(el grueso de esta página fue escrito en Eilat hace un par de días cuando aun no sabía que esa misma noche iba a tener billete de autobús a Tel Aviv y pasaje de avión a Madrid. Hoy, ya en La Zubia, en mi pueblo, la completo y la adecento con el ordenador...)
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...mientras se dilucida mi ida para España cañón, aquí ando por Eilat donde en su hotelillo de algo pomposo nombre (RICH BOUTIQUE HOTEL), en plena arteria principal, en este hotel, digo, con un poco de suerte voy camino de récord en cuanto a dormir más noches seguidas en la misma cama, en el mismo habitáculo...ya van 6...
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...mientras se dilucida mi ida para España cañón, aquí ando por Eilat donde en su hotelillo de algo pomposo nombre (RICH BOUTIQUE HOTEL), en plena arteria principal, en este hotel, digo, con un poco de suerte voy camino de récord en cuanto a dormir más noches seguidas en la misma cama, en el mismo habitáculo...ya van 6...
Una vez recorridos los barrancos de alrededor y haber llegado hasta Taba, frontera egipcia, ocupo el tiempo en buscar en internet todo, tanto, de lo acumulado en este viaje (esto de las búsquedas es, felizmente, el cuento de nunca acabar, unos lugares y unos personajes tiran de otros, y no digamos si topas con mitologías y leyendas...), escribir más wasap de los acostumbrados, tomar una cerveza adquirida en el supermercado vecino, repasar y completar mis diarios, hacer limpia de fotos tanto en teléfono como en cámara, conversar con Pavel, el recepcionista, muchacho de generosas carnes y rostro afable, lector empedernido (al contrario que su mujer "ella sólo lee revistas y recetas" me viene a decir...)...y completo el día viéndolo crepusculear cada tarde a orillas del calmo mar Rojo, con Eilat a un lado y Aqaba, Jordania, a otro...y todo esto con el trasfondo de estar ocupado en mi salida del país, un país con restricciones en aumento, ocupado digo, en absoluto preocupado...Mi vida, que apenas empiezo a atisbar, y "mi hacienda", la que sea, están aquí y ahora, lo mismo, cómo no decirlo, que mi muerte, de la que conozco poco más que su nombre...el aquí y ahora no dan para más dando pródigamente...
...le digo a Pavel que vienen a ser libros lo único que me atrevería a echar de menos, libros son libros...me gustaría, por ejemplo, ya puestos, estar leyendo SEFARAD, de Antonio Muñoz Molina...en fin, ya volverán, como lo hicieron las oscuras golondrinas...
Hay en este tiempo por Israel un par de detalles de esos curiosos, importantes al tiempo que carentes de importancia, de ésos que salpimentan los viajes, que no he referido a nadie porque el día a día no daba para más, y ahora, esta mañana de sábado le voy a dedicar unas líneas...
Hace como un mes, en Nazareth, en el albergue Fauzi Azar, de la cadena de albergues Abraham, habilitado en una mansión de finales del siglo XVIII, estilo otomano...chicos/as turnándose están al frente de la recepción, a cada cual más amable, sobre todo con un bragado y paciente maduro, o directamente viejo, como yo. Me atiende Dana, como de 30 años, dato no baladí en esto que cuento...me mira entre admirada y extrañada al ver en mi filiación los nombres de Antonio y Molina...no me lo podía creer: resulta que era una forofa del gran Antonio Molina, sí, el cantaor, el de la hija de Juan Simón, el soy minero y el largo etc...estoy digiriendo este dulce trago cuando me cita a Camarón, la familia Morente y...pásmate...¡Emilio el Moro!, el de las letras hilarantes, disparatadas...de pronto veo a Emilio con su fez, su picaruela expresión, cantando...
Eperanza, Esperanza,
no sabia bailar charlestón,
Esperanza, Esperanza,
tienes cara de perro pachón....
...de nada vale la vida que vivimos
si de potaje nunca salimos,
con lo que gano
no me como un langostino...
Un rato después, ya repuesto, busco la biografía de este hombre ligado a la banda sonora de mi infancia y adolescencia, de aquellos años 60. Nació en Ceuta y está enterrado en Monforte del Cid (si paso alguna vez por allí...)...
Vamos ahora al albergue en los Altos del Golam. En la comunitaria comida del shabat, a la que soy invitado, hay una chica muy dicharachera; alguien me dice que es la encargada del albergue de Tiberias (uno de los primeros en cerrar viendo lo que se veía venir)...al enterarse que soy de España, cañón, se levanta, me toma de la mano (los contactos aún estaban vigentes) y me lleva al ordenador del albergue a que le busque en YouTube....VERANO AZUL, que ella veía cuando era jovencica (tiene 51) en su Eslovenia natal...y me recita feliz los nombres de aquella panda: Tito, Piraña, Pancho...recalcando su favorita, Julia, la actriz María Garralón...me dice que la busque, que qué edad tiene, si sigue actuando...y poniendo un poco de gracia en mi sosería silbo con ella la música que acompañaba los créditos...asombrado la oigo cantar ...del barco de Chanquete no nos moveraaaán...bueno, bueno, bueno...
...acaba dándome un abrazo...en ese momento me siento un enviado de Antonio Mercero...
...ella es la que asoma su rubia cabecita al fondo...
Voy ahora al albergue, no recuerdo el nombre, de Jerusalem...aquí los recepcionistas, todos jóvenes, rozan escuetamente la amabilidad... hasta que al segundo día le toca el turno a Anka...¡rumana tenía que ser! Siempre rumanos a mi rescate...hablaba buen español aprendido de su madre que vive en Valencia y que a su vez lo fue aprendiendo, cómo no, de las telenovelas, de los culebrones...le digo que si me puede cambiar de habitación (estoy en una de ocho literas y justo al lado de la puerta...) y lo que un rato antes con dos compañeros suyos era impossible, con Anka dicho y hecho: habitación de tres literas y en un apartado rincón...y que si necesito algo que le avise a ella...
Y rumano, de nuevo, tenía que ser...voy, todo ufano, a visitar el arqueológico lugar de Qumran, donde los famosos rollos del mar Muerto etc...Nada, prohibida la entrada a extranjeros. Como no entiendo, o hago que no entiendo bien (natural táctica de viajero), la chica de la taquilla llama a Dan...es transilvano pero desde chico ciudadano israelí....entre inglés e italiano me cuenta lo que hay...y cuando voy dándome la vuelta, resignado, me dice que me llevará en su coche hasta un sitio donde podré dar un paseo cerca de los cantiles en los que se encuentran las cuevas....mi débito con Rumanía no tiene fondo...
Todo esto lo reflejo mientras fuera éste es el aspecto de la avenida principal de Eilat...
Salgo a la calle, a ver qué me depara el día, un día que avanza fresco y nublándose hasta ponerse de color noviembre que atrista más la soledad de las calles: es Shabat y las restricciones ya han empezado (si pongo la tele del hotel solo hay una palabra que entiendo...cogona, cogona y más cogona, que así es como me llega la pronunciación)...mis pies deciden subir al cementerio, donde ya estuve hace dos meses, camposanto aislado en la parte alta de la ciudad y rodeado de cerros resecos... decido echar por una barranco paralelo...me llaman la atención cinco o seis acacias de pobre porte, de aspecto resistente que más que árboles parecen milagros enramados en medio de la aspereza del lugar...hay en torno a ellas algo que me llama la atención, unas piedras, algo de color...es un cementerio de mascotas, nuestros hermanos animales...
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...ya en la necrópolis deambulo sin rumbo entre las tumbas, como siempre hago...coloco una piedra en alguna de las pocas tumbas que no las tienen, un sentido y mudo diálogo entre vivo que fue y muerto que será...fotografío algunas y entre ellas, mira por donde, me encuentro ésta ...
...me siento afuera, bajo una acacia junto a la entrada del cementerio militar...allí me vienen en ordenado tropel las naturales meditaciones...me vienen a la mente las caravanas de féretros en el norte de Italia que algún bienintencionado amigo me ha enviado por wasap...y en el lugar que estoy, lo gris del día, la situación del mundo y lo que pueda venir, me sumo en pensamientos, en filosofías relativas a las finitud que nos cerca, a la impermanencia de todo, de TODO... ...recuerdo lo leído por esos legajos que me vienen a las manos escritos por no sé ahora quién: que la salud es un descanso de la enfermedad, que la paz es una tregua que se toma la guerra, que la libertad es un rodeo que da la opresión, que la vida es un descuido de la muerte...o como leí una vez en un artículo del gran Manuel Alcántara..."los vivos somos muertos de vacaciones"...o el "sombras y cenizas" de Marco Aurelio...He tenido la precaución de echar en la pequeña mochila una lata de cerveza: me vino muy bien como disolvente-absorbente-diluyente de estas filosofías...