...¿cómo a mí que a veces me parece que tengo un pedernal donde debería estar el tierno corazón, me conmueven tanto estas palabras?...fueron, dicen, las últimas que pudo escribir el poeta y que fueron encontradas en un papel arrugado en el bolsillo de su viejo abrigo...
ESTOS DIAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA
...decía Antonio Gala, comentando estas palabras, ...antes de irse el poeta volvió los ojos hacia un tiempo en que todo era diáfano y la esperanza estaba ilesa...
Salgo de Portbou apenas levantado el día. Por una vez no sigo el camino marcado que acorta la subida al coll de Belitres y sigo carretera arriba, 3 km. hasta el antiguo paso fronterizo...voy animoso por una carretera solitaria aromado por una tierra sobre las que acaban de caer cuatro gotas. En el collado, con Portbou a un lado y Cerbère a otro y los edificios de aduanas abandonados, me espera un monumento de memoria histórica, con fotos de la huida de los cientos de miles de compatriotas camino del exilio...
Fue la primera en bicicleta con mi hermana como ya reflejé en la página anterior, en 1984, puede que 1985. Después de nuevo en bici 1989 cerrando el bucle mediterráneo...
Se baja de la estación por un paseo bajo los plataneros y al llegar a una plaza allí se alza el edificio, ciertamente notable, airoso, que fuera la pensión de Madame Quintana, hace tiempo cerrada, el lugar donde pasaron el poeta y su madre, doña Ana Ruiz, su breve exilio, menos de un mes. Allí murió el 22 de febrero de 1939, entonces miércoles de ceniza, falleciendo su madre tres días después...
La ruta de los lugares machadianos empieza en el palacio de la Dueñas de Sevilla, su alpha, y pasando por Madrid, Soria, Baeza, Segovia, Valencia (Perafort) y algunos lugares de Cataluña, culmina en el omega de Collioure, el pequeño, apacible cementerio poco más abajo...Antonio Machado está más vivo que nunca...
...acabo mi visita de Collioure dando una vuelta por la playa recordando la noche que dormí en ella a finales de noviembre de 1989 con Pandora, ya concluyendo mi particular vuelta al Mediterráneo. Donde los bañistas ahora había entonces unas barquillas entre las que coloqué mi saco de dormir. Entonces, al día siguiente, antes de seguir y empezar a bajar el mapa de España, pasé por la oficina de correos donde en la poste restante me aguardaba un paquetillo conteniendo un libro de poesías de Antonio Machado que me envió mi amiga María Luisa y que tomó el relevo del que se quedó en manos de aquel amigo yugoslavo un par de meses antes tal y como refiero en una página publicada meses atrás de este blog, la titulada "libros, Libros, LIBROS"...
...como decía Antonio Gala...ojalá este poeta español nos tenga a todos un día en su gloria...