de barco y algún tren hay toma de temperatura...
8 de septiembre, vuelo Nápoles-Cracovia. Nos dan el mismo formulario del vuelo anterior...Y lo mismo: nadie esperando, ningún control al llegar a suelo polaco. Estos documentos cumplimentados, sin ningún valor legal, puro papel mojado, harían su función, creo, en el siguiente paso...
22 de septiembre, autobús de Ecolines de Cracovia a Lviv, Ucrania...Partimos a las once de la noche. Sobre las dos, sin mayor complicación, pasamos la frontera polaca...el hueso estaba esperando en la ucraniana...
Salimos todos del autocar, inspección de equipajes; yo soy el único no polaco no ucraniano...Todos los viajeros regresan al autocar menos yo. Viene una chica policía y me dice algo de lo que solo entiendo Corona Virus...saco de mi bolsa todo el papeleo que he ido juntando: los formularios citados, la prueba PCR más que caducada y algún escrito más que había sacado de internet...A la luz de su linterna en mano la buena muchacha empieza a mirarlos detenidamente, se caen al suelo, los recojo con la ayuda del chófer del autocar, yo ya pienso por dentro que allí me quedo, no tendría más que esperar el día, volver a Polonia y listo. por un segundo me consuelo pensando que peor sería una noche de enero en el crudo invierno, y hasta me viene a la memoria aquella mujer policía de los años 70 Christie Love...El chófer, lo entiendo por los gestos, le dice a la policía que por favor acelere el trámite que están aguardándome para seguir el viaje. La poca luz que había no me permitía ver las expresiones pero me vinieron a decir que recogiera todo el papeleo, documentos...el chófer me dice que suba al autocar, los viajeros miran, o así creo, la cara de cordero degollado que debo llevar, aún no sé si voy a pasar o me quedo...Avanzamos hasta el control de pasaportes, me preguntan que a qué voy a Lviv (turismo), dónde me quedo (lo justifico con la reserva en el hotel) miran y remiran el pasaporte, me lo sellan, subo al autobús y carretera...ni me lo creo...
26 de octubre, avión Lviv-Londres. y unas horas después avión Londres-Atenas. Previamente he cumplimentado un cuestionario del gobierno británico que me convalidan enviándome un código QR. Un cuestionario que pese a ponerme a cumplimentarlo con la mejor voluntad acaba lleno de disparates...dice que tengo que rellenarlo todo en inglés, tanto es así que no admite José Antonio como nombre de pila, se me ocurre poner Joseph Anthony y lo acepta, más adelante veo que donde debía ir el nombre de la calle está mi segundo apellido, en el número de la casa está mi edad y así todo...A la hora del embarque para Atenas es cuando me lo piden, enseño el código y para adentro...
Al llegar a Atenas, de madrugada nos hacen una prueba rápida, creo que de antígenos, poniéndonos una varita en la lengua, pasándola a un tubo de ensayo y esperar...20 segundos no más todo el proceso.
En los trayectos de barco entre las las islas a la hora de comprar los billetes daban un cuestionario con el mismo tipo de preguntas y que se entregaba con el pasaje a la entrada al barco...¡por dos veces la misma persona que me vende el billete ha marcado con el NO todas las preguntas, dando por hecho que estoy bien!...
Voy pasando de isla en isla hasta que en la madrugada del 7 de noviembre se anuncia que el país entra en confinamiento. Estoy en la isla de Íos. La policía portuaria me informa que solo puedo salir de la isla para ir directamente al Pireo y de ahí al aeropuerto...A la hora de embarcar días después tengo que mostrar la tarjeta de embarque del vuelo en que parto...
(a estas alturas hace ya días que Ryanair me comunicó la cancelación del vuelo que tenía para el 12 de noviembre y solo con un par de días de anticipación hizo lo propio Vueling para el 15. Pero ahí estaba al quite mi socorrido Ryanair con un par de vuelos, los dos siguientes, a un precio insólito: 9 y 11 € respectivamente, ambos vuelos con unos 40 pasajeros)
13 de noviembre, vuelo Atenas-Budapest. No hay requisito alguno. Llegamos al aeropuerto Ferenc Liszt, solo mostrar documentación, toma de temperatura...me preguntan algo que no entiendo y yo me acojo a lo que estoy mostrando: la tarjeta de embarque del día siguiente que justifica que solo voy a estar un día en el país, además de la reserva que esa misma mañana hice en un hotel cercano al aeropuerto...Llego al hotel, me atiende una recepcionista muy amable que rebajando su nivel de inglés hasta que lo entiendo me dice que qué negocio me trae a Budapest, yo me quedó en el aire...Entonces me explica que desde hace dos días no pueden alojarse turistas en ningún tipo de hospedaje, solo gente de negocios y similar...tuvo que ver la cara de circunstancias que puse...hizo varias llamadas, rellenó unos papeles que firmé (a saber en qué negocio me colocó) y me dijo que estaba todo arreglado...
14 de noviembre, vuelo Budapest-Málaga. Cumplimenté otro cuestionario, esta vez del gobierno español, con su correspondiente código QR (el motivo del mismo es estar controlados y poder avisar a los viajeros que hayan estado en los asientos vecinos caso de presentarse un contagio), lo piden al llegar a Málaga justo con la toma de temperatura. Y eso es todo...
Para restar aridez a lo contado, al fin y al cabo historia personal, y sumar color de tantos momentos, voy a referir algún detalle, alguna historieta, alguna anécdota de esas tantísimas que se van quedando solo parar mí por carecer de mayor importancia, porque se le anteponen otros compartires, por falta de tiempo, y que, como tantas, me las llevaré, es un decir, cuando llegue la hora de la ceniza...
POR EJEMPLO...
...La tumba de Boticelli, en una capilla de la iglesia de Todos los Santos, en Florencia...
En la misma Florencia me enteré que existía un artista, y no menor, llamado Andrea Orcagna. Y, quién lo diría, gracias a la curiosidad que suscitó el envío de esta foto a mis antiguos alumnos de Hornos de Segura. Mi alumna Rosa me preguntó que quién era ese hombre esculpido a la derecha de la imagen...fue Cristina, otra alumna, que hizo carrera y la que más llegó a estudiar, la que no quiso quedarse con la duda y buscando y rebuscando nos dio la solución, todo un ejemplo de curiosidad aplicada a las ganas de saber...
...Un rato después, una vez bajado del campanile, sigo el paseo y me encuentro en la iglesia de Orsanmichele el tabernáculo de Andrea Orcagna, obra en mármol, considerada en su tiempo la más perfecta obra en su clase del gótico italiano...
Gracias a los que fueron mis alumnos
Andrea Orcagna, en unos minutos, pasó de desconocido a ser de la familia...
...En Milazzo, Sicilia, me encuentro en un pequeño jardín junto al puerto este monumento a los que se fueron por el Covid 19...El verano pasado, en Grado, Asturias, en el Camino Primitivo, encontré otro...
En el mismo Milazzo, en su monumental cementerio, toda una sorpresa, estos dos recuerdos de infantes...¿quién se acordará de ellos?...
Una sorpresa gratísima, algo que disfruté sobremanera por el tema y por lo inesperado: la exposición fotográfica en el sótano de la sede del Instituto Cervantes en Cracovia. Giraba en torno a la importancia que tuvo Madrid alrededor de los años 50 y 60 en los rodajes de películas, en buena parte grandes producciones como El Cid, Doctor Zhivago, El mayor espectáculo del mundo...ahí está Charlton Heston en plan Rodrigo Díaz de Vivar...o Ingrid Bergman paseando junto al museo del Prado, o la reina Sofía con Sofía Loren en un descanso de ser doña Jimena...
...el equipo del Doctor Zhivago, película rodada en buen parte en el pueblo madrileño de Canillas...
...de la casa junto al mirador del meandro del río Reno, no muy lejos de Bolonia, sale una señora y me ofrece un café, me pregunta de dónde soy, entra a la casa y sale con un cuaderno un tanto desencuadernado, lo consulta y me dice que no tiene anotado ningún español...escribo algo y le firmo; era el primer día del Camino de los Dioses...
...Camino de Santiago en Cravovia...
4.184 km
a Compostela...
En la pequeña isla griega de Donousa me encontré este monumento: la taverna, tienda, cafetín de KYMA, un trasunto de las ventas, bar y tienda, que ya se pueden dar por desaparecidas en mis queridas Canarias pero que tuve la suerte de disfrutar hasta no hace tanto...mi antiguo alumno Pascual me dijo, viendo la imagen de abajo, que parecía el bar de los Pitufos...¡qué sitio tan bonito, tan agradable, tan griego!...
Una anécdota de peso, un regalo de mi amiga Aminata de El Hierro. Me contó que estaba con su hija pequeña, tendría 4 o 5 años, viendo uno cuadro representando el momento de la crucifixión en que el soldado Estefatón lleva a la boca de Jesucristo una esponja empapada en vino y vinagre, como respuesta a su "tengo sed" ...
Mamá, ¿por qué ese hombre le está limpiando el sobaco al Señor?...el fresco, de Fra Angelico, estaba en una celda del convento de San Marcos, Florencia...
El cementerio de la Peste, en Stromboli; solo ocho tumbas para gente que murió de dicho mal a caballo de los siglos XIX y XX...un regalo de mi patrón del hospedaje en la isla...
Hace mucho que perdí la cuenta de cuántos San Antonios, mi santo, he visto en mi vida y que duermen devotamente en archivos. San Antonio de Padua en general y de Lisboa en Portugal, que por por ello nació allí...Puedo asegurar que con diferencia es el santo de la parte católica más representado en imágenes, siempre con sus atributos: niño Jesús, libro y lirio blanco...Envié a mi familia una foto de este, sin duda el más juvenil que he visto, en la iglesia de Stromboli; mi hermana mayor me dijo que le recordó al niño Antoñito que fui...
Esta placa, que parece puesta en un lateral para que solo la vean los llamados a verla, está en el aeropuerto de Budapest, último paso antes de llegar a España...Ferenc Liszt el gran pianista, compositor, suegro de Wagner y cuya tumba visité en Bayreuth. Mucho antes de acceder a su música conocía su nombre...Así se llamaba uno de los dos cines de mi pueblo, el cine de arriba, el cine Liszt...Mi hermana se encargó de saber el motivo de tan ilustre nombre: allá por los años 60 una de las hijas del dueño estudiaba música y le pareció buen nombre. Yo, mientras tanto, pensaba que se refería a Liz Taylor pero escrito de otra manera...Esta la historia del sublime nombre del humilde cine que había en un pueblo ya menos humilde...y el final de esta página...
(y entre tanto se fueron Sean Connery, Javier Reverte, Jordi Llopart...)